Miles de cubanos se alistan para usar Nicaragua como trampolín para llegar a Estados Unidos

La mañana del 23 de noviembre del 2021, un día que debió ser una rutina más en la empobrecida Habana, de pronto se avivó. Cientos de cubanos se agolparon en los pasillos de uno de los edificios del Centro de Negocios de Miramar y entusiasmados comentaban la “buena nueva”: la noche anterior Nicaragua había anunciado “libre visado” para cubanos.

“Chico, de ahí a la yuma (EE.UU) es un paso”, pero hay que “comer candela cruzando fronteras y nos dicen que es peligroso, pero miles van a correr el riesgo”, dijo a DESPACHO 505 una cubana que desde ese día busca su boleto hacia el nuevo trampolín en la ruta a Estados Unidos.

Pese al entusiasmo y la ilusión que ha generado entre la población de la isla caribeña la nueva estrategia migratoria de “fronteras abiertas” anunciada por el régimen de Daniel Ortega, lo que se les viene a los que emprendan esa travesía para llegar a territorio norteamericano es un “sacrificio cruel” que están dispuestos a sufrir con tal de buscar una mejor vida y sobre todo libertad, según lo describe en entrevista con este medio de comunicación, la activista opositora cubana Anamely Ramos González, del Movimiento San Isidro.

RUTA PLAGADA DE PELIGROS EN BUSCA DE MEJOR VIDA Y LIBERTAD

Mily (el nombre ha sido cambiado para proteger la identidad de la cubana que habló con Despacho 505), está intentando viajar a Nicaragua desde diciembre del año pasado, pero no lo logró entonces porque cuando ya casi le llegaba su turno se vino la crisis sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19 y Conviasa, la línea aérea venezolana que cubre la ruta Habana-Managua, suspendió sus vuelos.

Asegura que inicialmente su intención era llegar hasta Nicaragua, comprar artículos de primera necesidad y vestuario para luego revenderlos en Cuba, pero ahora lo ha pensado mejor, cree que se arriesgará a saltar hacia Estados Unidos pero la tiene nerviosa lo que le han contado sobre la travesía que le tocará hacer para llegar a las fronteras entre México y su destino.

“Mira chico, con tal de salir de Cuba uno se arriesga a todo. Uno sueña con llegar a Estados Unidos y trabajar para mandarle dinerito a la familia, dólares. Mi casa se está derrumbando y que lindo sería poder hacer algunas reparaciones, mandar dinero para que puedan comer bien, que tengan ropas decentes, porque esto está malo, aquí no hay ni papel sanitario, un jabón de baño es un lujo, así no hay quien viva, hermano”, dice la habanera.

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Otros cubanos que han logrado “cruzar fronteras” desde Ecuador y han llegado a tierras norteamericanas le han contado que la zona más peligrosa que deben atravesar es Honduras, Guatemala y las fronteras mexicanas “las maras ahí son peligrosas, pueden secuestrar y hasta desaparecerte, ¡muchacho, eso pone nervioso a cualquiera!”, expresa.

Asegura que sus amigos le dicen que ahora, con el libre visado de Nicaragua, se acorta el camino pues antes debían hacerlo desde países suramericanos como Ecuador, Uruguay o Colombia, subían el continente atravesando varios países, llegaban a panamá y recorrían toda Centroamérica. Desde Nicaragua ahora “es más cerca y más rápido, además cuesta menos”.

Según información obtenida por este medio de comunicación, los “coyotes” están cobrando a cada cubano por llevarlos desde Nicaragua hasta México entre 5 y 6 mil dólares, los que deben ser pagados, la primera mitad en Nicaragua y el resto al llegar al país azteca.

DEJAN ATRÁS FAMILIA PARA BUSCAR EL SUEÑO AMERICANO

Lucy (también se le cambió el nombre por seguridad) ya viajó una vez a Nicaragua “a comprar” pero el próximo viaje es posible que sea sin retorno a Cuba aunque, según expone, le duele dejar a su familia y sobre todo a sus dos hijos en Cuba, sin embargo cree que el sacrificio vale la pena porque “por los hijos uno hace lo que sea, yo no quiero que mis hijos sigan sufriendo necesidades”.

“Yo no tengo miedo, sí me han contado que hay peligros, que es muy caro, que hay que pasar miles de necesidades pero no tengo miedo, a mi lo que me da mucho sentimiento es dejar a mis dos hijos”, expresa Lucy, que ha tenido que viajar dos veces en la última semana desde donde vive, en una de las provincias centrales hasta la Habana, en busca de un boleto que no ha logrado conseguir y agrega que lo pasajes hacia Nicaragua han elevado su costo hasta los 1800 dólares. “Esa gente (Conviasa) va hacerse millonaria con esos precios porque son miles de cubanos los que queremos irnos”.

PLAN MACABRO DE ORTEGA Y DÍAZ CANEL

Para la activista opositora Ramos González las regulaciones migratorias respecto a Cuba se han convertido en una especie de “espada de Damocles”. 

Explica que desde hace mucho tiempo los cubanos tratan de salir de la isla de la manera que sea. “En un momento cruzaban el mar (a través del estrecho de La Florida, 90 millas de aguas infectadas de tiburones donde miles de ‘balseros’ se aventuraron y muchos perdieron la vida), ahora lo hacen cruzando fronteras”. 

“Todo eso habla del deterioro total de la vida en Cuba, de las arbitrariedades que comete el régimen (de Miguel Díaz Canel) en todas las dimensiones sociales, de la falta de libertad de expresión y las violaciones a los derechos humanos y la falta de un futuro en el que puedan confiar, en el que puedan desarrollar las capacidades para las que estudiaron y mejorar su calidad de vida. Ningún cubano quiere eso para sus hijos, si no lo quieren para ellos, menos que lo quiera para sus hijos”, recalca la integrante del Movimiento opositor San Isidro.

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La activista, que estudia un doctorado en el extranjero, asegura que lo que está ocurriendo con el libre visado de Nicaragua para los cubanos “es una jugada macabra del régimen de la Habana en complicidad con la dictadura de Nicaragua para viabilizar la salida de miles de cubanos y que se vayan cruzando fronteras exponiendo sus vidas buscando como llegar a EE.UU”.

“Es una jugada para generar una crisis migratoria con los EE.UU”, agrega, con la que, según analiza, las dictaduras de Cuba y Nicaragua buscan que se les flexibilicen las sanciones, tomando en cuenta que el régimen cubano cada vez tiene menos divisas en efectivo y no consigue financiamiento internacional y la situación económica del país es “precaria, muy grave”.

La opositora cubana advierte que, aunque la dictadura comunista de Cuba trata de evadir su responsabilidad por la crisis económica culpando al bloqueo impuesto por Estados Unidos y las medidas económicas adoptadas por la comunidad internacional, en realidad, “la culpa es del régimen por la mala gestión y malas políticas económicas implementadas en décadas”.

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Además señaló que “quien sí ejerce bloqueo contra la población cubana es la dictadura, porque impide que las personas naturales comercialicen sus productos, que los campesinos vendan en el mercado interno su producción o que los pescadores puedan salir a pescar y comercializar”.

Criticó el hecho que el régimen cubano está tratando de extender sus problemas a la región y busca que la crisis se resuelva desde el extranjero.

Según el análisis de Ramos González, el Gobierno cubano se niega a buscar consenso con la población y opta por recurrir a la “geopolítica para distraer la atención y victimizarse diciendo que el pueblo está mal económicamente por el bloqueo y las medidas económicas de la comunidad internacional, para que les resuelvan los problemas que podemos resolver desde adentro llegando a un consenso”.

Asimismo, la activista fue enfática al afirmar que las actuaciones de los regímenes de Cuba y Nicaragua son “muy macabras” al estar generando una crisis migratoria “mientras dentro de Cuba estamos sufriendo hambre, falta de medicina, colapso de los hospitales, falta de libertad y de futuro”.

“El régimen busca que los cubanos que están fuera del país sigan pagando la vida de los cubanos que están dentro, mandando millones (de dólares) en remesas. El sacrificio que hacen los cubanos para salir de Cuba, es un sacrificio terrible, muy cruel”, remarcó, al tiempo que hizo un llamado a sus compatriotas a que traten de entender que “la mejor solución individual y colectiva es quitar el régimen de Cuba", por ello pide que "todos los recursos, la valentía, el sacrificio empleado en salir de Cuba sean volcados hacia ese objetivo, quitar a la dictadura”.