El abstencionismo en las votaciones fue de 81.5%, según Urnas Abiertas

Al menos 81 de cada 100 nicaragüenses dijeron "no a la reelección" del dictador Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.

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  • noviembre 07, 2021
  • 04:45 PM

El abstencionismo fue el ganador en las votaciones realizadas este domingo 7 de noviembre. Según el organismo de observación ciudadana Urnas Abiertas (UA), aproximadamente el 81 por ciento de nicaragüenses aptos para votar, decidieron no avalar el proceso tildado de “viciado de origen”, por considerar que no cumplió con los estándares necesarios de transparencia y credibilidad.

A las 10 de la noche del domingo Urnas Abiertas reveló que, de acuerdo con un proceso de observación nacional realizado en 563 Centros de Votación (CV), con la participación de 1.450 observadores ciudadanos, la abstención en las votaciones oscila entre el 79%, como mínimo, y el 84% como máximo y un promedio nacional del 81.5%. Es decir, al menos 81 de cada 100 nicaragüenses habilitados para votar no acudieron a las Juntas Receptoras de Votos (JRV).

“El abstencionismo es la muestra clara de que la población exige elecciones libres y justas. Estas cifras están haciendo hablar al soberano de que se quieren unas elecciones inclusivas. Solo salieron a votar los militantes y trabajadores del Estado”, expuso el observatorio.

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El segundo informe del organismo de monitoreo electoral detalla que las votaciones fueron la culminación de “un proceso electoral que debe considerarse viciado de origen y, por tanto, ilegítimo”, en el que se han reportado anomalías y violencia política desde todos los departamentos y las regiones autónomas del país y, de por lo menos, 119 de los 153 municipios del territorio nacional.

Ligia Gómez, una de las profesionales del equipo de Urnas Abiertas que trabajó en el muestreo explicó que los resultados del informe son confiables porque utilizaron parámetros estadísticos y metodológicos científicos.

Fueron visitadas y observadas 563 Centros de Votación (CV), que representan el 18% de los 3106  instalados en todo el país. Realizaron tres muestras separadas que abarcaron los 563 CV. El personal que colaboró se desplazó a los 17 departamentos del país y las dos Regiones Autónomas. En total fueron monitoreados 153 municipios y 7 distritos de Managua.

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Los observadores independientes se tuvieron que movilizar de forma clandestina para poder hacer su trabajo. Estuvieron en los lugares habilitados para votar, entre las siete de la mañana y las seis de la tarde, hora programada para el cierre de los recintos electorales.

De acuerdo con los datos recopilados desde los CV, la organización estimó que la  “banda de participación ciudadana'', es decir, la cantidad de personas que asistieron a ejercer el voto, se registra entre el 16 por ciento, como mínimo, y el 21 por ciento como máximo y con un promedio nacional del 18.5% de participación. 

De ese cálculo se desprende que “la abstención está entre el 79%, como mínimo, y el 84% como máximo; con un promedio nacional del 81.5%”.

“Este nivel de abstencionismo es histórico, ha hablado el soberano (el pueblo) que ha dicho claramente que lo que exige es elecciones democráticas, libres y justas”, dijo Olga Valle, de UA.

VIOLENCIA POLÍTICA EN LAS VOTACIONES

En lo referido a las incidencias y anomalías reportadas durante el día de votaciones, el organismo recibió informes desde 890 centros de votación de todo el país.

El acto de violencia política reportada con mayor frecuencia, según detalla el segundo informe de Urnas Abiertas,  fue la presencia de paramilitares en los alrededores de los Centros de Votación.

El nivel de intimidación fue tal que en Estelí, de acuerdo con denuncias recibidas por la organización, civiles encapuchados estuvieron pidiendo la cédula de las personas antes de ingresar a los lugares de votación.

La magnitud de un fraude fraguado meses antes

Manuel Orozco, politólogo y analista del centro de pensamiento Diálogo Interamericano, indicó que la mayoría de la población nicaragüense optó por quedarse en casa, por diversos motivos: miedo, desinterés o molestia por la situación que vive el país.

“El gran problema no es el nivel de abstención, sino la magnitud del fraude”, expone el analista.

Orozco indica que este proceso electoral y todo lo que pasó antes, como el arresto de los siete aspirantes a la Presidencia, la aprobación de leyes que criminalizan la democracia fue parte de una estrategia que diseñó el régimen para “oxigenar a la base electoral Orteguista-Sandinista con una mezcla de favores económicos, como los aumentos salariales, intimidación”, y el “premio”, es decir la cárcel para los opositores. 

“Para Ortega el objetivo ha sido garantizar una formalidad electoral, para salir de una vez de ese 'mal necesario', asegurar una 'victoria' y después de su base oxigenada, anunciarles su relevo con Rosario Murillo.  Ese relevo debía ocurrir en 2024, pero frente a la presión internacional, el movimiento político opositor unificado, y el deterioro económico, decidió pasarle el poder antes, y empezar una estrategia de salida, para que otros del círculo del poder se hagan cargo”, expone el analista.

¿Pero cuál será la posición de la comunidad internacional a partir de este lunes? El politólogo costarricense Carlos Murillo, expone que todo hace indicar que la comunidad internacional desconocerá los resultados de estos cuestionados comicios, pero habrá algunos que optarán por el silencio y otros por reconocer el resultado de las elecciones y felicitar a Ortega. 

Murillo, espera que Honduras y Guatemala feliciten a Ortega, “y si Guatemala guarda silencio sería necesario interpretar ese silencio”. En el caso de Tegucigalpa, hay que recordar que Ortega recientemente firmó un acuerdo de delimitación de sus fronteras en el Mar Caribe y el Océano Pacífico. 

En el caso de Guatemala, el canciller de esa nación Pedro Brolo, aseguró que las elecciones no se podían calificar de “democráticas”. 

México será uno de los países que estará en esa encrucijada, expone Murillo. “¿México va a guardar silencio o va a reconocer el resultado de las elecciones y va a felicitar a Ortega?”, se preguntó Murillo. El politólogo también expone que está por verse el lenguaje con que reaccionará Costa Rica a este “triunfo de Ortega”.  

““Va a ser un escenario bastante complicado en las próximas semanas yo pensaría que va a depender de lo que haga la Unión Europea, de lo que diga Estados Unidos, Canadá de lo que haga la OEA y otros países claves como México y Argentina”, expuso Murillo.  

Tiziano Breda, analista para Centroamérica del International Crisis Group, asegura  que Ortega se esforzó por mostrar a la comunidad internacional que la jornada electoral se llevó a cabo en un ambiente de paz, orden y participación.

“Diplomáticamente el país está desgastado y desprestigiado. Pero a Ortega, le importa poco la comunidad internacional. Sin embargo, económicamente el país estará más deteriorado, en parte porque la presión internacional no permitirá que el FMI siga prestando, e incluso los países de Centroamérica no estarán dispuestos a apoyar crédito desde el BCIE a Nicaragua”, considera Orozco.

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