Ejército desvía tránsito irregular de nicaragüenses que regresan de Costa Rica hacia Cárdenas

El Ejército de Nicaragua bloqueó el cruce fronterizo clandestino "La Guacimada" en Peñas Blancas y lo desvió hacia Cárdenas, Rivas, denunciaron más de 900 nicaragüenses que residen en Costa Rica y que decidieron retornar al país para celebrar las fiestas de Navidad y Fin de Año.

Las fuerzas armadas de Nicaragua movilizaron a efectivos militares para prohibir el ingreso de nicaragüenses por este punto ciego, sin embargo, habilitaron otro ubicado a 17 kilómetros al Este.

Héctor Luis Peralta, habitante de Carazo, quien junto a su esposa y sus dos hijos menores de edad, retornaron al país el pasado 24 de diciembre explicaron que la medida los afectó, ya que gastaron más recursos del que tenían previsto.

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“Creo que esta medida de impedirnos el ingreso por La Guacimada, es una pésima decisión, ya que históricamente los nicaragüenses que  residimos en Costa Rica, hemos utilizado esta ruta para retornar al país mostrando nuestra cédula de identidad a los oficiales del Ejército, pero hoy nos impidieron el cruce”, explicó.

Peralta relató que los oficiales del Ejército frenaron el recorrido de un grupo de 540 migrantes a quienes regresaron al lado tico, y les informaron que el lugar donde se les estaba permitiendo ingresar al país, es por una zona fronteriza localizada en la comunidad Las Mercedes del municipio de Cárdenas, Rivas.

Para cruzar por este punto, los migrantes nicaragüenses aseguran que se han visto obligados a gastar más dinero para poder cruzar la frontera y hacer una travesía extra de aproximadamente 33 kilómetros.

“Por esta razón la decisión de bloquear la pasada por La Guacimada está mal y es una medida que va en contra de todos los migrantes que residimos en Costa Rica y que acostumbramos retornar para este fecha especial al país para estar con nuestros familiares”, manifestó Peralta.

NEGOCIO DEL ALCALDE

Los afectados denunciaron que en el nuevo puesto fronterizo, en el sector de Las Mercedes, tenían que pagar un impuesto municipal a Cárdenas que antes no pagaban, además del pago de transporte, coyotes, motociclista que se encargan  de trasladarlos desde la guardarraya hasta la comunidad.

“Nunca en la vida hemos viajado por ahí, es la primera vez y solo en el pago de coyotes, taxis y moto tenemos que desembolsarnos 25 mil colones (1,377 córdobas) y de Las Mercedes al interior gastamos entre 200 y 300 córdobas si queremos hacer uso de taxis y estos  gastos no estaban en nuestros planes”, reveló.

Aracely Loáisiga, quien se dirigía a la ciudad de Estelí con sus niños de 5 y 8 años de edad, también sufrió las consecuencias del muro militar que impidieron el ingreso por La Guacimada.

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Loáisiga era parte de un segundo contingente compuesto por más de 400 nicaragüenses que llegaron a las 4 de la madrugada del 24 de diciembre a la Guacimada, pero al igual que el primer grupo, el recorrido fue frenado por los militares.

Señaló que la decisión militar “es incompresible, ya que siempre nos han dejado pasar por esta ruta y para cruzar únicamente mostrábamos nuestras cédulas de identidad, pero hoy no impidieron el ingreso”.

“A los dos grupos de nicaragüenses nos tuvieron retenidos y cuando recibieron refuerzos nos regresaron por la fuerza al lado tico a eso de las 8 de la mañana y no entiendo por qué actúan de esta manera y nos obligan a realizar una travesía más larga e incurrir en gastos innecesarios”, concluyó.