Hijo de Daniel Ortega propone legalizar cultivo y venta de marihuana

Juan Carlos Ortega Murillo, el cuarto hijo de Daniel Ortega y Rosario Murillo, propuso este martes desde su cuenta de Twitter la legalización y comercialización de la marihuana en Nicaragua bajo el modelo de economía familiar que promueve el régimen Ortega-Murillo.

La reflexión de Ortega Murillo es que la producción y comercialización de la marihuana y sus derivados puede favorecer a la micro y pequeña producción tanto en el campo como en la ciudad.

El hijo del dictador se las ingenia para llamar la atención; lo hace con trucos mediáticos que vende como acciones políticas, dice ser músico, muestra su vida casera o sus ideas de empresario registrando marcas alimenticias o hace propuestas como estas para mantenerse en la opinión pública.

“¿Cuándo será el momento para que Nicaragua comience a discutir formalmente la viabilidad (o no) de despenalizar la producción, comercialización, tenencia y consumo de cannabis sativa y sus derivados?”, se preguntó" Juan Carlos en Twitter.

REGULAR CULTIVO DE MARIHUANA

Según el hijo de Ortega y Murillo, se debe "estudiar la experiencia" de otros países para garantizar "el orden y la seguridad pública" durante la producción de marihuana en Nicaragua, incluso planteó seis interrogantes sobre las posibles ventajes del cultivo de esta planta.

"Habría que estudiar la experiencia de aquellos países en donde ya no existen restricciones para cualquier uso, pero en donde sí existen normativas que buscan garantizar el orden y la seguridad pública", afirmó el director de Canal 8.

Incluso, propone que se analice las posibles ventajas económicas para Nicaragua si se legaliza la producción y consumo de la marihuana, sobre todo hace hincapié en garantizar el cultivo de alimentos para garantizar la soberanía alimentaria.

"¿Cómo impactaría la despenalización del cannabis en el desarrollo económico de Nicaragua?", se preguntó Ortega Murillo.

¿IMPULSADORA DE ECONOMIA FAMILIAR?

Hasta abril de 2021, más de 40 países habían avanzado en despenalizar el uso de la marihuana y sus derivados con fines medicinales y recreativos, aunque las leyes para regularlas siguen estando dentro de un círculo de polémicas que no parecen tener fin.

“El tema es muy controversial”, dice en Nicaragua un terapeuta contra la drogadicción. “Aunque haya leyes, siempre hay cuestionamientos, porque su consumo causa división”, señala el especialista.  

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Pero Juan Carlos Ortega Murillo no quiere quedarse en la simple idea de producirla y venderla. Insiste en creer que puede llegar a convertirse en “un modelo de economía familiar” en el país, y lo llega a proponer con la jerga que utiliza el régimen de quienes por la fuerza ejercen el poder; su papá y su mamá.

“¿Sería factible que la producción y comercialización de cannabis sativa se maneje bajo un modelo de economía familiar que favorezca a la micro y pequeña producción en el campo y la ciudad?”, se pregunta el heredero del régimen que hace un mes también propuso un partido único en Nicaragua.

El especialista dice que la propuesta del joven hijo de los dictadores chocan con un problema de raíz.

“Aquí en Nicaragua no hay historial de cultivos de ese tipo como las hay en otros países como Perú o Uruguay. En los años 60 se decía que la marihuana buena se cultivaba en Terrabona, pero nadie ha probado que haya tierras allá para ese cultivo”, comentó.

EN UN PAÍS DONDE NO IMPERA LA LEY

Pero más que eso, para él, el problema es que en el país la marihuana se consume de manera ilegal y no existe forma segura que garantice que una sustancia psicoactiva como esa, no desarrolle una adicción en el ser humano.

“Si hay dependencia, hay adicción y ese es un problema que ninguna santa ley puede controlar o regular”, advierte.

Para otros, el punto es que el país tal y como anda no puede asumir una responsabilidad como esa. “Algo tan delicado en manos de gente que no entiende de leyes más allá de que ellos y sus armas se creen la ley, no. Otro gobierno tal vez, pero no el de estos señores”, dice un abogado que pide no ser identificado.

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Explicó que ha llevado casos de personas que han sufrido arrestos al ser atrapados con menos de cinco gramos de marihuana y que han sido tratados como traficantes.

“El Código Penal establece que con una dosis menor a esa no va a la cárcel, aunque puede tener algún tipo de sanción, digamos administrativa como multas o trabajo comunitario, pero no la cárcel y ¿Qué hacen? Alteran el peso o te dicen que la ley son ellos. No hay respeto a la ley con esta policía actual y eso como dije, es delicado”, denuncia el abogado.

Pero también le ve problemas desde otro lado de la acera. “Uno se pregunta ¿Y quién controlará todas esas operaciones? En Nicaragua la ley no impera, impera la familia de este muchacho, una dictadura”, acusó el jurista.

ENGAÑO: ¿LA MARIHUANA NO ES LETAL?

Quienes defienden el consumo de la marihuana le dan un enfoque a veces ecológico, un toque a veces de cultura ancestral, pero los expertos recuerdan que se trata de una droga que altera la conducta de una persona. “No hay que olvidar que la marihuana es una ´puerta de entrada´ a otras drogas, casi el ciento por ciento de los jóvenes adictos ingresó al mundo de la drogadicción probando marihuana primero, no hay que engañarse”, dice el especialista.

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El otro gran problema para el especialista es que la marihuana casi nunca se consume sola. “El que la consume, la mezcla con otras drogas, y usan una droga para subir el efecto sicotrópico o bajarlo. Imagínese marihuana-alcohol y éxtasis, un riesgo letal para una persona y quienes lo rodean”, advierte.

Ortega Murillo se excede en bondades a favor de la planta. Cree que puede tener un impacto en el desarrollo económico y de paso, hasta influir en una mejor lucha contra el crimen organizado y la trata de personas. Ahora resta esperar cuando la pareja de dictadores, resolverán las inquietudes que su hijo tiene sobre la marihuana y su potencial en el país. "Es que en Nicaragua con esta familia todo esto posible", dice el terapeuta.