Obispo Álvarez: "No se deben enjaular las ideas"

Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, señaló este domingo que no se deben de "enjaular las ideas" sí se quiere construir una Nicaragua en desarrollo.

El jerarca llamó a los nicaragüenses a preguntarse en estos momentos qué país quieren construir y qué caminos se deben emprender para alcanzarlos. "Si se quiere un país que se abra al desarrollo y crecimiento se debe de trabajar por la unión de las familias, por una convivencia y paz social, por el respeto a la dignidad de todos los ciudadanos.

"Estas aspiraciones hermanos exige extirpar de nuestra mente y de nuestras acciones como si fueran un tumor maligno todo aquello que destruye el proyecto de ser un país y sociedad mejor. No nos ayuda la deshonestidad, la mentira, la extorsión, la falsa denuncia, la injuria, la difamación, el enjaular las ideas", manifestó el religioso en su homilía de este domingo en la catedral de San Pedro Apóstol de la ciudad de Matagalpa.

El religioso añadió ante las leyes de Dios está prohibido falsear la verdad, el falso testimonio y el perjurio, "una afirmación contraria a la verdad posee una gravedad particular cuando se hace públicamente cuando es pronunciada bajo juramento se trata de perjurio y compromete gravemente el ejercicio de la justicia y la equidad de la sentencia pronunciada por los jueces".

"Fortalezcamos nuestra vida de oración y caminemos con fe esperanza puestas en Dios y trabajemos incansablemente por alcanzar un país en el que las relaciones entre sus ciudadanos estén basadas en la verdad, la justicia, la paz y la solidaridad”, indicó Álvarez.

Los señalamientos de Álvarez se dan luego de las acusaciones que ha lanzado en reiteradas ocasiones el dictador Daniel Ortega, quien ha acusado a los lideres religiosos de ser criminales, y de ser los responsables de la destrucción y muerte que se dio durante las protestas populares de abril del 2018.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en una reciente actualización indicó que la represión gubernamental contra las protestas del 2018, dejaron al menos 355 muertos y más de 100 mil exiliados. La crisis del país se agravó con la reelección de Ortega y Rosario Murillo para un nuevo mandato ya que la comunidad internacional ha expuesto que las elecciones del pasado 7 de noviembre son “ilegitimas”.

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EXHORTACIÓN A LA POLICÍA Y AL EJÉRCITO

El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, durante su homilía de este domingo llamó a los miembros de la Policía y del Ejército a no ser cómplices de la represión que ejercen los gobernantes “autoritarios y corruptos”.

Indicó el religioso durante una misa celebrada en la parroquia Santa Agatha, en Miami, Estados Unidos, que transmitió a través de sus redes sociales, que quienes forman parte de un cuerpo policial o de un ejército no tienen por qué ser crueles “ni por qué estar al servicio de tenebrosos grupos de poder político y económico”.

“También ellos pueden acoger a Dios en su corazón y encontrar el camino de la alegría si renuncian a reprimir al pueblo, si siguen su conciencia recta y dejan de ser cómplices de gobernantes autoritarios y corruptos. Renunciar a la violencia es también una expresión concreta de la fe y un camino hacia la alegría”, señaló el religioso quien se encuentra fuera de Nicaragua por decisión del papa Francisco por motivos de seguridad.

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Báez, retomando la lectura del evangelio señaló que donde Juan. El evangelista llegaba tres grupos de personas; el primero era de la de los enfermos incurables, pobres, extranjeros, en segundo lugar, los cobradores de impuestos, “gente ordinariamente corrupta”, los cuales eran despreciados por el pueblo, y el tercer grupo estaba compuesto por soldados “adiestrados para ser crueles y oprimir, también aborrecidos por la gente por ser un ejército de ocupación que maltrataba y reprimía al pueblo. Muchas de estas personas eran consideradas excluidas de la salvación”.

Báez llamó a los servidores públicos a renunciar a la corrupción y a ser honestos, al manejo transparente de “dinero, el respeto a las leyes muestra nuestro deseo de acoger al Señor que viene e inyecta nueva luz a la historia para convivir con más humanidad”.

“La honestidad es también expresión de la fe y camino hacia la alegría. Los deshonestos y corruptos ríen, gastan, viven bien, pero nunca serán felices, no conocerán a Dios ni gozarán de la verdadera alegría”, expuso el religioso.