Juan Sebastián Chamorro y Tamara Dávila, inquebrantables pese a las torturas que sufren

Los presos políticos Juan Sebastián Chamorro y Tamara Dávila se declararon inocentes y aprovecharon la ocasión para denunciar las crueles torturas y violación a sus derechos humanos, ante el juez orteguista Félix Ernesto Salmerón Moreno, quien los declaró culpables del supuesto delito de conspiración para cometer menoscabo a la soberanía nacional. 

“Soy inocente, solo Dios, la historia, y mi país Nicaragua me pueden juzgar”, dijo con firmeza el exprecadidato presidencial Juan Sebastián Chamorro, luego de escuchar el veredicto, según contó el familiar que estuvo presente en el juicio. Mientras que la dirigente opositora y activista feminista Tamara Dávila sostuvo: “Soy inocente, mi único delito es ejercer mi derecho a defender  derechos y denunciar las injusticias”, al tiempo que sentenció que “ayer, hoy y mañana seguiré defendiendo derechos y demandando justicia, libertad y democracia para Nicaragua”.

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Ambos presos políticos llevan más de 8 meses encarcelados en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) conocidas como El Nuevo Chipote, rehenes de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. En esas mismas cárceles fueron enjuiciados en una maratónica audiencia que duró 7 días y que culminó con el veredicto de culpabilidad este jueves.

DECLARADO CULPABLE EL MISMO DÍA DE SU CUMPLEAÑOS

Juan Sebastián Chamorro, que el mismo día que fue declarado culpable estaba cumpliendo 51 años de edad, al escuchar el veredicto de culpabilidad agradeció a su defensor y a la “defensa colectiva” por su trabajo. 

“En este momento sé que hay muchas cosas en qué pensar, hace 51 años tuve el regalo de la vida, he tenido una vida correcta, mi hoja de vida demuestra que he procedido correctamente y he buscado dar respuestas a los problemas de mi país y esto me da tranquilidad”, dijo el reo de conciencia para quien la Fiscalía de la dictadura está solicitando 13 años de cárcel..

Asimismo pidió que todo lo que está sucediendo contra él y contra el pueblo nicaragüense quede documentado: “Que quede escrito para que mi hija y las generaciones venideras sepan realmente lo que está sucediendo, para que puedan entender lo que ha pasado”. “Estoy en paz, tengo fe y esperanza porque sé que Dios y los nicaragüenses saben que soy inocente”, declaró.

TAMARA DENUNCIA GOLPIZA Y AISLAMIENTO

Por su parte Tamara Dávila, para quien el Ministerio Público está solicitando una pena de ocho años de prisión, denuncia en un mensaje que logró enviar al pueblo de Nicaragua, a través del familiar que la acompañó en el juicio, que fue golpeada hasta hacerla sangrar y lleva ya más de ocho meses en total aislamiento como una forma de tortura.

“A pesar de no oponer resistencia el día de mi detención, me golpearon en la cara varias veces hasta hacerme sangrar. Apenas llegué al Chipote tuve que ser llevada a la enfermería”, denuncia la presa política. “Quiero que todas las personas sepan que tengo más de ocho meses de estar en una celda sellada, en completo aislamiento, en donde me pasan la comida y medicinas por una escotilla”, agregó.

EXIGE RESPETO A LOS DERECHOS DE SU HIJA

La feminista insistió en que está presa ilegalmente y pese a que a ella le han violentado todos sus derechos exige que no se los violenten a su hija de cinco años. “No la castiguen, ella tiene derecho a ver a su madre y tener la certeza de que estoy viva, esto está establecido en las leyes de Nicaragua y convenciones internacionales de protección a la niñez”, demandó Dávila.

La presa política no ha podido ver ni comunicarse con su hija desde el 13 de junio del año pasado, día en que fue sacada de su casa con violencia por la Policía Orteguista. Por tal razón, demanda que le permitan ver a su hija y comunicarse con ella regularmente. Además, pide que le devuelvan a su familia el diario en el que ha documentado la vida de su niña desde antes de nacer. Ese diario, según la activista opositora, fue usado como evidencia en su contra en el juicio. “Ahí está escrita la memoria y vida de una niña. No pueden violar su privacidad de esa forma”, denunció.

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Dávila le exige a la dictadura Ortega-Murillo que cese su aislamiento e incomunicación y el de todas las personas que la sufren, en especial para las otras mujeres presas en El Chipote. Junto con Chamorro y Dávila también fueron declarados culpables por menoscabo a la integridad nacional, los reos de conciencia Violeta Granera, Félix Maradiaga, José Adán Aguerri, José Pallais y Arturo Cruz.

Entre el 1 y el 23 de febrero, los jueces orteguistas han declarado culpables a 32 presos políticos y a un opositor en ausencia, acusados de menoscabo a la integridad nacional y ciberdelitos.