Ortega prepara "puñalada trapera" para dividir a la oposición con eventual diálogo nacional

El sociólogo Óscar René Vargas considera que el diálogo que se prevé convoque el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo el próximo 10 de enero, luego de tomar posesión por un nuevo periodo presidencial, será para tratar de dividir a la oposición nicaragüense.

“El diálogo prepara una puñalada trapera para hacer tambalear o descarrilar la formación de una plataforma unitaria de la oposición porque va a tratar de dividir a la oposición, ese es el objetivo del diálogo, dividir a la oposición”, señaló el también catedrático.

A mediados de octubre del 2021, el régimen de Ortega a través del diputado Wálmaro Gutiérrez volvió a poner en el foco de discusión la idea de convocar a un diálogo nacional luego de las elecciones del pasado 7 de noviembre.

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Por otro lado, el régimen sigue sin responder al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, que solicitó el ingreso de una misión al país para que discutan sobre la realización de reformas electorales integrales, la revocación de todas las leyes restrictivas, y un diálogo con todos los partidos y actores políticos del país “con el objetivo de celebrar elecciones presidenciales y parlamentarias tempranas que sean libres, imparciales y transparentes, con observación internacional creíble”.

"Él (Ortega) necesita primero limpiar la casa de oposición y después con el diálogo ya hecho y con las resoluciones aprobadas de ese diálogo, él va a tratar de negociar internacionalmente", explicó Vargas.

LOS POSIBLES ACTORES DEL DIÁLOGO

Los actores de este diálogo nacional podrían ser todos los partidos políticos representados con representación en la Asamblea Nacional, los sindicatos orteguistas, representantes de la Policía y del Ejército.

“Sectores de la iglesia protestante o evangélica, algunos de ellos que están comprados, a lo mejor puede, no estoy seguro, dividir a la Iglesia Católica que algún obispo llegue por lo menos a bendecir el diálogo”, explicó Vargas.

El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), monseñor Carlos Herrera, declaró a finales de noviembre que estarían dispuestos a mediar un nuevo dialogo nacional entre la dictadura y la oposición para encontrarle una salida a la crisis que vive el país desde abril del 2018 que tiene bajo detención a unos 170 presos políticos.

“La Iglesia siempre está proponiendo y opta porque el diálogo es lo mejor. Si nos piden ser mediador en ese diálogo, estamos dispuestos a colaborar porque la Iglesia lo que quiere ante todo es un entendimiento, una paz, una armonía, un proceso por el bien de todos, con democracia y con el bien de todos”, dijo el presidente de la CEN en una entrevista con La Prensa. 

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El sociólogo expone que también podrían ser invitados una buena parte del “gran capital” de Nicaragua, aunque el régimen de Ortega tiene bajo detención desde el pasado 21 de octubre al presidente y vicepresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), la principal cúpula empresarial del país.

“Y eso es suficiente para Ortega demostrar de que él está dispuesto a dialogar. Qué es lo que pueden sacar en ese diálogo farsa, promesa de que va a cumplir sacar algunos de los presos, no a todos, porque va a ir soltándolos poco a poco en la medida en que la gente se porte bien”, señala Vargas.

Otra de las posibles promesas de Ortega es que las elecciones municipales previstas a realizarse este año sean transparentes para que participen otros “partidos a parte de los comparsas”.  

“Entonces allí posiblemente pueda ser que le devuelva la personería jurídica a CxL (Ciudadanos por la Libertad) o al partido Conservador”, pronosticó el especialista.