Monseñor Silvio Báez llama a no callar la injusticia en Nicaragua
"Ay, de ustedes los ricos…, ay de ustedes los que se hartan ahora, ay de ustedes los que ahora ríen", dice en alusión a los represores.
- febrero 13, 2022
- 11:32 AM
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El Obispo Auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, llamó en su homilía de este domingo a los que sufren en Nicaragua “opresión, pobreza y aflicción” a esperar consuelo en Dios. Las palabras prelado llegan en momentos en que el país padece una conmoción por el fallecimiento --en condición de preso político-- del general en retiro Hugo Torres.
Cuando Báez supo de la muerte del antiguo guerrillero dijo que la noticia “causa dolor e indignación”. “Siempre que muere un ser humano en estas condiciones, en cierto modo es herida toda la sociedad. Mi sentida condolencia a su familia. ¡Libertad para todos los presos políticos!”, escribió en un tuit el sábado.
Durante el servicio religioso de este domingo, el sexto del tiempo ordinario, Báez resaltó la lectura del Evangelio de Lucas, relacionada a las llamadas bienaventuranzas.
“En contraposición a la dicha de los pobres, Jesús entona un grito de lamentación fúnebre sobre los ricos, los satisfechos, los egoístas y los insensibles ante el dolor humano: Ay, de ustedes los ricos…, ay de ustedes los que se hartan ahora, ay de ustedes los que ahora ríen”, dijo el religioso.
“Al entonar estos ayes, Jesús ve con pena y con dolor a los ricos ambiciosos y egoístas interesados solo en tener más, a los ambiciosos de poder que oprimen y se imponen por la fuerza, a los cínicos que se burlan del dolor de las víctimas, a los insensibles que no son capaces de sentir el dolor de quienes padecen sufrimiento”, señaló desde la iglesia Santa Ágata, en Miami.
ALIENTO A LAS FAMILIAS QUE SUFREN
Báez alentó a las familias de quienes están padeciendo. Dijo que deben tener la certeza que “Dios enjugará sus lágrimas y tristezas. Seremos dichosos si, como él y con él, estamos cerca de los pobres, de los afligidos y de los hambrientos, si nos ponemos de parte de las víctimas de la injusticia y luchamos por sus derechos”, aconsejó.
En Nicaragua, 175 familias sufren el encarcelamiento de un pariente por oponerse a una dictadura que ha demostrado ser indolente hasta con la muerte misma.
El general Hugo Torres falleció de una enfermedad que empeoró tras permanecer más de 200 días en una celda, pese a que era un hombre de 70 años y su familia había pedido --como lo han hecho otras-- consideración por ser personas adultas mayores.
Pero Ortega, lo que ha hecho es endurecer sus posturas contra los adversarios políticos. Los presos de conciencia, padecen encierros tras ser secuestrados y ahora juzgados por delitos inventados que el régimen convirtió en ley.
Báez, recordó que “en un mundo de mentiras, quien dice la verdad es perseguido y silenciado; en un mundo de injusticias, el justo es repudiado y hasta condenado a muerte. Por eso muchos piensan que es mejor callarse, que es mejor no buscarse problemas, que es más prudente actuar como si no hubiéramos visto nada y evitar decir cosas que puedan disgustar a los poderosos”, criticó.
CONTRA EL MIEDO
El religioso llamó a no tener miedo. “Si queremos actuar con la valentía y la libertad de las bienaventuranzas y colaborar a cambiar el mundo, no podemos dejarnos condicionar ni por intereses mundanos, ni por el miedo”, recomendó.
Por último, el religioso exaltó la labor de la iglesia católica que no ha parado de denunciar las injusticias. “¡Dichosa una Iglesia que es más profética que diplomática! ¡Dichosa una Iglesia que no vive para sí misma, ni teme a los poderosos, sino que se pone al servicio de la dignidad humana y la liberación de los pobres! ¡Dichosa una Iglesia que es tan pobre que solo confía en Dios!”, señaló.