Restauración de manglares, agua potable, gestión de riesgo y monitoreo del clima. Esto es lo que se pierde con el cierre del Centro Humboldt 

La cancelación de la personería jurídica de una de las organizaciones referentes en la gestión de riesgo y adaptación al cambio climático en Nicaragua, es una medida que afecta principalmente a los más pobres.

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  • marzo 19, 2022
  • 12:55 AM

Llevar agua potable a una comunidad rural de Puerto Morazán, capacitar a mujeres para la fabricación de cocinas solares en Masaya o la restauración de los bosques de manglares en la Isla Juan Venado, León, son solo tres ejemplos de lo que se pierde en Nicaragua tras el cierre “arbitrario” del Centro Humboldt por parte de la dictadura de Daniel Ortega.

La cancelación de la personería jurídica de una de las organizaciones referentes en la gestión de riesgo y adaptación al cambio climático en Nicaragua, es una medida que afecta principalmente a los más pobres.

El Centro Humboldt, luego de 32 años de trabajo en el país, fue cancelado el pasado jueves junto a otras 24 organizaciones no gubernamentales por supuestos incumplimientos de sus obligaciones ante el Ministerio de Gobernación.

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La organización lo niega y ha calificado como “arbitraria” la medida de la dictadura. Sostienen que Gobernación se negó a recibir los estados financieros y los documentos legales que pedían, alegando que “no estaban apegados a los marcos establecidos en el marco regulatorio de las asociaciones sin fines de lucro”.

FIN DE PROYECTOS

El Centro Humboldt ya se había salvado de ser eliminado en la primera ronda de cancelación de organizaciones en la que el régimen eliminó a Fundación del Río.

Ahora, varios proyectos que se ejecutaban en distintas zonas del país, principalmente, en la zona rural, caerán. En las costas de León en la isla Juan Venado se estaba ejecutando un proyecto de protección y restauración de los bosques de manglares.

En Chinandega estaban financiando un proyecto que podría llevar agua potable a la comunidad Morazán, en el municipio de Puerto Morazán. En Masaya implementaron un proyecto en donde capacitaron a mujeres en la construcción de cocinas solares como medio alternativo para el consumo de energía renovable.

En algunas comunidades del Corredor Seco de Nicaragua desarrollan programas de adaptación ante la sequía y enseñan a la población cómo mitigar los efectos de la escasez de lluvia. Asimismo, se brinda asistencia técnica a agricultores.

El Centro Humboldt es una de las organizaciones que más ha trabajado en la construcción de una política de gestión del riesgo ante desastres. Su proyecto de monitoreo climático es por lo que más se le conoce. Es la fuente de información de varios medios de comunicación para consultar sobre el comportamiento del clima.

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Tienen la Red de Monitoreo Climático Comunitario más grande que tiene una organización no gubernamental. Con esta red obtienen información sobre el comportamiento de la temperatura, los registros de lluvia y cualquier fenómeno extraordinario que suceda.

CRECE VULNERABILIDAD

La dictadura de Daniel Ortega está acrecentando la vulnerabilidad entre los más pobres de Nicaragua con el cierre del Centro Humboldt, afirmó el experto en gestión de riesgo y vulnerabilidad Guido Calderón, coordinador de la Convergencia Ciudadana para la Gestión del Riesgo (Cociger) de Guatemala.

“Es lamentable que ocurra eso con organizaciones de este prestigio. El vacío de Humboldt lo sentirá la población que era beneficiaria de sus proyectos. Cerrar organizaciones como estas cuando el gobierno no tiene la capacidad de dar una cobertura adecuada es un riesgo y ahí se crean vulnerabilidades en la población pobre”, señaló Calderón.

Por otro lado, Rosa Matamoros, facilitadora de la Mesa Nacional para la Gestión del Riesgo (MNGR), plataforma a la que Centro Humboldt pertenece, afirmó vía telefónica que no estaba facultada para pronunciarse sobre el caso, ya que la Comisión Ejecutiva debía hacerlo.

De acuerdo con la página web de la MNGR, los representantes de la Comisión Ejecutiva son miembros de oenegés afines a la dictadura como la Unión Nacional Agropecuaria de Productores Asociados (UNAPA) y la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).

Una fuente interna de esta plataforma, que pidió anonimato, aseguró que estas dos organizaciones junto con el Centro Intereclesial de Estudios Teológicos y Social (CIEETS) y el Movimiento Comunal Nicaragüense y otras organizaciones ligadas al régimen, están bloqueando un pronunciamiento en solidaridad con el Centro Humboldt.

El Centro Humboldt también realizaba estudios sobre el impacto de las actividades extractivas como la minería y el aprovechamiento de la madera. Sin embargo, a partir de 2020, por no incomodar y ponerse en la mira de la dictadura, dejó de publicar y proporcionar información a los periodistas. Finalmente, fue cancelada.

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