Mario Venerio, el instructor de natación esteliano que prepara a migrantes para sobrevivir al Río Bravo: "Yo solo quiero ayudar a la gente"
El instructor asegura que con sus clases gratuitas no busca incentivar a la gente a emprender el peligroso viaje, sino que accede a "ayudar" al conocer las historias dramáticas de quienes buscan desesperadamente salir del país.
- abril 17, 2022
- 11:31 PM
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Mario Venerio es el entrenador de natación esteliano que está en boca de todos por su singular clase: entrena a gente para cruzar el Río Bravo en México y llegar a Estados Unidos.
Todo comenzó hace poco más de tres semanas. Cuando varias personas llegaron a la piscina donde instruía para hacerle un solo pedido: “enséñenos a nadar para cruzar el río Bravo”, le dijeron. Dice en esta entrevista con DESPACHO 505 que, al comienzo, la idea le pareció extraña, pero cobró sentido con las noticias cada vez más frecuente en las que se da a conocer que varios nicaragüenses han perecido en las aguas del peligroso río.
Las últimas víctimas reportada de origen nicaraguense fueron un padre y su hijo. El segundo fue encontrado apenas el martes pasado y su familia en Granada llora la tragedia. “Conocí también a dos personas que se ahogaron allá, eran amigos, son cosas tristes pues, y uno quiere hacer algo, ayudar”, argumenta.
Antes de decir que “sí”, lo conversó con su padre, Francisco Venerio, otro experto en el tema, conocido por dedicar toda su vida a la natación deportiva. “Bueno, me dice mi papá, no se comete ningún delito si lo que se quiere es ayudar a la gente”, explica. Así que aceptó.
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“Yo solo tengo dos condiciones; la primera es que el curso es gratis, no cobro y antes me tienen que oír porque converso con ellos, para intentar persuadirlos que no se vayan en esas condiciones”, señala.
En cuanto a lo primero, es una buena noticia en medio del drama de quienes aseguran “que ya agotaron todas las opciones y solo les queda dejar el país” y sobre lo segundo, el instructor dice que llegan con fechas de viajes y hasta pagos hechos a quienes les ayudarán a cruzar la frontera. “Es muy difícil, es gente sin trabajo y deudas en algunos casos”, explica.
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Mario Venerio tiene 38 años y nació en Managua. Creció entre piscinas y silbatos porque su padre fue nadador deportivo y después instructor como es él hoy. También se enamoró del deporte y ha vivido su vida dedicada a eso. Hoy es instructor del equipo Mantarrayas de Estelí y vive en ese departamento.
¿Usted enseña a cruzar el río Bravo, pero usted no lo ha cruzado, cómo se explica?
En realidad es un curso de natación, yo enseño a nadar. No se hace con la intención de enseñarle a la gente a cruzar el río Bravo, si no que se le enseña a la gente a nadar. Lo hago conmocionado por todas las noticias que he oído sobre gente que está muriendo en esa travesía. Comencé con estos cursos hace unas tres semanas, pero repito que no es como incentivar que hagan ese viaje peligroso. Al contrario, antes les digo que no lo intenten, que no se vayan así.
Pero sus alumnos es gente que ya tomó la decisión de viajar.
Yo antes de iniciar el curso les digo que no se vayan, les digo que no hagan el viaje que no vale la pena, pero como la gente está decidida y tiene necesidades pues entonces yo digo, pues ojalá le sirva para algo. Yo conocí a dos personas que se ahogaron en ese río, precisamente en busca de ese sueño y a veces me digo que de haber sabido que se iban les hubiera apoyado, aunque sea en eso.
Este curso que yo doy es gratis. No cobro por eso, me conmueve lo que está pasando y pues creo que no cometo ningún delito, si lo que quiero es ayudar a la gente. Yo quiero insistir en que aquí no estamos promoviendo que la gente se vaya, no. Al contrario, les decimos no, eso es peligroso, pero vienen ya con fecha de viaje y todo, es gente con muchas necesidades.
A cruzar el río Bravo llega gente de diversas edades y hasta familias enteras, ¿Pasa los mismo con sus alumnos?
Pues si. Son alumnos de diferentes edades, hay niños aprendiendo a nadar, lo hacen con su mamá, con su papá, hay familias que están viniendo. Y vienen de todos lados, de Estelí y sus alrededores, La Trinidad, Santa Cruz y de fuera de Estelí también. Llegan donde yo estoy con mis clases a nadadores deportivos, a los centros de recreación donde hay piscinas, llegan grupos de ocho y hasta 16 personas. A veces vienen gente dos días y no regresan. Es un curso que dura de seis a cuatro días, al menos tres horas diarias. He llegado a tener hasta 18 alumnos en un día.
Pero una piscina no es lo mismo que el río Bravo, ¿Cómo simula las dificultades?
Yo les digo a la gente que no es lo mismo, que las del río son aguas difíciles y que en nada se parece a una piscina. Lo que hacemos es que entre los mismos participantes creamos las condiciones adversas, agitando el agua, creamos las turbulencias, los guiñamos, ponemos a prueba la resistencia para que vayan preparados, pero siempre les advertimos que no es lo mismo.
Se anuncian estos cursos en redes. ¿Es cierto?
No, lo que anunciamos son los cursos de natación. Yo no estoy promoviendo ningún curso, la gente viene me pide ayuda yo ayudo en lo que puedo. En estos momentos, estamos enfocados en preparar a mi equipo para un campeonato de natación, que es a lo que me dedico.
¿Qué técnicas debe dominar quienes quieren cruzar el Río Bravo?
Recomiendo saber nadar, es lo primero. Si no saben nadar mejor ni intentarlo, ni en ese río ni en ningún otro. Yo les enseño nado para avanzar, a flotar y sumergirse. Eso es todo.