“Un grito fuerte desde abril”, “Todos gritan presente”, “No nos van a callar”, las letras de Monroy y Surmenage que incomodan a la dictadura

La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha desatado una cacería contra opositores y artistas críticos, a seis días de conmemorarse en cuarto aniversario de la Rebelión de 2018 en Nicaragua. Los allanamientos y redadas policiales ya han dejado al menos cuatro detenidos, entre ellos Josué Monroy, vocalista de la banda Monroy y Surmenage.

El músico fue detenido este martes en Managua en un operativo que también alcanzó a los productores  Xóchitl Tapia y Salvador Espinoza, gerentes de Saxo Producciones; y Leonardo Canales, director de La Antesala, un espacio cultural de la capital.

Las detenciones se dan luego de un concierto el pasado 2 de abril en la Alianza Francesa, donde la banda Monroy y Surmenage habría interpretado su canción "En el ojo del huracán", un tributo a las víctimas de la represión del régimen a las protestas de abril de 2018 en Nicaragua.

La canción incluye letras como "Un grito fuerte desde abril", "Todos gritan presente" y "No nos van a callar". Durante el concierto, Josué Monroy habría gritado al final de su interpretación que "abril no se olvida".

La producción del concierto estuvo a cargo de Saxo Producciones, cuyos gerentes además son managers de la banda.

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NO HAY LIBERTAD DE EXPRESIÓN ARTÍSTICA

Paulo Abrão, exsecretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), denunció las nuevas detenciones como parte de la continuidad de un estado de excepción de facto en Nicaragua y una violación a la libertad de expresión artística.

Por su parte, la defensora de derechos humanos Yonarqui Martínez condenó las detenciones y exigió la liberación al remarcar que "son artistas, no delincuentes".

La libertad artística ha sido violada constantemente por la dictadura. Varios cantautores, escritores y comediantes se han tenido que exiliar por temor a ser encarcelados bajo cargos de "menoscabo a la integridad nacional" o "ciberdelitos", figuras que utiliza la Fiscalía para procesar a quienes critican el sistema que impera en Nicaragua.

Artistas como los hermanos Luis Enrique y Carlos Mejía Godoy, Jandir Rodríguez; escritores como Sergio Ramírez y Gioconda Belli han tenido que salir del país para resguardar su libertad y su vida.

En esta arremetida, también ha sido cancelada la personería jurídica de la Asociación de Cantautores Nicaragüenses, fundada por Luis Enrique Mejía Godoy.

ALLANAMIENTOS, DETENCIONES Y ASEDIO

En la jornada represiva de este martes, la Policía Orteguista ejecutó al menos cuatro detenciones, siete allanamientos y cuatro asedios en casas de opositores a la dictadura.

En Masaya, fueron allanadas las casas de Yolanda González, excarcelada política; y de Meylin Potosme, de la Organización Víctimas de Abril (OVA),  hermana de Darwin Potosme, asesinado durante las protestas en 2018.

El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), denunció que en el caso de Yolanda González fue encerrada en un cuarto para ser interrogada y los policías decían que buscaban armas. Al irse, amenazaron con que volverían para meterla presa. Quedó bajo vigilancia de un civil en moto y una patrulla que ronda la zona.

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La Articulación de Movimientos Sociales también ha registrado el allanamiento en cuatro casas de opositores en los departamentos de Madriz, Jinotega y Nueva Segovia.

El Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas de Nicaragua, en su último informe indicó que en Nicaragua había al menos 181 presos políticos.

DISCURSO DE ODIO ANTECEDE ARRESTOS

Los arrestos, allanamientos y asedios ejecutados por la Policía llegan tras varios días constantes señalamientos de Rosario Murillo contra opositores, medios de comunicación y la obispos, en el marco del cuarto aniversario de la Rebelión de Abril.

La vocera de la dictadura ha tildado a sus opositores de «destructores de la paz», quienes según ella, «querían que el mundo creyera que la insurrección se repetía en Nicaragua».

«Esos arranques de histeria, de odio, aquí nunca más», había advertido la funcionaria sancionada por violaciones de derechos humanos y abusos de corrupción.