Dictadura prepara “desafueros exprés” de diputados en la Asamblea Nacional

Ser diputado de la Asamblea Nacional ya no será garantía de inmunidad. La dictadura de Daniel Ortega presentó una reforma a Ley Orgánica del Poder Legislativo que incluye la suspensión de un diputado con una simple acusación en su contra, sin esperar si quiera a que haya una sentencia firme.

La iniciativa de reforma fue introducida el pasado 23 de septiembre por el diputado Gustavo Porras, sancionado presidente de la Asamblea Nacional.  

El artículo 23 de la Ley 606, Ley Orgánica del Poder Legislativo, actualmente establece entre las causales de suspensión de la condición de diputado “cuando previa privación de la inmunidad, haya sido condenado mediante sentencia firme, a la pena de privación de libertad o de inhabilitación para ejercer el cargo, por un término menor al resto de su período, mientras dure la pena”.  

Recibida la ejecutoria, indica la Ley, la Junta Directiva, en la próxima inmediata reunión, incorporará a su suplente al trabajo parlamentario. 

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La propuesta de Gustavo Porras, operador político de la dictadura de Daniel Ortega en la Asamblea, plantea que el artículo 23 se lea así:  

El diputado o diputada quedará suspenso en el ejercicio de sus derechos:  

"Cuando previa privación de la inmunidad, el Diputado o Diputada esté siendo procesado por la supuesta comisión de un delito. Recibida la notificación correspondiente, la Junta Directiva, en la próxima inmediata reunión, incorporará al suplente al trabajo parlamentario. Si tras realizarse el juicio la sentencia es absolutoria, se le restituirán todos sus derechos". 

“BOZAL PARLAMENTARIO” 

La propuesta comprende una serie de reformas técnicas con las que, según Porras, “organiza una institución más eficiente y eficaz con procesos y procedimientos más expeditos convirtiendo a la Asamblea Nacional en un parlamento moderno”. 

Sin embargo, con esta medida el régimen se estaría preparando desde ya para controlar los discursos de los diputados electos en las próximas elecciones del 7 de noviembre.  

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“Esta reforma es una advertencia para cualquiera de los que lleguen ahí que intente contradecir al régimen más ahora cuando ves que acusan a cualquiera de traición a la patria solo por ser opositor. Quieren imponer un control absoluto de lo que ahí se diga”, dice una veterana exdiputada de la Asamblea Nacional.  

Por su parte, un analista político y exdiputado suplente de la Asamblea, considera esta reforma la imposición de un “bozal” en el que los diputados tendrán que escoger entre dos caminos: “o callados o presos”. 

La iniciativa de reforma sería aprobada este martes por la aplanadora del Frente Sandinista en la Asamblea Nacional.