El charro de Siuna que canta bien las rancheras en Estados Unidos

Felipe Castro es el nicaragüense originario de Siuna que se forja camino en la música como El Charro Pinolero

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  • abril 28, 2023
  • 05:45 AM

Al igual que miles de nicaragüenses, Felipe Castro emigró a Estados Unidos en busca de oportunidades laborales que le permitieran sacar adelante a su familia. A ese país llegó hace cuatro años desde Siuna, en el Caribe Norte, junto a su esposa y sus dos hijas.

Cuenta que apenas se instaló, se enfocó en trabajar. Ese afán lo llevó a convertirse en mariachi de fin de semana en la ciudad de Texas, sin imaginar que ese paso lo llevaría por un camino tan insospechado como satisfactorio.

Y es que el talento y gusto por las rancheras que cultivó en su natal Siuna, en Estados Unidos se ha convertido en una fuente de ingresos.

Felipe Castro, se forja camino en la música vernácula como El Charro Pinolero. “Necesitaba un nombre artístico para presentarme en el programa de televisión Tengo talento, mucho talento y con el fin de identificarme con mis raíces y mi tierra Pinolera y charro, por el género de música que canto, me di a conocer con el nombre El Charro Pinolero”, cuenta sobre su paso por la pantalla de televisión que lo puso frente a la famosa Ana Bárbara, de quien recibió grandes elogios.

“Fue una experiencia muy bonita, agradable y categórica. Ana Bárbara es una de las juezas con más personalidad y carisma dentro del programa, sus palabras fueron muy alentadoras para continuar en mi sueño”, dice el siuneño al reconocer que nunca pensó que el gusto por la música mexicana que comenzó a cultivar desde niño le abriría puertas y oportunidades en un país como Estados Unidos.

PASIÓN POR MÉXICO

Comparte que desde los diez años comenzó su interés por la música. Se recuerda con 14 años viendo todas las películas de Vicente Fernández, "entre más conocía la música del mariachi más me despertaba la pasión por cantarla. Yo amo la cultura mexicana desde niño, porque cada día despierta en mí la pasión de vivir la vida con alegría”, comenta.

El niño que se paraba en los improvisados escenarios a cantar ahora es un charro profesional. Asegura que todo se le ha dado natural, desde el desarrollo de su voz hasta el dominio de las notas, y es lo que cree hace su talento muy particular.

Felipe Castro está feliz con el mundo que se ha abierto para él, pero no oculta su nostalgia por el tiempo que lleva sin ver a sus padres. “Al estar fuera de mi pueblo querido, el pueblo que me vio nacer, lo que más extraño es a mi familia, especialmente a mis padres y hermanos, y a las amistades que uno construye desde niño”, confiesa.

No obstante, se reconoce afortunado, porque llegó a un país desconocido, con muchas metas y la ilusión de un mejor porvenir, ha trabajado duro junto a su familia y ve como recompensa la oportunidad que tiene de vivir de su arte.

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