92 de cada 100 solicitudes de asilo que recibe Costa Rica son de nicaragüenses

Un total de 119.000 nicaragüenses solicitaron asilo en Costa Rica el año pasado, es una de las mayores cifras registradas desde el inicio de la crisis sociopolítica en 2018, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

En 2022, el número de primeros solicitantes de asilo aumentó un 19%, hasta alcanzar unos 129.000. La mayoría de los solicitantes procedían de Nicaragua (119.000). Le siguen Venezuela (5.600) y Colombia (1.500).

El dato basado en cifras de Migración revela que el mayor aumento desde 2021 corresponde a ciudadanos de Nicaragua. 

“Aunque Costa Rica es un destino de larga data para los migrantes en América Latina, ha estado recibiendo un número creciente de solicitudes de asilo desde finales de 2021, en su mayoría de ciudadanos nicaragüenses”, indica la OCDE en su informe anual sobre migraciones internacionales.  

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), ha advertido que el número nicaragüenses que buscan protección en Costa Rica supera el total de refugiados y solicitantes de asilo que hubo en la década de 1980 con las guerras civiles centroamericanas.

MÁS NOTICIAS | España ha otorgado asilo político a 2.614 nicaragüenses y más de 8 mil esperan resolución

CAMBIOS PARA MITIGAR SOBRECARGA EN EL SISTEMA 

A finales de 2022, Costa Rica era el cuarto país receptor de solicitudes de asilo individuales a nivel mundial. En medio de una capacidad limitada para satisfacer las demandas, el gobierno introdujo varios cambios en su sistema de asilo durante el año pasado.

En febrero de 2022, el gobierno anunció nuevos requisitos de visado para los ciudadanos venezolanos y un nuevo visado de tránsito para los ciudadanos cubanos y nicaragüenses. La Dirección General de Migración (DGME) explicó que la nueva política pretendía "ordenar y regular los flujos migratorios desde su punto de partida".

En noviembre de 2022, el presidente Rodrigo Chaves firmó dos decretos que establecían condiciones más estrictas para los solicitantes de asilo. El gobierno justificó estos decretos como parte de un esfuerzo para "liberar el sistema de asilo, del que se ha abusado y que está afectando negativamente a aquellos solicitantes que son realmente merecedores de protección internacional y que deben esperar durante meses o incluso años una decisión sobre su estatuto de refugiado" 

El primer decreto, en vigor desde noviembre del año pasado, limita la capacidad de los solicitantes para obtener un permiso de trabajo mientras su solicitud de asilo está pendiente de aprobación. Anteriormente, los solicitantes recibían un permiso de residencia tras dos meses de tramitación, lo que les otorgaba automáticamente el derecho a trabajar.

Además, se exige que los solicitantes presenten su solicitud de condición de refugiado en el plazo de un mes a partir de la fecha de entrada en Costa Rica.