Compañía de Jesús lamenta cancelación de dos de sus ONG en Nicaragua y asegura que "siempre cumplieron con las leyes vigentes"

La Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús lamentó este jueves la ilegalización en Nicaragua de la Asociación Ángelo Giuseppe Roncalli y del Instituto Histórico Centroamericano (IHCA), ambas de los jesuitas, por órdenes de la dictadura de Daniel Ortega.

"La Compañía de Jesús lamenta el cierre del IHCA y de la Asociación Ángelo Giuseppe Roncalli que desde su fundación se han dedicado a procurar que las poblaciones más vulnerables en Nicaragua puedan llegar a tener vida y vida en abundancia", señalaron los jesuitas en una declaración.

Ambas oenegés fueron ilegalizadas el pasado 4 de mayo por la Asamblea Nacional junto a otras 48 organizaciones señaladas por la dictadura de no reportar sus estados financieros, tener juntas directivas vencidas y de incumplir el reporte de donaciones provenientes del exterior.

"Queremos asegurar que, tanto el IHCA como la Asociación Ángelo Giuseppe Roncalli, en el ejercicio de su misión al servicio del pueblo nicaragüense, siempre observaron y cumplieron las leyes vigentes en el país y en la Constitución de la República de Nicaragua", sostuvo la Compañía de Jesús.

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Los beneficiarios de los proyectos que ejecutaron ambas organizaciones "pueden dar testimonio de la ética, el profesionalismo y la solvencia moral de ambas instituciones y del personal que en ellas colaboraba".

TRABAJO SOCIAL DE LAS OENEGÉS

La cancelación de las más de 50 organizaciones fue publicada en la Gaceta, Diario Oficial, el lunes 9 de mayo.

El IHCA fue fundado en 1981 y era un centro de análisis, comunicación y acción social que durante cuatro décadas se dedicó a investigar y analizar la realidad de Nicaragua y Centroamérica por medio de la revista Envío.

Mientras que la Asociación Ángelo Giuseppe Roncalli, nació en 1961 con el nombre de Instituto de Investigación y Acción Social Juan XXIII, "siendo el primer instituto de la naciente Universidad Centroamericana (UCA)".

Según los Jesuitas, en los años 80 se transformó y adoptó el nombre de Instituto de Acción Social Juan XXIII. Finalmente en el 2015 pasó a ser la Asociación Ángelo Giuseppe Roncalli con programas de asistencia social en todo el país.

"La obra era conocida como Asociación Roncalli-Juan XXIII. Tenía por misión contribuir al ejercicio efectivo del derecho humano de los nicaragüenses al acceso de una vivienda digna y a la salud", señala la Compañía de Jesús.

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Con el programa de vivienda estaban presente en 50 municipios del país donde construyeron al menos 3,857 casas beneficiando a 15,430 personas.

En temas de salud, tenían presencia en 66 municipios con 122 puestos de venta social de medicinas, además contaban con 42 brigadas móviles, beneficiando a unas 350 mil personas por año. La asociación además desarrollaba proyectos de ecológicos en 110 comunidades beneficiando a 17,740 productores.

HAN SIDO ILEGALIZADAS 187 ONG

En Nicaragua, con el voto de los diputados sandinistas y sus aliados, se han ilegalizado al menos 187 ONG desde diciembre de 2018, 8 meses después de que estallara una revuelta popular —originada por unas controvertidas reformas a la seguridad social— calificada como intento de golpe de Estado por Ortega.

Las últimas 50 ONG, entre ellas las dos de la Compañía de Jesús, fueron anuladas el 4 de mayo pasado.

Según el Gobierno de Nicaragua, las ONG han incumplido con las leyes de la materia, lo cual ha sido rechazado por los afectados.

Entre las organizaciones implicadas, se encuentran ONG que defendían los derechos humanos, otras con causas médicas, feministas, educativas, ambientalistas, periodísticas e indígenas, así como universidades y centros de pensamiento, entre otras.

El Ejecutivo también ha cancelado los registros y números perpetuos de cuatro ONG estadounidenses y seis europeas.

Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del pasado 7 de noviembre, en las que Daniel Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.