¿Qué esperar de las elecciones municipales de noviembre de este año?

Nicaragua vivirá en noviembre de este año unas elecciones municipales en las que el panorama no indica que serán justos, transparentes y observados, explican analistas consultados. Si se toma como referencia las votaciones presidenciales de noviembre pasado, calificadas como una "farsa" por la oposición y la comunidad internacional.

Según datos del Presupuesto General de la República, al Consejo Supremo Electoral (CSE), le asignaron para este año una partida de 1,823,080,000 millones de córdobas, monto que incluye una partida destinada para sufragar los gastos de los comicios municipales.

Hasta la fecha el CSE, dominado por el orteguismo no ha convocado para las elecciones municipales. Un experto en temas electorales que pidió omitir su nombre por temor a represalias, considera que para los comicios municipales de noviembre de este año se puede “esperar más de lo mismo”, de lo que vivió en las nacionales del 2021, las cuales fueron marcadas por el alto grado de abstencionismo, que según el observatorio de Urnas Abiertas alcanzó el 81.5%.

 “Es decir iremos una vez más a una farsa y es lo que puede pasar con las elecciones municipales volver a tener una farsa electoral, donde la falsa oposición participaría, donde los resultados ya estarían completamente a favor del partido de gobierno y donde podría esperarse más que la asignación de las alcaldías que el Frente (Sandinista) quiera retener”, manifestó la fuente.  

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En las elecciones municipales del 2017, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) se asignó 135 alcaldías de las 153 que hay en todo el país; las restantes fueron repartidas de la siguiente manera: 11 para el Partido Liberal Constitucionalista (PLC); seis para Ciudadanos por la Libertad (CxL), cuya personería jurídica fue cancelada en agosto pasado y una para la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN).

En los comicios del 2017 se registraron hechos de violencia que dejaron al menos cinco fallecidos y fueron los últimos donde la Organización de Estados Americanos (OEA) desplegó una misión electoral la cual recibió 219 denuncias, que fueron trasladadas al CSE.

Luciano García de Hagamos Democracia indicó que el régimen de Ortega no cuenta con el respaldo de la comunidad internacional y el desprestigio que tiene “no le permite legitimar ningún proceso eleccionario” y por tanto no tendrá validez

“Creemos que lo más conveniente es que en Nicaragua se restablezcan el Estado de derecho y ese se va a establecer una vez que Ortega a un diálogo donde la causa principal de la reconstrucción del Estado de derecho pase por nuevas elecciones presidenciales”, señaló García.

Según el analista, la oposición está en “resistencia cívica” denunciando las violaciones a los derechos humanos, liberación de presos políticos entre otras acciones. Además se están “reorganizando” ya que los principales cuadros están encarcelados “pero eso no significa que calló a la oposición”.

ORTEGA HA RECRUCEDIDO LA VIOLENCIA EN ESTE AÑO

Pedro Fonseca, internacionalista y analista político dice que hay que tener en cuenta para estos comicios municipales los niveles de violencia y represión que ha impuesto Daniel Ortega en este primer mes después de que tomó posesión para su cuarto mandato consecutivo y el segundo junto a su esposa Rosario Murillo.

Ortega ordenó al Poder Judicial reactivar los juicios contra los opositores y desde entonces ha declarado culpables a una veintena de presos políticos y ha condenado al menos siete de ellos.

“Las medidas aplicadas en contra de los presos políticos y las sentencias publicadas por el órgano judicial demuestran que las medidas violentas del régimen van a continuar”, manifestó Fonseca.

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 Además, desde la Asamblea Nacional, el dictador continuó su guerra contra las oenegés al ilegalizar diversos organismos entre los que se incluye universidades lo cual, según Fonseca, atenta contra la libertad de cátedra, y hace indicar que este año difícilmente vamos a tener un cambio de panorama.

Fonseca considera que para estas elecciones municipales probablemente funcione la misma dinámica “fraudulenta y con un proceso electoral viciado” como el de las presidenciales del 2021.

En Nicaragua persiste una crisis institucional y de gobernabilidad que provoca que “no existan condiciones fundamentales para el ejercicio de los principios democrático como son las elecciones”.

“En Nicaragua probablemente se tenga una ley Electoral mediamente funcional, probablemente se tenga una estructura y una tecnología electoral que pueda desarrollar unos comicios, pero mientras no se tengan oportunidades para el debate político, para el intercambio de ideas, para la participación política, jamás vamos a tener unas elecciones exitosas”, explicó Fonseca.

LOS CAMBIOS NECESARIOS

Las fuentes explicaron que se necesita unas verdaderas reformas a la Ley Electoral ya que las que dieron en mayo del 2021 impusieron “un bozal” y destruyeron el sistema electoral nicaragüense, pero además urgen cambios de magistrados del Poder Electoral y las estructuras departamentales y municipales a nivel nacional.

“También se necesita una restitución de los derechos civiles y políticos de la ciudadanía y las organizaciones políticas, es decir, devolver las personerías jurídicas a los partidos políticos de verdadera oposición”, indicó el experto.

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El año pasado el CSE les canceló la personería a tres partidos políticos: el Partido de Restauración Democrática (PRD), el Partido Conservador (PC) y Ciudadanos por la Libertad (CxL).

“No es posible pensar en unas elecciones cuando hay presos políticos, cuando tenemos una Policía que violenta o que reprime, cuando tenemos una estructura que controla todos los sectores sociales y cuando tenemos un Ejército que es socio económico y familiar del régimen y que no da indicios de cambio”, manifestó el politólogo.