La “infamia” de la dictadura de Ortega expuesta en la negativa a Max Jerez a despedirse de su madre
“Ortega, además de ser un régimen dictatorial y terrorista, mostró también la falta de humanismo, dijo la presidente del Cenidh, Vilma Núñez.
- septiembre 18, 2021
- 04:05 AM
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La última vez que Heidi Meza escuchó la voz de su hijo, Max Jerez, fue el 5 de julio de este año, justo dos horas antes de que la Policía Orteguista lo arrestara en Managua. Desde entonces, no hubo forma de que lograra cruzar palabra con él ni verlo, pese a su urgencia hasta el último día de vida por ver al líder universitario. “Ella lloraba mucho porque estaba preso”, dijo una compañera de Jerez en una conferencia interrumpida por la noticia del deceso de Meza en un centro médico de la capital.
“Mamá, creo que hoy me detienen, sea fuerte. (...) Esté preparada y usted también tiene que ser fuerte y no quiero que se enferme en esta situación”, le habría dicho Jerez. Desde entonces, la salud de Meza, una docente, se agravó sin que el régimen de Daniel Ortega le permitiera ver a su hijo, en una demostración de “crueldad”, dicen los defensores de derechos humanos que han condenado la inacción del régimen al clamor de una madre.
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Este viernes, horas antes del deceso se informó a los medios de comunicación que el régimen de Ortega no atendió la petición humanitaria de permitirle al líder universitario preso desde el pasado 5 de julio, ir al centro asistencial donde se encontraba internada la señora desde hacía más de un mes.
Ella se plantó en las afueras de El Chipote, donde está secuestrado su hijo, hasta que las fuerzas se lo permitieron, demandando que las autoridades dejaran ingresar comidas a los más de 30 líderes políticos detenidos desde julio, y permitir visitas. Finalmente, cuando el régimen cedió, el 1 de septiembre, ella ya estaba en una sala de hospital.
“Otra infamia de la dictadura”, reaccionó José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), al conocer la noticia del fallecimiento de Meza. “El régimen no permitió que Max la viera”, reiteró, en un caso violatorio de los derechos de un reo que ha conmovido a la opinión pública.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), condenó la decisión de Ortega y la calificó como un “acto perverso” y como “otra forma de tortura contra los detenidos por razones políticas y sus familias”. Vilma Núñez, presidenta del organismo, expuso que sentía una mezcla de tristeza, impotencia, rabia e indignación ante el hecho.
“Ortega, además de ser un régimen dictatorial y terrorista, mostró también la falta de humanismo. Aquí no hay argumentos legales para calificar en su verdadera dimensión la crueldad que representa este hecho”, indicó la defensora de derechos humanos. Legalmente, era obligación de los “carceleros” permitirle al joven ir al centro asistencial para despedirse de su madre.
En ese sentido, la defensora Núñez invocó el documento denominado “Reglas mínimas para el tratamiento del recluso”, el cual fue adoptado en el primer congreso de las Naciones Unidas en 1955, y en el que establece que se debe de informar al recluso inmediatamente del fallecimiento o de la enfermedad grave de un pariente cercano.
“En caso de enfermedad grave de dicha persona, se le deberá autorizar, cuando las circunstancias lo permitan, para que vaya a la cabecera del enfermo, solo o con custodia”, señala uno de los puntos del documento. Según Núñez, Ortega ha implementado esta actitud “deshumanizada” en reiteradas ocasiones, ya que al menos unas seis madres han fallecido sin ver poder ver por última vez a sus hijos presos por razones políticas.
Los casos similares al de Max son los de Juana Petrona Herrera, madre de Marvin Vargas; Martha Isolina Bucardo, madre de Francisco Homero Pérez Bucardo; Carmela Arteta, madre de Alfonso Morazán; Olinda Barberena, abuela materna de Miguel Mora; Aura Cela Palacios, madre de Chester Membreño y Martha Lorena Rocha, madre de Misael de Jesús Escorcia.
“Hasta dónde vamos a llegar, es verdaderamente terrible, el Cenidh condena enérgicamente esta falta de oportunidad en la respuesta, sí es que aún albergamos la expectativa de que por lo menos lo dejen salir a ver a su madre fallecida”, se preguntó Núñez, en una conde a la que se sumó el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más: Meza murió con la angustia del encierro injusto de su hijo.
“Exigimos al poder judicial que gire una orden para que Max pueda asistir a las honras fúnebres de su madre”, señaló Juan Carlos Arce, miembro del organismo de derechos humanos. La salud de la madre del líder universitario era delicada como consecuencia de un derrame pleural y neumonía, además se quebrantó después de la detención de Jerez. “Max tiene todo el derecho de despedirse de su madre”, clamó Arce.
La jurista y docente, María Asunción Moreno, que fue compañera de Jerez en la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, recordó que la Ley del régimen penitenciario y ejecución de la pena, en el artículo 69, establece que todo privado de libertad tiene derecho a un permiso extraordinario en caso de fallecimiento o enfermedad grave de los padres, hermanos, cónyuge o compañero.
“Claramente se trata de una violación más de los derechos humanos de Max Jerez quien se encuentra privado de libertad injustamente por un delito que no ha cometido, esta violación de sus derechos es tan grave al tratarse de una persona inocente”, expuso la experta.
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La experta agrega que esta actitud de Ortega es parte de la “práctica de torturas que el régimen de Ortega somete a sus disidentes”. El mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas contabilizaba en Nicaragua, hasta el 14 de agosto del 2021 a 139 personas detenidas arbitrariamente por razones políticas en el contexto de la crisis sociopolítica de abril del 2018; además de 10 personas retenidas ilegalmente antes del 2018.
Jérez fue detenido el mismo día que se realizaron operativos en contra de Lesther Alemán, Medardo Mairena, Pedro Mena y Freddy Navas. Jérez, que hasta su detención era presidente de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN) fue acusado de ser cabecilla de la toma y destrucción de la Universidad Politécnica de Nicaragua, (Upolui) Managua y la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN- Managua).
Hasta la mañana de este sábado, fuentes cercanas a la familia de Meza señalaron que siguen realizando las gestiones para que Jerez pueda asistir al cementerio donde será sepultada su madre. La imagen de una señora vestida de morado y alzando el puño ha inundado las redes sociales, es Meza en una conferencia de prensa del 22 de julio.
“Hemos pedido a la comunidad internacional sobre todo eso, que busquen otro mecanismo de presión, porque vemos que (Ortega) de las sanciones (contra sus familiares y altos cargos) se burla”.