Madre de siete hijos postrada por una afectación renal clama por ayuda

Levantarse de la cama a la silla significa para ella un esfuerzo mayúsculo. A sus 43 años, Karla Patricia Hernández no tiene las fuerzas suficientes para sostenerse en pie. Tras ser sometida a radiaciones por un cáncer en la matriz sus riñones se vieron afectados, al punto que solo uno está funcionando, por lo que sufre no solo por el dolor físico, sino por la carencia de alimentos en su casa y de dinero para sus medicamentos.

Sus grandes ojos café lucen apagados por el llanto constante debido a los dolores que padece: “me duelen mis huesitos, desde aquí (espalda) hasta abajo, parece que se me van a reventar”, dice la señora con una voz baja.

La mujer habita en San Marcos, Carazo, y es madre de 7 hijos, de los cuales 5 están directamente a su cargo y la mayor, de 18 años, no está trabajando porque es la que se dedica a cuidarla desde hace poco más de un año, cuando descubrieron que tenía cáncer.

“Ella presentó unas hemorragias terribles y con dolor, nos fuimos al hospital de Jinotepe (Regional Santiago) y ahí pasó 5 meses internada. De ahí nos mandaron al Bertha Calderón, en Managua, donde estuvo 3 meses internada y luego empezaron las radiaciones y la quimioterapia”, compartió Josseling Hernández, la hija de la señora que a sus 17 años se hizo cargo de cuidarla en los hospitales.

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Hace un mes, doña Karla presentó una inflamación severa en su pierna izquierda debido a que uno de sus riñones se llenó de orina y el otro, que es el único que está funcionando, está disminuido de tamaño.

SU HIJA NO VA AL ESCUELA POR FALTA DE DINERO

Según dijo a Despacho 505, “ya estaba en las últimas y no me daba tiempo de que me llevaran al Bertha Calderón, así que fui atendida de emergencia en el hospital de Jinotepe, ahora tengo esta sonda y los doctores dicen que van a ver cómo evoluciono”.

Antes de que el cáncer llegara a su vida, esta mujer era muy activa, vendía ropa usada tanto en su casa como en otras localidades, de esa forma llevaba el sustento a sus niños, pero ahora su situación económica es dramática.

Sus niños más pequeños tienen 3, 6, 9 y 15 años. La adolescente no pudo continuar sus estudios en el año lectivo que recién culminó porque ni siquiera tenía zapatos.
Entre lágrima, doña Karla pide a los nicaragüenses de buen corazón que la apoyen para que sus niños se queden sin estudios.

“Mi niña de 15 años llevaba buenas notas, pero no pudo seguir porque no tenía zapatos ni recursos. Me ha dado mucho pesar, yo no quiero que mis niños se queden sin estudiar, pero así como estoy no puedo garantizarles nada a ellos”, señaló.

SIN DINERO PARA COMIDA NI MEDICINAS

La mujer necesita una dieta especial, basada en verduras, frutas verdes, sin sal y sin grasas, le dan sustancias de menudo de pollo y cuando consiguen le sirven pollo, también puede tomar lácteos sin grasas, pero la falta de dinero se lo impide.
En cuanto a los medicamentos, solo usa Keterolaco para el dolor y un fármaco para dormir. “La Keterolaco me ayuda para el dolor, pero a veces no puedo comprarla por falta de dinero y aguanto dolor.

En su casa necesitan comida para sus niños y para ella, pues su hijo de 16 años trabaja rajando leña y con lo poco que gana trata de cubrir los gastos de alimentación, pero resulta insuficiente.

Para ayudar a esta madre que vive angustias puede dirigirse a su casa de habitación ubicada en Las Esquinas, en San Marcos, Carazo. Ella vive de la rotonda, 150 metros al sur. También pueden llamarla al celular 88685884.