Pedro Joaquín Chamorro: “Estamos gobernados por un ausente”

Discurso pronunciado por Pedro Joaquín Chamorro el 5 de septiembre de 1976 en el Hotel Majestic, Diriamba. Hoy se cumplen 42 años de su asesinato.

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  • enero 10, 2020
  • 03:46 AM

Discurso pronunciado por el Mártir de las Libertades el 5 de septiembre de 1976 en el Hotel Majestic, Diriamba. Hoy se cumplen 42 años de su asesinato.

Compañeros:

Ya es sabido  que en todas partes por donde vamos, en este trajinar diario de UDEL (Unión Democrática de Liberación), encontramos los problemas ordinarios y a veces muy dolorosos que sufre nuestro pueblo. Sabemos que falta el agua en el OPEN (hoy Ciudad Sandino). Que el agua de Matagalpa tiene lodo lo mismo que la de Boaco. Conocemos los problemas del campesino, y vemos como en las fincas de Nicaragua se mejoran las razas  de ganado, van mejorándose las razas y se mejoran las cercas, y se introducen pastos nuevos a un costo  considerable, pero los campesinos nicaragüenses no se mejoran. No se mejora su nivel de vida, ni su expectativa de salud, sino que continúan idénticos, iguales desgraciadamente a cómo eran hace treinta o más años, llenos de pobreza, de miseria, sin alimentación adecuada y sin escuela. Y nos encontramos también con la falta de libertad de organización sindical, y con el fracaso de los reclamos obreros, porque la libertad y la igualdad de oportunidades para el obrero hacen falta. Falta también la libertad de expresión, abunda la represión. Los juicios militares ominosos, las cortes militares y los abusos de las llamadas autoridades, con la violación sistemática a los derechos humanos.

Nos encontramos con la división y la mentira en todas partes. Con la falsificación, hoy mismo, en estos momentos para dar un ejemplo se desarrolla en nuestro país un llamado Congreso de periodistas democráticos,   aquí, donde están censuradas la prensa y radio, se nos hace todavía la ofensa de reunir a un congreso de gentes que se llaman periodistas y que se califican democráticos.

Hemos estado viendo y viviendo  estos fenómenos diariamente, y casi se podía decir que estamos acostumbrados a ello. Ha andado UDEL por todo Nicaragua y frente a esa subversión de valores, ha dicho que la respuesta no es particular, concreta, para cada caso, sino una respuesta política general, que significa el establecimiento de un nuevo sistema, de otro sistema, dentro del cual el Gobierno sea del pueblo, y no enemigo del pueblo, como es ahora.

Pero a todos esos males ya conocidos, viene ahora a sumarse otro peor. Sí, hay algo mucho peor compañeros, y es el caso del abandono en que el poder central ha dejado todo. Porque el sistema es malo ciertamente pero a su maldad intrínseca se suma este abandono, este ausentismo en las decisiones y en los planes que los nicaragüenses estamos viviendo. Y allí está por ejemplo el caso de nuestras fronteras abandonadas, de nuestra riqueza natural abandonada, de nuestros recursos perdidos en manos de extranjeros. De nuestro caudal de aguas, como el Río San Juan, que es energía, energía necesaria para el desarrollo y para la subsistencia, abandonada en manos de extranjeros, cedida por las presiones de los intereses particulares, como también se ceden las riquezas de nuestros mares, y del subsuelo de la tierra. Peces, oro, maderas, agua, energía geotérmica, todo al garete, todo entregado al extranjero, sea centroamericano o de fuera del área.

¿Y por qué ocurre esto..?  ¿A qué se debe esto..? ¿Por qué ni siquiera dentro de los defectos del sistema que de por sí es malo, hay una sombra de Gobierno..?

Porque compañeros estamos gobernados por un ausente, por un medio nicaragüense al cual no le importa  Nicaragua, sino sus asuntos particulares. Somoza es ese, un ausente, y no solo de espíritu porque sus intereses no están aquí, sino que también está físicamente ausente porque no pasan quince días sin que decida ir al exterior. ¿Y por qué..? ¿A qué va..? Pues acaba de decir el secretario de información que va a hacer negocios y va a hablar con banqueros y con inversionistas, como si el único negocio de un Jefe de Estado no fuera el hacer justicia a su pueblo, el proporcionar progreso  a su pueblo, el estar con su pueblo en las horas difíciles. Pero lo que pasa compañeros, es que como digo, Somoza no es de aquí, y a él, poco le importa lo nuestro, razón por la cual nosotros necesitamos, queremos, exigimos gobernantes que sean verdaderamente nicaragüenses en cuerpo y espíritu. Que conozcan al obrero. Que quieran al campesino, que quieran su tierra, que viajen por nuestros caminos, y no por Houston o Miami.

Y digo lo anterior, lo de los negocios, porque así lo informó el secretario de prensa de Somoza, porque su constante ausencia de Nicaragua es debido a razones de inhabilitación para trabajar en los asuntos nacionales, con más razón debía de dejar el lugar que ha usurpado y dejar a otro la responsabilidad que él no asume. Porque Nicaragua no puede, no debe seguir así, al garete, sin una ruta trazada, que es lo que ahora ocurre y con lo cual sufrimos todos, porque nadie pone remedio a las tolvaneras de León, ni a las especulaciones con los granos básicos, ni se pone atención al cobro de lo que el país debe de percibir por sus recursos naturales, y esas condiciones además de haber perdido desde hace tiempo la libertad, ya estamos a punto de perder todo lo demás.

Y frente a esta situación desastrosa, ¿qué hay de positivo? ¿Qué hay que debamos y  podamos hacer los nicaragüenses?

La respuesta compañeros es UDEL. Este movimiento que va creciendo y debe crecer muchísimo más todavía hasta llegar a ser un gran ejército de ciudadanos, un ejército civil que tenga la fuerza suficiente para tomar el poder y desarrollar su programa, un programa que no ha sido cuestionado por nadie porque todos saben que es cabal, que es bueno. Porque a nosotros nos ataca la ultraizquierda y también la ultraderecha, pero nunca fundamentan sus ataques en una crítica al programa de UDEL, debido a que es un programa racional, justo y práctico para Nicaragua.

En UDEL, y eso ya es sabido pero debemos repetirlo hasta la saciedad, caben todos, liberales, conservadores, socialistas, socialcristianos, independientes, y obreros organizados, y caben todos porque UDEL  es una unidad patriótica y nacional en donde todos hemos dejado a un lado parte de nuestras ideologías, es decir la parte de ellas que pueda ser conflictiva con otras. No es que hayamos renunciado a nuestras ideologías, a nuestra propia identidad, sino que hemos suscrito todo aquello en que estamos de acuerdo para llevar a cabo esta lucha, lucha por el implantamiento de una República popular, independiente  de los imperialismos, social y democrática, donde la riqueza  esté mejor distribuida, justamente distribuida y el trabajador tenga su lugar en el Gobierno, así como lo tiene en el esfuerzo diario sea este económico o político.

Hacia eso marchamos, y en estos meses últimos del año vamos a realizar un gran esfuerzo para concentrar en Masaya, el 12 de diciembre en nuestro segundo aniversario a una gran multitud de gentes.

Allí una vez más vamos a levantar el Estado de Sitio que es lo que hemos venido haciendo con estas concentraciones, demostrar que no nos dejamos imponer la bota somociana, que somos hombres libres y que estamos comprometidos a fondo con la liberación total del nicaragüense. Comprometidos a hacer en Nicaragua una república social, una república democrática, una república independiente y popular.

Esto es lo que queremos decir cuando gritamos nuestra primera promesa: Nicaragua volverá a ser República.

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