Nicaragua: El país de las dos banderas

Según nuestra Legislación, el 14 Julio es la fecha en la cual debe celebrarse el Día de la Bandera Nacional, la bandera bicolor representada por el Azul y Blanco, que se traduce a que este mes debe conmemorarse con especial énfasis el respeto al símbolo patrio que nos identifica como nicaragüenses; sin embargo, este festejo no sólo se ve empañado por el oscuro recuerdo de la revolución de los sandinistas, sino también de manera irrespetuosa sustituyen la bandera de la patria, por la rojinegra del FSLN, marcando una clara competencia entre dos símbolos que se diferencian uno del otro considerablemente.

El respeto, amor e ideales a la Patria deben estar primero antes que los intereses personales o de grupo, pero en un país con un sistema político como el nuestro, es posible que la bandera de Nicaragua pase a segundo plano, porque no representa los interés de la dictadura; mientras que la Bandera Nacional insta a la libertad junto a una serie de valores como la paz y la justicia.

Las ansias de poder de la dictadura proclaman represión representando en su símbolo la bandera roja con negro: de sangre, luto y dolor.

Comentan los ciudadanos en Nicaragua, que durante el mes de julio las instituciones del Estado y edificios públicos se han convertido en sede de la organización Frente Sandinista, al tener exceso de banderas rojinegras, incluyendo las delegaciones de la policía en las localidades del país h entidades públicas. Sin embargo, el pasado 19 de Julio se logró identificar más banderas partidarias que militantes de la "causa sandinista".

¿CUÁL ES LA BANDERA DE LA PATRIA?

Curioso es, que el 19 de Julio es feriado nacional, o mejor dicho "día libre" para celebrar la "gesta revolucionaria" que cumplió 44 años , lo cierto es que no hubo ningún ambiente de celebración, la gente cerró sus puertas. En pocas viviendas se colocó la bandera del FSLN, y evidente fue que los nicaragüenses tuvieron “día libre, sin ser libres”; ese gran festejo se verá el día que esta última dictadura caiga, ese día los nicaragüenses verdaderamente vamos a celebrar mediante una verdadera fiesta cívica con la bandera de la Patria.

El miércoles los únicos que "celebraron", ¿al saber que? - dicen que "las conquistas revolucionarias del pueblo y los ideales sandinistas" - fueron una minoría de nicaragüenses, que no quieren someterse a un proceso cívico de elecciones, porque saben que no tienen ni la capacidad para gobernar ni el respaldo popular de la mayoría del pueblo azul y banco, y por eso prefieren levantar una bandera partidaria y no la azul y blanco.

En esta nueva etapa, hay algo que debemos tener bastante claro los nicaragüenses, es el significado de la bandera de un país: pues es el símbolo que nos representa como ciudadanos nacionales de determinada nación sin distingo alguno, el signo que nos asocia, y nos une como hermanos, es el símbolo más importante de país, por la que estamos cobijados ciudadanos y gobierno; si el gobierno no se siente representado por la Bandera Patria, y la sustituye por otra, entonces tampoco los ciudadanos nos tenemos que sentir identificados con ese gobierno.

LA REALIDAD DE NICARAGUA

Por último, cabe señalar que la distribución de las banderas partidarias nos cuesta a todos los nicaragüenses, porque suma al gasto público y debemos ser enfático en señalar que es un gasto innecesario, claro está que si ese fondo se utilizara para la elaboración de banderas de Nicaragua valdría la pena ver ondear nuestro símbolo patrio en cualquier rincón del país, pero no lo es, por el contrario tenemos que soportar la ofensiva bandera rojinegro por todos lados con "buen esplendor", mientras la azul y blanco visible en pocos espacios y la tela en mal estado, pero eso denota la realidad de nuestro empobrecido país.

Es una vergüenza para nosotros, cuando turistas extranjeros preguntan ¿Por qué en su país hay dos banderas por todos lados y más la rojinegro, si no es la bandera oficial?, su propia respuesta es que en sus países la bandera que prevalece es la Bandera Nacional, y no la del partido político que ganó las elecciones.

Es correcta la apreciación de los visitantes, porque una vez que una agrupación política asume la dirección en el gobierno, debe gobernar para todos, y no para su grupo de seguidores, militantes, y votantes, sino para un país y todos sus ciudadanos, guardar sus banderas partidarias y gobernar con la bandera de la patria; esto no debe ser una lucha de partidos políticos porque para eso están las elecciones donde los votantes deciden quien quiere que los gobierne, de acuerdo a sus programas y propuestas políticas, pero este es otro tema que les comentaré después sobre las banderas partidarias, la exclusión política y el proceso democrático.

En el futuro, en la nueva Nicaragua debe de aplicarse con rigor la prohibición de colocarse bandera alguna de partidos políticos en la entidades públicas, ni utilizar dichos símbolos en actos gubernamentales, en centros educativos, ni en espacios libres y públicos, en lo absoluto, la única que debe estar es la Bandera Nacional conforme lo dispuesto en el Decreto No. 3-90 de 1990, es importante hacer una revisión legal y exhaustiva a dicha norma jurídica para evitar que la historia se repita.

Los sandinistas pueden hacer con su bandera lo que quieran, burlarse de sus ideales, pero con la bandera de la Patria NO, debe respetarse. Llegará el momento en nuestro país que el pendón bicolor , azul y blanco sea colocada en escuelas, hospitales, instituciones públicas con el honor que merece sin que ningún otro símbolo ni acción que restrinja las libertades la opaque.

El punto es que el Frente Sandinista nos ha impuesto su voluntad, por encima de los intereses nacionales y de una gran mayoría de los nicaragüenses; hoy son una minoría que tiene secuestrada nuestra bandera, nuestras libertades y el gobierno.

Hoy por hoy, se proyecta la bandera de las minorías y se prohíbe el uso de la Bandera Nacional que nos representa a todos, este es un reflejo de la dura realidad que el país vive, que estamos gobernados por una dictadura que se sustenta por el uso de la fuerza y la ilegitimidad.