"Sin libertad no se puede construir una sociedad democrática", afirma monseñor Álvarez

El obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, abogó este domingo por la libertad como única alternativa para poder construir una sociedad democrática en Nicaragua.

En su homilía, Álvarez exhortó que la libertad debe cultivarse tanto por el Estado y la sociedad en general para crear una convivencia plena y constructiva.

"La libertad es otro pilar sobre el que debe construirse Nicaragua, es la consecuencia del respeto de la dignidad. La libertad es la medida de la dignidad y la grandeza del hombre", afirmó el religioso.

Advirtió que sin libertad no es posible construir una opción nueva de país, porque solo a través de ella, las sociedades crecen en la compresión, el respeto y la tolerancia.

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"Sin libertad no puede construirse una opción nueva de país, la libertad permite a toda sociedad crecer, conlleva al sentido de responsabilidad individual y social, porque la persona obra con conciencia en pro del bien propio y común, (...) y permiten inspirar un modelo de sociedad abierta y democrática que aspira a la paz", reafirmó Álvarez.

CLAMA POR LA LIBERTAD Y LA DIGNIDAD HUMANA

El jerarca católico clamó para que en Nicaragua se establezcan los principios de la dignidad humana y la libertad, dos de los cuales han sido vulnerados por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

"En este día de manifestación de la santísima trinidad podemos rogar al Padre por intersección de su hijo que envíe su espíritu a nuestro país y rogar su ayuda para Nicaragua en la que deben de fraguarse sólidos y fundamentales cimientos dos de ellos son el principio de la dignidad humana y el principio de la libertad", apuntó.

Asimismo, añadió que el principio de la dignidad humanos es fundamental para reconstruir un país sobe todo, porque es la base de toda organización social y del diseño de un orden institucional.

Monseñor Álvarez también criticó la arrogancia y la prepotencia que se practica en la sociedad nicaragüense, porque es contraria a la fe cristiana, ya que no tiene que ver con la sencillez y la humildad de Jesucristo.

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"Esas son las luces de colores que ofrece el mundo para demostrar fuerza y poder, y esa es la tentación del demonio al Señor para demostrar que el es Dios. Ese es el camino fácil, es la propuesta del mundo", advirtió.

No obstante, exhortó a tener la madurez y la humildad de reconocer nuestros errores y "bajarnos también nosotros de cualquier altura del egoísmo, de cualquier altura de la soberbia, de la prepotencia, para buscar lo más bajo que podamos", dijo Álvarez.