Expertos prevén una respuesta negativa del régimen a las gestiones de Almagro

El Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luis Almagro tiene hasta hoy viernes para informar al Consejo Permanente sobre las gestiones que ha hecho para contactar al régimen de Daniel Ortega con el propósito de explorar la posibilidad de que acepte un diálogo para resolver la crisis sociopolítica que vive el país desde abril de 2018 y que se ha profundizado con la reeeleción de Ortega. 

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Sin embargo, los especialistas consultados por DESPACHO 505 consideran que Almagro se encontró con una respuesta negativa del régimen. “Tomando en cuenta el discurso de la delegación de Nicaragua en la sesión del Consejo Permanente donde se aprobó la resolución y la posición de rechazo radical que sistemáticamente ha sostenido el gobierno de Ortega a todas las iniciativas de la OEA es previsible una respuesta negativa”, dice un exdiplomático. 

Ahora el Secretario General deberá informar al Consejo Permanente de la OEA sobre sus gestiones, que serían las últimas gestiones diplomáticas que orienta el organismo interamericano, comentan especialistas. “El tiempo fue muy corto, no creo que Almagro haya encontrado una respuesta positiva porque al régimen no le interesa, no hay posibilidad de disuadir a Ortega”, dice otro analista. 

La resolución del 8 de diciembre — aprobada fue aprobada con 25 votos a favor, ocho abstenciones, uno en contra (Nicaragua) y ninguna ausencia — señala las infracciones o faltas cometidas, según los mandatos establecidos en la Carta Democrática por parte del régimen por lo que solicita la revocación de todas las leyes que restrinjan la participación política y limiten los derechos humanos de una manera contraria a las obligaciones internacionales de Nicaragua en materia de derechos humanos.

Un exdiplomático que representó a Nicaragua en el exterior enfatizó en que el penúltimo párrafo del artículo 20 de la carta democrática señala que “si las gestiones diplomáticas resultaren infructuosas o si la urgencia del caso lo aconsejare, el Consejo Permanente convocará de inmediato un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General”.

En una sesión extraordinaria, la Asamblea General adoptará, cita el experto, “las decisiones que estime apropiadas, incluyendo gestiones diplomáticas, conforme a la Carta de la Organización, el derecho internacional y las disposiciones de la presente Carta Democrática”. 

UNA REUNIÓN DEL CONSEJO PERMANENTE 

Se espera que el Secretario General presente un informe y que el Consejo Permanente se reúna para considerar los  futuros pasos a dar. “Es evidente que si bien las últimas resoluciones adoptadas tanto por el Consejo como por la Asamblea general lo han sido por mayoría superior a los dos tercios, esos votos se reducirían a la hora de aprobar una suspensión de Nicaragua de la OEA, de conformidad al artículo 21 de la Carta democrática”, opina el exdiplomático.

Dentro del Consejo Permanente hay países que han apoyado las últimas resoluciones, pero qhan declarado públicamente estar opuestos a una suspensión de Nicaragua, por considerar que no es lo más adecuado ni eficaz. La apuesta de algunas naciones es mantener relaciones con Ortega para intentar convencerlo de buscar una salida negociada a la crisis.

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“El Consejo, al recibir el informe del Secretario general, estaría dando cumplimiento al mandato de la Asamblea general y habría agotado sus gestiones diplomáticas. De manera que la única ruta que resta es la aplicación del artículo 20 de la Carta democrática: convocar a una Asamblea Extraordinaria y hacer, desde el más alto nivel, nuevas gestiones, sin llegar a aplicar la sanción de suspensión”, analiza. 

Para el especialista, en Nicaragua no solo está el problema de la falta de legitimidad democrática de los resultados de las elecciones del 7 de noviembre pasado sino que también está el problema de las graves violaciones a los derechos humanos y la situación de desacato en que ha incurrido Nicaragua, “declarada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y que ésta remitió a la Asamblea General”.

Al respecto, menciona la “gran preocupación” que han expresado países como Bolivia, Argentina y México, que si bien se han abstenido en la votación de las resoluciones han declarado su defensa y preocupación por estos derechos. “Posiblemente habría votos más que suficientes para convocar a la Asamblea Wxtraordinaria para ver estos problemas, aunque no para suspender a Nicaragua, por lo que se trataría de continuar las gestiones diplomáticas, esta vez a un nivel más alto”.