Cargo de Daniel Edmundo Ortega Murillo es "ilegal e inexistente"

En el decreto en el que Daniel Ortega le da vida al poderoso Consejo de Comunicación y Ciudadanía, desde donde Rosario Murillo, su esposa, se afianzó para gobernar con él y atornillarse al poder, no existe una dependencia que coordine a los Medios del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, por lo que el cargo que estrenó este miércoles su hijo, Daniel Edmundo Ortega Murillo, tampoco debería existir.

El nuevo funcionario de la familia presidencial es director del Canal 4 de televisión, propiedad del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Daniel Edmundo, tiene 41 años de edad y hasta ese miércoles, mantenía un perfil bajo contrario a sus hermanos Camila, Laureano y Juan Carlos.

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Su aparición se dio en el contexto de enviar un saludo a los participantes en el foro de los medios de China por los juegos olímpicos y paralímpicos de invierno Beijing 2022.

NUEVO TENTÁCULO

Cuando Ortega se ciñó en un nuevo regreso al poder la banda presidencial, el 10 de enero de 2007, compartirlo con Murillo fue una de sus primeros anuncios al firmar esa misma noche la creación de la vocería que descansaría en ella, según el Decreto Ejecutivo No. 03-2007, Reformas y Adiciones al Decreto No. 71-98, Reglamento de la Ley No. 290, Ley de Organización, Competencia y Procedimientos del Poder Ejecutivo y su Reforma Decreto No. 25-2006.

El documento estableció el origen de la Secretaría del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, la que tendría al menos 13 funciones, desde asistir al presidente en lo que requiriera, hablar en su nombre, hasta ser una especie de sombra en sus apariciones públicas. Todo lo que Murillo hace.

Con su creación, desaparecieron: la Oficina de Desarrollo y Asistencia Social, que era el brazo social del despacho de la Primera Dama, la Dirección de Coordinación de la Comunicación y la Secretaría de Prensa, donde se ubicaban los voceros del Presidente, además extinguió por completo la Oficina de Ética Pública y sus dependencias establecidas en los departamentos y regiones del país.

Pero de las 13 funciones de la oficina que dirige Murillo, por ningún lado se menciona el cargo que repentinamente se supo este miércoles que ocupa Daniel Edmundo, el tercero de los hijos de Ortega que hace carrera como funcionario público.

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“Se trata claramente de un cargo inventado, sacado de la manga, dicho en buen nicaragüense”, dice un investigador en temas de políticas públicas que pide protección a su identidad por temor a represalias.

COORDINA A MEDIOS PRIVADOS

Y es que si algo dice el decreto sobre algún tipo de manejo de medios de comunicación del Estado, lo hace en el inciso “F” y lo limita a los medios del gobierno que en Nicaragua se sabe es Canal 6 y Radio Nicaragua. Es función del Consejo de Comunicación y Ciudadanía “Dirigir la gestión de todos los medios de comunicación del gobierno”, dice el apartado.

“Este muchacho aparece como un gerente de un Holding de medios de comunicación privados, porque hasta donde se entiende, los canales 2, 4, 8 y 13, una decena de radios y otra decena de plataformas digitales son de la familia Ortega-Murillo. A menos que hayan pasado a manos del Estado y no lo hayan informado”, dice el experto.

“Si no es así, es un cargo inventado, pero lo más grave sería, que en ese cargo devenge un salario público, en todo caso que sean sus medios los que la aseguren un salario. La experiencia nos advierte que estamos frente a otro abuso con fondos del Estado, violación a las leyes y nepotismo”, criticó.

"OPORTUNISMO PURO"

A criterio del experto, es posible pensar que el régimen Ortega-Murillo corrió a crear una oficina para aprovechar una oportunidad con el gobierno de China en tiempos en que están desesperados por sacarle la mejor partida al nuevo socio. “Uno de los hijos (Ortega-Murillo) ve las relaciones diplomáticas y el otro ve la relación de sus medios con los medios, son contrapartes oportunistas”, analiza.

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Abigail Hernández, miembro de la Comisión Ejecutiva de Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua, PCIN, ve más de las mismas prácticas reñidas con la ley de los Ortega- Murillo. "Como decía un ex magistrado sandinista, es un cargo ilegal e inexistente", señala.

“Es la monarquía haciendo de suyas”, dice.  “Se inventan oficinas y dependencias y así despilfarran los recursos del Estado. Hay muchas preguntas sobre este cargo que deberían estar haciendo los organismos de control del Estado. ¿Quién pagará lo que gaste esa oficina? Y no se puede normalizar que quienes dicen ser presidentes estén poniendo a sus hijos a trabajar para el Estado, es ilegal y se comete un delito perseguible”, recordó.