Un adolescente de Condega forzado al exilio vuelve a acariciar en EE.UU. su sueño de llegar a las Grandes Ligas

El adolescente Roberto Carlos Madrigal Peralta, originario de Condega, tuvo que huir de la represión en Nicaragua y aunque pensó que no volvería a pisar un campo de beisbol, ahora recibe ofertas de becas de universidades que se interesan en su talento

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  • mayo 25, 2023
  • 09:27 AM

Un prospecto nicaragüense de 17 años que en noviembre del 2021 se vio obligado a retirarse de una academia de béisbol para irse al exilio, se ha reencontrado en los Estados Unidos con el sueño de llegar a las Grandes Ligas.

Se trata de Roberto Carlos Madrigal Peralta, un espigado pelotero nacido en municipio de Condega, del departamento de Estelí que desde niño se ha descatado como cátcher.

El joven de 1.80 metros de altura era parte de los prospectos de la academia de béisbol de Condega, pero en noviembre de 2021 tuvo que dejar todo para  irse al exilio juntocon  su mamá  Marbelli Peralta, dos tíos  y un hermano,  ya que la persecución política contra ellos les había arrebatado la tranquilidad y corrían reisgo de ser encarcelados.

Cuenta que tras una difícil travesía por Centroamérica y México logró cruzar junto a su familia la frontera de Estados Unidos. En ese difícil proceso Roberto Carlos su talento, disciplina y la concentración le han permitido volver a soñar con llegar al mejor beibol del mundo.

ENTRE LOS MEJORES

"Cuando  me vine de  Nicaragua estaba cursando el  noveno año y aquí  logré continuar con mis estudios. Eso me abrió las puertas para jugar en el 2022  con el uniforme del Clark High School, que es mi centro  de estudios", dice orgulloso.

La capacidad de Carlos Roberto no ha tardado en llamar la atención en los cuadros que pisó el año pasado. Tanto que tuvo la oportunidad de participar en los juegos  inter escolares de Las Vegas, en el  estado de Nevada, mientras continuaba con sus estudios de secundaria.

Madrigal cerró la temporada en el podio de los  mejores receptores de la liga inter escolar de Nevada. Además, destacó en la liga inter preuniversitaria y, según las estadísticas, actualmente su promedio de bateo es de 397 puntos  y  defensivamente también destaca como uno los receptores más completos de la liga con un promedio de 948.

"Gracias a Dios se me han presentado buenas oportunidades y los entrenadores me han manifestado que tengo talento para seguir avanzando. De momento hay tres universidades que han expresado interés en otorgarme  una beca para continuar con mis estudios  y continuar luchando por concretar mi sueño de llegar a las Grandes Ligas", comparte el joven.

Confiesa que nunca se imaginó que en Estados  Unidos podría retomar el camino que espera lo lleve a los grandes estadios del beisbol de alto nivel.

"Yo nunca me imaginé que iba a estar aquí estudiando y tratando de concretar mi sueño, pero sin querer queriendo llegué y las oportunidades que tengo acá  son mucho mayores que las que tenía en Nicaragua.  Aquí  hay más reflectores sobre los jugadores ", dice ilusionado.

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CRECIÓ EN LOS CUADROS DE BEISBOL

La pasión por el beisbol es casi parte de su ADN, dice. Sus primeros recuerdos son de los cuadros de pelota. Relata que desde bebé su tío lo llevaba a los juegos y el deporte se hizo parte de su vida.

Le cuenta su famillia que a sus tres  años de edad ya empezaba a mostrar interés por el llamado deporte rey de los nicaragüenses y que en cuanto pudo agarrar un guante y la pelota  empezó a  jugar en ligas infantiles.

"Yo jugaba todas las posiciones, pero al ver que lo mejor del béisbol estaba detrás del  home play le dije a mi entrenador que jugaría como cátcher, desde entonces me quedé en esa posición", recuerda.

Aunque ahora ve más claro el futuro, guarda el pesar de tener que haber dejado su vida, a su familia, su beisbol y a sus amigos de un día a otro. No hubo tiempo para despedidas y nada de lo que experimentó en la travesía le hacía imaginar que vendrían buenos tiempos.

Relata que con su madre, tíos y su hermano caminaron por puntos ciegos de la frontera con Honduras para evitar ser identificados por las autoridades del régimen de Nicaragua.

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