El femicidio de adolescente en Rosita revela a un asesino en serie en el Caribe Norte

El asesino en serie confesó a la policía, además del femicidio, haber asesinado a su cuñada, al hijo de ésta, y a su hijastra.

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  • marzo 04, 2022
  • 11:57 PM

El femicidio de una adolescente de 16 años, que habitaba en la comunidad de Umbila del municipio de Rosita de la Costa Caribe Norte, dejó al descubierto a un asesino en serie que en menos de tres meses ya les había arrebatado la vida a otros tres miembros de una misma familia.

Se trata de Henry Javier Molina García de 31 años, quien tras su captura confesó a la Policía que en la lista de crímenes se encuentran su cuñada Petrona Blandón Cruz, de 32 años, el hijo de esta de iniciales J.R.L.B., de 12, y la hijastra de él, de iniciales M.M.S.M., de 16.

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El crimen que desenmascaró a Molina, ocurrió la tarde del pasado 12 de febrero cuando llegó a la casa de habitación de la adolescente, que era su concuña, para agredirla sexualmente y luego la estranguló, hasta provocarle la muerte por asfixia mecánica por ahorcamiento.

Pero a diferencia de los tres crímenes cometido entre septiembre y noviembre del 2021, Molina no logró borrar sus huellas de violencia en la escena del crimen, por lo que los familiares de la adolescente sospecharon inmediatamente que se trató de un asesinato.

Y concluyeron que Molina participó en los hechos debido a que la acosaba sexualmente y aunque huyó del lugar, los familiares le dieron persecución con ayuda de pobladores para capturarlo en una zona montañosa.

INVESTIGACIONES CONTINÚAN

Posteriormente lo entregaron a la Policía de la localidad sin imaginarse que durante la investigación, Molina terminaría confesando que también había asesinado por estrangulamiento a su hijastra, a su cuñada y al hijo de ella.

A su cuñada y al hijo de ésta, les privó la vida en septiembre, fecha en la que ambos desaparecieron de la comunidad y para no levantar sospechas Molina, lanzó sus cuerpos en una letrina y dijo a los familiares que se habían ido a vivir a otro lugar.

En noviembre agregó a su lista de víctimas a su hijastra, a la cual enterró cerca del mismo lugar para luego decir que se había marchado con un novio y como Molina se congregaba en una iglesia desde hace 4 años, los familiares confiaban en su versión.

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Tras confesar los crímenes Molina, procedió el 26 de febrero a indicar el sitio donde se encontraban los cuerpos, pero las investigaciones continúan para determinar si no está involucrado en otros crímenes.

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