Ortega, el dictador que superó a Somoza en perversidad hunde a Nicaragua en una “peligrosa crisis”

“Más déspota, más perverso y más corrupto que los Somoza”, así califican al dictador Daniel Ortega que el próximo 10 de enero será designado Presidente de Nicaragua por cinco años más.

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  • diciembre 01, 2021
  • 01:38 AM

Daniel Ortega es el dictador que más tiempo ha permanecido en el poder y tras la tercera reelección para un cuarto mandato consecutivo, ya superó en tiempo a los Somoza.

“Déspota y perverso”, lo califican los analistas. Y con la continuidad de la era Ortega avizoran tiempos muy difíciles en lo económico y político, pues el dictador “será cercado” por la comunidad internacional.

EL TIRANO CON MÁS TIEMPO EN EL PODER

Ortega es el personaje que más tiempo ha permanecido en el poder en toda la historia republicana de Nicaragua, ha superado a los tres Somozas en tiempo de permanencia al frente del gobierno y los superó en “perversidad, crueldad, maldad y corrupción”. 

La presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos Vilma Núñez ha expresado que Ortega es “más cruel” que los Somoza, los integrantes de la dictadura dinástica derrocada mediante las armas por los sandinistas.

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En 1979, el entonces movimiento guerrillero Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) derrocaron mediante una insurrección armada a Anastasio Somoza Debayle, el tercero con ese apellido que había gobernado Nicaragua. 

De esa manera, Ortega que era miembro del directorio sandinista es designado como representante de los guerrilleros en la nueva Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional (JGRN).

El escritor Sergio Ramírez, exvicepresidente de Nicaragua entre 1984 y 1990 ha contado que Ortega fue designado integrante de la JGRN no por ser el más carismático de los nueve comandantes guerrilleros que dirigían el FSLN sino todo lo contrario, por ser el de menos brillo, el de menos proyección por lo tanto no se le vislumbraba, hasta ese momento, mayores ambiciones. 

Así, en 1979, Ortega se convierte en coordinador del Gobierno y manda en Nicaragua por primera vez.

En 1984, los sandinistas organizan unas cuestionadas elecciones en las que ganaron con 67% de los votos y Daniel Ortega se convierte en presidente oficialmente, por primera vez por cinco años. Entonces solo seis pequeños partidos, en su mayoría “amigos de los sandinistas”, participaron como competidores.

En 1990, en un escenario de crisis económica profunda por la guerra, los sandinistas aceptaron la celebración de  elecciones observadas. En febrero de ese año, la Unión Nacional Opositora (UNO) con Violeta Barrios de Chamorro, como candidata a la presidencia, desplaza del poder a Ortega que ya acumulaba 10 años al frente de Nicaragua.

LOS SOMOZA

Anastasio Somoza García, el fundador de esa dinastía, inició su carrera política estrenando uniforme militar cuando fue nombrado jefe de la recién fundada Guardia Nacional en 1932 y así inició su ascenso al poder absoluto del país. 

Para lograr su objetivo, primero planea y ordena la muerte del guerrillero Augusto C. Sandino en 1934, luego derrocó al presidente, Juan Bautista Sacasa y tras desaparecer de la arena política a cualquiera que se le opusiera, se hace nombrar presidente del país 1936. 

Ahí se mantiene, mandando hasta que es asesinado en 1956. Sumó 20 años al frente del Gobierno, imponiéndose a través de maniobras políticas, represión y cárcel contra sus oponentes.

A su muerte, asume la presidencia su hijo mayor, Luis Somoza Debayle, quien se mantiene en la silla presidencial hasta el 1 de mayo de 1963. El segundo Somoza ostentó la presidencia de Nicaragua por 7 años consecutivos.

El tercero de esa dinastía, Anastasio Somoza Debayle, asumió la presidencia del país en las elecciones de febrero de 1967. El último de los Somoza se mantuvo en el poder hasta julio de 1979, cuando renunció ante la presión interna por la insurrección popular armada encabezada por el FSLN y por la presión internacional ejercida desde la Organización de Estados Americanos (OEA). Acumuló en la silla presidencial 12 años.

ORTEGA RETORNA PARA SUPERAR A LOS SOMOZA.

Tras la derrota electoral sufrida por los sandinistas en 1990, Ortega intenta regresar al Gobierno en 1996 pero solo logra el 37.75 por ciento de los votos y es derrotado por Arnoldo Alemán Lacayo al frente del partido Liberal Constitucionalista (PLC) que alcanza más del 51 por ciento. 

En el 2001, el eterno candidato de los sandinistas, vuelve a ser derrotado por el PLC, ahora con Henrique Bolaños como candidato que se alza con la victoria con más del 56 por ciento contra el 42 por ciento de Ortega.

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En el 2007, Ortega ganó las elecciones con apenas el 38 por ciento de boletas a su favor, gracias al pacto Alemán-Ortega,  mediante el cual había logrado reducir el techo de votos necesarios para ganar una elección. Así comenzó la consolidación de una dictadura que mantiene sumida a Nicaragua, durante los casi 15 últimos años, en una profunda crisis política y social.

Sumando los cinco años como coordinador de la JGRN de 1979 a 1984, más los cinco años como presidente entre 1984 a 1990, Ortega acumula una década en el Gobierno. Los 15 años entre 2007 y 2021, le hace al dictador 25 años gobernando Nicaragua y si logra terminar en nuevo periodo en 2016 cumplirá 30 años.

El analista político Edgar Parrales considera que lo que se le viene a Nicaragua tras la confirmación de Ortega en el poder, es una crisis muy grave. 

Según el analista, el panorama económico para Nicaragua tras la confirmación de Ortega es “catastrófico”, de acuerdo con lo que ha dicho la comunidad internacional. 

“A Ortega se le van a cerrar todas las puertas. Si a eso se le agrega la revisión de los tratados de libre comercio con EE.UU. y Europa, el panorama que se nos viene es terrible, con graves consecuencias para el pueblo”. 

Parrales considera que Ortega “ha superado con creces los niveles de perversidad y la maldad de los Somoza”. Afirma que el manejo de la economía, la corrupción y los niveles de represión son superiores a la dinastía que gobernó Nicaragua hasta 1979. 

Por su parte, el economista y sociólogo Oscar René Vargas considera que  Nicaragua está ante una crisis sin precedente en los últimos 50 años.

“Decenas de miles de ciudadanos buscan una vía para sobrevivir y poder construir una alternativa política al régimen inhumano que nos lleva a todos al abismo sanitario, político, social y económico. Dado que el régimen ha perdido una buena parte de su base social, y, por lo tanto, también poder real y consenso, recurre a una creciente represión para intentar anular el proceso de implosión en desarrollo”, dice el analista.

Y agrega que, tras el fraude electoral “el régimen seguirá con la represión indiscriminada” y eso demuestra que “no tiene ningún proyecto de país de futuro, salvo conservar el poder”. 

Los analistas no ven a Ortega ceder y al contrario, consideran, que reafirma su filosofía: “‘El Poder o la Muerte’”.

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