Noelia Ramos: “No se puede recurrir al asilo basado en la situación económica, por muy dura que sea” 

Este 11 de mayo vence en Estados Unidos el Título 42 y se endurecen las medidas contra la migración irregular. La abogada de Inmigración recomienda acogerse al parole humanitario si no se tiene un caso sólido de persecución política

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  • mayo 10, 2023
  • 09:40 PM

Si una persona pretende presentarse a la frontera de Estados Unidos para solicitar asilo sin tener un caso fuerte de persecución política o miedo creíble de regresar al país, es mejor que no lo haga a partir de este 12 de mayo. “La situación económica por más dura y triste que sea no será tomada en cuenta”, explica la abogada de Inmigración Noelia Ramos.  

Este jueves llega a su fin del Título 42, la medida que permitía las expulsiones en caliente por motivo de la pandemia. Al eliminar el Título 42 se esperaba que volvieran a aplicarse las normas habituales para revisar los casos de asilo, que por ley debe ser pedido en suelo estadounidense. 

Sin embargo, el Gobierno del presidente Joe Biden ha decidido implementar una nueva norma que restringe el acceso al asilo para las personas que buscan llegar a Estados Unidos por tierra. 

Quien cruce de manera irregular será devuelto de inmediato a México, será vetado su ingreso a Estados Unidos por cinco años y pierde la oportunidad de acogerse a otros programas. Si reincide y es detenido, el migrante podría enfrentarse a acusaciones penales.  

La abogada Noelia Ramos explica que con las nuevas medidas que se pondrán en marcha, la mejor opción que le queda a una persona que desea migrar a Estados Unidos para mejorar su situación económica y la de su familia es buscar la manera de aplicar al parole humanitario.  

¿Cuáles son las diferencias entre el Título 42 que se acaba hoy y el Título 8 que se seguirá implementado a partir de mañana, pero entiendo que de manera más restrictiva? 

La mayor diferencia es que el Título 42 estaba más dirigido a una protección pública que sabemos, fue por la pandemia. Se tomaron medidas extras para poder proteger a la población de los Estados Unidos. Al terminar la pandemia, por consecuencia, el Título 42 se termina. Ahora solo queda el Título 8 en función. ¿Qué pasa? El título 8 sumado a las nuevas medidas del Gobierno es lo que vamos a ver realmente a partir del 12 de mayo.  

La mayor diferencia es la forma en que la gente va a ser removida de los Estados Unidos. Con el Título 8 se hará una deportación rápida o expedita. Cuando la persona entra o desea entrar al país, normalmente se iniciaba un proceso, pasaba por el centro de detención y las entrevistas de miedo creíble.  

Ahora, los oficiales de Inmigración van a tener una discreción o una potestad más fuerte y directa de poder analizar el caso y determinar si la persona va siquiera a tener la oportunidad o no de solicitar asilo. Antes de que eso pase, habrá condiciones: si la persona pasó por terceros países tiene que demostrar que solicitó asilo previamente y se le fue negado. Van a pedir pruebas. Va a ser discreción del oficial de Inmigración aceptar los argumentos que le diga la persona sobre por qué no pidió protección en esos terceros países.  

Otro cambio es la aplicación CBP One, que será el canal por el que las personas están obligadas a solicitar su cita para poder ser atendidas. Por eso hemos visto a muchas personas esperando en México por esa cita que les va a dar el Gobierno a través de la aplicación.  

La aplicación colapsó y ya el Gobierno anunció medidas de que va a extender la capacidad y los horarios para poder recibir a más solicitantes.  

Otro punto también que va a cambiar serán los centros regionales que se pondrán en función en terceros países (Guatemala y Colombia). Esto va a permitir que las personas no tengan que hacer esas caravanas que vemos hoy en día, sino que se presenten ahí, pidan protección en ese país, ser evaluados y de ahí pasar a lo que sería un proceso de asilo normal como lo conocemos hoy.  

La nicaragüense Noelia Ramos, abogada de Inmigración en Estados Unidos. Foto: Cortesía.  

A partir de ese momento, con una entrada programada, ¿podrían ya presentarse a la frontera y pasar a la entrevista de miedo creíble para optar al asilo? 

Exacto. El objetivo fundamental del Gobierno es que sea una migración legal y ordenada. Ese es el plan del Gobierno, pero está por verse. Si no se cumplen los formatos nuevos de cómo se va a pedir esa cita, ellos no van a atender a la persona.

Las penalizaciones por cruzar la frontera de manera irregular ahora incluyen cinco años de veto en el que no se podrá ingresar a Estados Unidos y se pierde la oportunidad de acogerse a otros programas.  

Son cinco años de castigo y 20 años a las personas que traten de reingresar. Sabemos que muchas personas son deportadas y a los dos días están intentando un reingreso por otra vía. Si esa persona es encontrada reingresando al país de manera irregular, será vetada por 20 años y podría enfrentar acusaciones penales.  

¿Qué recomienda entonces para la gente que quiere seguir presentándose a la frontera para solicitar asilo?  

Si llegas a tener la oportunidad de ser atendido y esa persona no entiende el sistema, no sabe cuáles serían los elementos necesarios para tener un caso, de qué tipo de persecución estamos hablando, si esa persona no está preparada, puede perder la oportunidad.  

Ahora más que nunca las personas deben abocarse a los abogados, a las organizaciones para que entiendan cómo va a funcionar esto. Tienen que entender qué es un asilo político y que si no tienen un caso es preferible tratar de buscar otras vías como un parole humanitario.  

Una vez que esa oportunidad se pierda, la persona entra en proceso de deportación y queda el récord como una persona deportada en el país. Si esa persona mañana quiere aplicar a un parole y tiene la suerte de encontrar un patrocinador, esa persona tristemente no podrá calificar al programa porque fue previamente deportada y vetado por cinco años.  

Es importante que las personas sean bien conscientes que pedir un asilo político en este país no es por la situación económica que está viviendo, sino que de verdad debe probar una persecución política. Eso será bien fuerte para la discreción que va a tomar ahora el oficial de Inmigración con el Título 8. 

Si no tenés caso fuerte de asilo, vas fuera y perdes la oportunidad del parole.  

Así es. 

Vista general donde se observa a migrantes en un campamento junto al muro fronterizo, el 9 de mayo de 2023, en Tijuana, Baja California (México). EFE/Joebeth Terriquez

Entiendo que una persona que realmente tiene un caso de persecución política en Nicaragua, puede viajar a Guatemala al centro que será abierto y gestionar la solicitud desde ahí y programar su entrada al país.  

Eso creo que es de las mejores medidas que puede tomar el Gobierno si es así como lo van a hacer. Al evitar que la persona tenga esa caravana, pagar coyote, exponerse a peligros innecesarios, pasar días afuera de una frontera; ahora saber que habrá un centro regional donde iniciar un proceso es definitivamente más ordenado. Eso sí, insisto, personas que realmente tengan un caso. No puede ser por la situación económica por más dura y triste que sea.  

¿Entonces qué opciones le quedan al migrante sin visa?  

El parole humanitario es lo que queda. Debemos agradecer que este Gobierno haya permitido de una forma tan rápida un programa —por más criticado que haya sido— que permite la llegada de una persona en días, eso ha sido impresionante. Familias separadas por años se han reencontrado. Hay que agradecer esa oportunidad. 

Sin embargo, este programa, el parole, requiere de un patrocinador y no todos lo tienen. ¿No cree que eso hará que la gente siga saliendo pese a las nuevas restricciones? 

Entiendo que no todos lo tienen, pero recordemos que por eso se le ataca tanto también a Estados Unidos. La gente piensa que Estados Unidos tiene que arreglar los problemas de todos los países alrededor del hemisferio, pero no podemos tenerlo todo.  

¿Cuáles son las principales dificultades que está enfrentando la gente al iniciar este proceso de parole? 

El principal problema que hemos visto ha sido con los patrocinadores y no con los solicitantes. Hay casos en los que una persona que tiene un patrocinador, pero esa persona no ha pagado los impuestos. Al no pagar impuestos ese patrocinador ya no califica. 

Hay otros casos en los que ese patrocinador no declaró todos sus ingresos. Puede tener todo el dinero del mundo en cuentas, pero si no los declaró, no sirve como patrocinador. 

Si a una persona le aprueban el parole humanitario tendrá un permiso de residencia de dos años con permiso de trabajo. En ese tiempo, ¿qué opciones tiene para regularizarse si se quiere quedar más tiempo? 

Con parole o sin parole, las vías para regularizarte de una forma sencilla son familiar, laboral o por circunstancias especiales.  

En las circunstancias especiales es cuando vemos los asilos políticos. En la vía familiar es cuando existe un pariente con estatus legal que lo puede pedir, iniciar el proceso que va a terminar en una residencia. Por vía laboral, estaríamos hablando de ese patrocinador, un empleador estadounidense que le está ofreciendo un puesto.  

¿Cómo valora usted como abogada de inmigración todas estas medidas emprendidas por la Administración Biden? 

La forma en que quieren aplicar lo del Título 8 es muy dura. Preferiría ver cómo más centros regionales se pueden abrir, que haya más personal para atender las solicitudes y que sean personas entrenadas. Es muy triste ver en la frontera cuando una persona tiene la oportunidad de presentar su caso de asilo y se encuentra un oficial que no está preparado y devuelve a esa persona y esa persona puede morir. Es algo muy delicado. Hemos visto personas devueltas porque para efectos de ese oficial, no tenía un caso de persecución política.  

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