ONU reitera: Elecciones de noviembre son “ilegítimas”, pide liberación de presos políticos y rendición de cuentas

La Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michell Bachelet, reiteró una vez más que las elecciones del pasado 07 de noviembre en Nicaragua, con las que el dictador Daniel Ortega quiere imponer su cuarto mandato continuo, no fueron democráticas e insistió en que todos los presos políticos, deben ser liberados.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU, OACNUDH, realizó una sesión este martes en la que la Alta Comisionada Adjunta Nada Al-Nashif, presentó, en nombre de Bachelet, la actualización de la situación de derechos humanos en Nicaragua y en ella pide que utilicen “todos los instrumentos en su poder para exigir rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos cometidas desde abril del 2018”.

La Oficina de la Alta Comisionada, calificó de arbitrarias las detenciones y procesos judiciales contra los opositores. Denunció que están siendo tratados con crueldad, aislados y torturados, demás, que los cargos por los que se les acusa son “vagos y ambiguos” y no se respeta el debido proceso. 

El informe pide que se detenga la persecución contra defensores de Derechos Humanos, contra periodistas y opositores y recuerda que el 12 de noviembre, la Asamblea General de la ONU, declaró que las elecciones en Nicaragua “no fueron libres, ni justas, ni transparentes”, por tanto, carecen de credibilidad.

Parar persecución

Reiteró el organismo, el llamado a que el Gobierno de Nicaragua, coopere con el Consejo, que restaure urgentemente los derechos y libertades públicas y el Estado de derecho, que lleve su legislación a los estándares internacionales, y que todas las personas detenidas arbitrariamente sea liberadas de inmediato.

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Bachelet pidió al Consejo de Derechos Humanos de la ONU  que “siga ocupándose de la situación de en Nicaragua y que considere todas las medidas en su poder par promover la rendición de cuentas”, la búsqueda de la verdad y la reparación para las víctimas de “graves violaciones a los derechos humanos cometidas desde el 2018”. 

La comisionada Al-Nashif en el informe de actualización enviado por la Alta Comisionada Bachelet, advierte que en las elecciones recientes, Nicaragua perdió la oportunidad de avanzar "hacia una solución pacífica y democrática de la crisis política, social y de derechos humanos que afecta al país desde 2018".

En lugar de ello, señaló que "el preocupante deterioro de los derechos civiles y políticos durante el proceso electoral, derivó en la exclusión arbitraria de muchos nicaragüenses para participar en las elecciones, especialmente de aquellos que tenían opiniones diferentes a las del partido en el poder".

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Respaldan informe

Asimismo, la OACNUDH, reitera que muchos de los presos políticos que permanece en las cárceles de la dictadura de Daniel Ortega “han sido detenidos en régimen de incomunicación durante más de 90 días, algunos en régimen de aislamiento prolongado, y sólo han podido ver a sus familiares en ocasiones aisladas".

"Las condiciones en las que permanecen los detenidos suponen un riesgo real para su integridad física y psíquica, y pueden constituir tratos crueles, inhumanos o degradantes o incluso llegar a constituir torturas", advierten.

La representación de Uruguay pidió al régimen de Daniel Ortega que coopere íntegramente para el restablecimiento de la democracia en Nicaragua. Por su lado, Colombia pidió por la liberación de todos los presos de conciencia y por nuevas elecciones.

La dictadura de Ortega se vio apoyada únicamente por el eje de aliados que ahora encabezan China y Rusia. China por su lado, abogó por su nuevo socio diplomático en Centroamérica pidiendo que  se respete la soberanía e integridad de todos los Estados. “Apoyamos lo que hace Nicaragua y pedimos a EE.UU que se detenga de intervenir en los asuntos internos de Nicaragua”, dijo el representante del país asiático. 

Además, Irán expresó su apoyo a Ortega y dijo, junto a Siria, que apoyaban las medidas del régimen “que busca desarrollar el país”, sin mencionar la crisis de derechos humanos que padecen los nicaragüenses.