El sueño americano que terminó en la pesadilla de una familia de Jinotega

Lo que más aflige la madre de dos de los secuestrados es la suerte de dos niñas que iban con ellos en la travesía.

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  • marzo 10, 2022
  • 09:56 PM

Cada vez que repica el teléfono, doña Justina Gutiérrez se sobresalta, se asusta y siente que el pecho le va a estallar. Cree que pueden ser malas noticias. En su casa ubicada en Villa Norte, al suroeste de Jinotega, viven una pesadilla: buscan reunir 30 mil dólares para que un Cártel de México deje libre a seis miembros de su familia, entre ellos dos de sus hijos y dos pequeñas nietas.

El resto de secuestrados son su nuera y su sobrino. Familiares, amigos y vecinos se han lanzado a las calles de ese departamento norteño con alcancías, han ido a radios locales y escuelas, han perifoneado la necesidad y les han pedido ayuda a las autoridades locales.

“La gente nos ha respondido, pero falta dinero, falta mucho”, dice doña Justina a DESPACHO 505. En su casa no se habla más que de eso y quienes llegan a verla por estos días, quiere saber cómo está ella y que sabe de los “muchachos”.

“¿Hay noticias?, preguntan y yo no sé que decirles, porque no hay, no sabemos nada”, dice angustiada la mujer.

El domingo último doña Justina fue informada por uno de sus hijos; Juan Agustín Pineda Gutiérrez, que él, su esposa Yahoska Bonilla, sus hijas de dos y siete años, su hermano Christian Danilo Pineda Gutiérrez y su primo Miguel Antonio Gutiérrez, fueron abandonados por "el coyote" que los cruzaría a Estados Unidos de forma irregular y que un grupo armado, identificados como miembros del Cártel de Sinaloa, los tomaron como rehenes. Ahora piden dinero a cambio de sus vidas.

HIPOTECARON SU CASA PARA EL VIAJE

Nancy es nuera de doña Justina y quien la apoya desde que la desgracia tocó a la puerta de la familia. Cuando la señora “se ahoga en llanto” es Nancy, quien la consuela, le pasa un vaso de agua y retoma el habla para comentar lo que están viviendo. “Han sido horas horribles, aquí casi no se duerme, casi no se come, uno vive angustiado, se imaginan ustedes como estamos”, señala.

Los seis integrantes de una familia secuestrados en México. Cortesía.

Ella también asegura que la gente de su comunidad no ha parado de apoyarles en la recolección del dinero. “Pero es que dan lo que pueden y es mucho lo que están pidiendo”, también se lamenta la familiar de los secuestrados.

Doña Justina dice que se siente “como atrapada”. “Uno no tiene paz con esto”, comenta. Ese viaje, dice, ha traído la desgracia a su familia. Cuenta por ejemplo que a la desesperación de conseguir lo que el Cártel está pidiendo por sus hijos, su nuera, sus nietas y su sobrino, hay que agregar las deudas que dejaron para emprender la travesía.

“Se debe, mire, prestamos dinero sobre la casita, 4 mil dólares para pagar ese viaje y ahora estamos con todo perdido…no, esto es duro”, comparte. Sus hijos tomaron la decisión de irse debido a la falta de trabajo que hay en la zona. “Aquí todo está caro y sin trabajo, los pobres iban en busca de mejorar la situación y ya ve, quién sabe lo que va a pasar”, lamenta.

HORAS DE ANGUSTIA

El Servicio de Aduana y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP por sus
siglas en inglés) reporta que de enero a diciembre del 2021, fueron detenidos
87 mil 569 nicaragüenses intentando ingresar a ese país. Los picos se
registraron en los meses de julio cuando capturaron a 13, 509 connacionales, en
noviembre (13,679) y diciembre (15,334). Mientras que en enero de este 2022,
contabilizaron 11,630 nicaragüenses.

En noviembre y diciembre del año pasado fueron frecuentes las denuncias de
secuestros de migrantes nicaragüenses que buscaban el sueño americano. Un
recuento rápido de varias publicaciones hecho por DESPACHO 505 para este reporte estableció que solo en noviembre, cinco familias completas fueron secuestradas
y llegaron a sumar 27 nicaragüenses en manos de cárteles, quienes pidieron desde 5 mil dólares por persona a cambio de respetar sus vidas en plazos que según la
amenaza, no deberían exceder los cuatro días.

Amistades y familiares se movilizan en busca de reunir el dinero para pagar el secuestro.

Aunque a esta familia de jinoteganos no le pusieron un plazo para reunir el
dinero y entregarlo para lograr las liberaciones, doña Justina dice que cada
minuto que ellos pasan en manos del Cártel “es angustioso" para ella y el
resto de la familia. “No sabemos si esas niñas comen, si ellos comen, no
sabemos nada”, se queja la madre.

CUATRO MIGRANTES NICAS MUERTOS EN CUATRO DÍAS

Desde que inició esta semana, varias familias nicaragüenses han recibido
malas noticias de sus parientes que intentan cruzar a Estados Unidos de manera
ilegal utilizando la frontera mexicana. Además de los secuestros, muchos han
perdido la vida en el peligroso viaje.

El fin de semana reciente, se reportó la muerte de la nicaragüense Clorinda Alarcón
Urbina, de 20 años, quien en estado de embarazo viajaba en condiciones inhumanas  junto a otros 46 nicas, en un tráiler sin ventilación que llegó a alcanzar una sensación térmica de hasta 40 grados, según reportaron las autoridades.

Los migrantes fueron abandonados en la ciudad de Monclova, Coahuila, al norte del territorio azteca. Patrulleros mexicanos los rescataron y fueron llevados a un hospital, pero ella no sobrevivió. Este martes, otro tripulante del tráiler, Jaime Moreno Mendoza, de 39 años, tampoco logró recuperarse de la hipertermia que sufrió y también se rindió a la muerte.

La nicaragüense Neyling Rizo Gutiérrez, de 26 años quien pereció arrastrada por una corrientes del río Bravo. Cortesía

Las autoridades del Instituto Nacional de Migración de México (INM) reportó este miércoles, el rescate del cuerpo de la nicaragüense Neyling Rizo Gutiérrez, de 26 años quien pereció, cuando fue arrastrada por fuertes corrientes del río Bravo, el que intentó cruzar para llegar a Estados Unidos. Rizo Gutiérrez era originaria de Estelí y ahora su familia también hace colectas para traer sus restos a Nicaragua.

"Es difícil todo lo que está pasando, hay mucha tristeza", dice doña Justina, quien pese a ello, espera que la pesadilla para su familia termine lo más pronto posible.

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