A 30 años de la república de Violeta Barrios de Chamorro

Todos los logros de la república de Violeta fueron desmontados y revertidos gradualmente durante la dictadura de Ortega, particularmente a partir del 2011.

Hoy hace 30 años mi madre Violeta Barrios de Chamorro recorría el Estadio Nacional en una radiante mañana, vestida de blanco impecable y saludaba a una multitud identificada en cada ala del lugar con dos banderas: en un flanco los que desplegaban la bandera partidaria rojinegra y en el otro lado los que desplegaban la bandera azul y blanco.

Su misión ese día y durante los siguientes seis años y nueve meses era recibir aquel “gran nacatamal” como coloquialmente le llamaba al estado de la nación que recibía, con la mayor inflación del mundo, tras una cruenta guerra civil, para trasformar ese nacatamal en la patria que soñó con Pedro, su marido asesinado.

Mi madre saludó con el mismo amor a todos, ganadores y derrotados, recorriendo el Estadio a bordo de su destartalada camionetita blanca de campaña apodada la “Violemóvil”, aunque estos últimos le tiraron bolsas de agua y la abuchearon cuando pasó, ella extendió sus brazos como alas y con una cautivadora sonrisa, les mandó besos a todos.

Fue el inicio de la cultura de la paz y la reconciliación nacional, que sería el sello indeleble de su mandato, porque ella comprendía que sin paz y reconciliación no podía haber progreso para salir de aquel “nacatamal” que recibía.

Pero no fue solo paz, reconciliación y del fin de la guerra fratricida; fue la primavera de todas las libertades públicas, del estado de Derecho con separación e independencia de los poderes del Estado; la profesionalización e institucionalización de la Policía y del Ejército; la vigencia de una economía libre de mercado; el respeto a la institucionalidad; el retorno de miles de exiliados; la disminución de la deuda externa y el crecimiento de la economía. En fin, todo esto experimentamos los nicaragüenses los siguientes 6 años y 9 meses y por ello le estaremos eternamente agradecida.

Todos esos logros de la república de Violeta, que no fue otra cosa que la patria de Pedro, su adorado esposo, fueron desmontados y revertidos gradualmente durante la dictadura de Ortega, particularmente a partir del 2011.

Nuestro partido, Ciudadanos por la Libertad está resuelto a derrotar nuevamente a Ortega en elecciones justas, observadas y transparentes el año próximo y devolverle a los nicaragüenses la república que Pedro y Violeta soñaron y que por un breve período de nuestra historia, fue una realidad.

El autor es miembro fundador del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL).