Finaliza el periodo legislativo más oscuro: El ciclo 2022-2025 iniciará marcado por la ilegitimidad
Expertos consultados por DESPACHO 505 criticaron la nula independencia del Parlamento nicaragüense ya que está "alineado" en favor de Ortega.
- diciembre 16, 2021
- 02:59 AM
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Los 90 diputados concluyeron este miércoles sus cinco años de "estancia" en la Asamblea Nacional, un periodo que fue marcado por un férreo control del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en el que se aprobaron sin mayores cambios todas las leyes que el dictador remitió a este poder del Estado.
En el informe que rindió el presidente de la Junta Directiva del Parlamento, el sancionado Gustavo Porras, señaló que en el periodo 2017-2022 se aprobaron 756 leyes y decretos, entre estas las 92 leyes y decretos correspondientes al trabajo legislativo 2021, incluido el combo de leyes restrictiva de las libertades y derechos civiles y políticos.
En enero de 2022, cuando tomen posesión los diputados designados por el Consejo Supremo Electoral (CSE), producto de las fallidas elecciones del 7 de noviembre, el orteguismo seguirá manteniendo amplia mayoría ya que contará 75 de los 90 diputados, los otros 15 están divididos en las agrupaciones llamadas "aliadas".
Pedro Fonseca, analista político, señaló que la Asamblea Nacional es un "brazo" más de acción de Daniel Ortega y Rosario Murillo quienes controlan el resto de los poderes del Estado. El experto agrega que los diputados son unos "peones" de la familia presidencial, por tanto obedecen la voluntad de los dictadores.
"El papel de la Asamblea Nacional es nulo, no tiene capacidad de decisión, porque se lo ha otorgado al Poder Ejecutivo y lamentablemente no se puede esperar más", señala Fonseca.
Fonseca se muestra poco optimista que el papel cambie el próximo año cuando asuman los nuevos parlamentarios. "Creo que las expectativas para el próximo periodo son igual o peor de lamentables", señala y añade que los parlamentarios que asuman en enero tendrán menos posibilidades de opinar o tomar decisión por su propia voluntad ya que se exponen a ser destituidos.
"La próxima Asamblea será una de las más oscuras que ha tenido Nicaragua precisamente porque es un poder del Estado secuestrado por la dictadura. El control total del poder total radica en la familia presidencial", expone Fonseca.
Por otro lado comparte que los parlamentarios tendrán solo el trabajo de aprobar los presupuestos, para "emitir comunicados innecesarios" como el que solicitó a Ortega para que se denunciara la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA) e iniciar el proceso de retiro del organismo interamericano.
"La Asamblea legislativa no tiene ningún proyecto importante vinculado a la labor legislativa. Esta es una oportunidad perdida porque Nicaragua debería estar considerando la legislación en la agenda social", expone el analista político.
Mientras tanto, Juan Diego Barberena, miembro del consejo político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), criticó el papel que jugaron los diputados de los partidos políticos de "oposición" ya que apoyaron la aprobación de una serie de leyes que socavaron la institucionalidad del país como la Ley de Agentes Extranjeros, de Ciberdelitos, la reforma al Código Penal y la reforma a la Ley Electoral, entre otras.
Barberena afirmó que en la legislatura que iniciará en enero del próximo año no habrá oposición en el Parlamento ya que los partidos que están allí responden "a los designios de Daniel Ortega y Rosario Murillo y eso lo vamos a ver a partir del nueve de enero cuando tomen posesión los nuevos legisladores que son ilegítimos y espurios como Daniel Ortega y Rosario Murillo".
"La oposición verdadera de la dictadura Ortega- Murillo está fuera de la Asamblea Nacional, es una exposición extraparlamentaria", comparte Barberena.
El miembro de la UNAB señala que el papel que jugarán los diputados "opositores", será el de secundar las leyes y decretos que mande Ortega "por que el día que se opongan a la aprobación de leyes en contra de la ciudadanía" serán destituidos de su cargo de diputado "la que necesitan para continuar subsistiendo en un sistema parlamentario controlado por la dictadura, en consecuencia son rehenes de Ortega".
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SIN INDEPENDENCIA DE PODERES
La catedrática y experta en Derecho, María Asunción Moreno, considera que el desempeño de la Asamblea Nacional debe de analizarse en un "contexto de ausencia total de independencia de poderes" ya que toda su actuación está "alineada a los intereses de una dictadura dinástica que pretende consolidar la implantación de un modelo totalitario en Nicaragua".
La jurista expone que en enero de 2022 asumirán los escaños los nuevos parlamentarios "que fueron asignados por el CSE en la pantomima o farsa electoral orquestada por el régimen, es decir, que será integrada de forma ilegítima"
"El 10 de enero asumirán el poder personas que carecen de legitimidad democrática ya que no fueron electos por el voto popular sino que son el resultado de una farsa electoral", manifestó la experta en Derecho.
Un diputado que pidió omitir su nombre por temor a represalias del régimen coincidió con Moreno en la pérdida de la independencia de este poder del Estado, pero además señala que se han violentado los derechos humanos de muchos diputados y colaboradores del mismo.
"Se han aprobado leyes como instrumento de represión y mordaza contra quienes pensamos diferente", denuncia.