“Queremos ir a recoger los huesos de nuestra hija”, suplican padres de joven víctima de masacre en Bosawas

Los padres de una joven de 21 años confirman que su hija fue asesinada en la masacre del 23 agosto. Piden ayuda para sepultarla y alimentar sus dos hijos ahora huérfanos.

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  • septiembre 10, 2021
  • 01:00 AM

Los padres de Kedelin Jarquín Gutiérrez, una de las víctimas de la masacre del pasado 23 de agosto en el cerro Pukna, dentro de la reserva de biosfera de Bosawas, demandaron al Gobierno de Nicaragua justicia por el asesinato de su hija. Además, solicitan ayuda para poder ingresar al terreno y recuperar el cuerpo de su hija para sepultarla.

La masacre ocurrió a unos 50 kilómetros al noroeste del casco urbano del municipio de Bonanza, en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte de Nicaragua. Este miércoles, tras 15 días de silencio, la Policía Orteguista atribuyó la masacre a actos “por rencillas” y reconoció solo a nueve víctimas, pese a que organizaciones locales habían identificado al menos 12 personas asesinadas, incluidas dos mujeres y un menor. La Policía solo confirmó el abuso sexual a dos mujeres y omitió el problema de fondo: la invasión de tierra de parte de los colonos.

La joven de 21 años había viajado a la zona para trabajar en la güirisería (explotación minera) y darle el sustento a sus dos hijos de tres años y dos meses respectivamente, ahora en la orfandad, explicaron sus padres.

Rayling Jarquín Wilson y Hermita Gutiérrez Empra son los padres de Kedelin Jarquín Gutiérrez. Este jueves participaron en una conferencia de prensa en la que demandaron justicia para las víctimas y rechazaron la versión policial.

Queremos llegar al lugar de la masacre para recoger los huesos de nuestra hija y traerlos a nuestra comunidad para darle cristiana sepultura. Hasta ahora nosotros observamos que no hay justicia y nosotros estamos solicitando ayuda para criar a los menores. Nosotros esperamos justicia ante lo que pasó y esperamos que el gobierno pueda resolver”, dijo el hombre quien junto a su mujer visten de negro como una expresión del dolor que les causa el asesinato de su hija.

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Ese dolor también lo comparte la familia de Juan Gutiérrez Flores y Berenicia Empra, ellos perdieron a dos de sus hijos en la masacre: Borlan y Cisto (Sixto) Gutiérrez Empra. La falta de ingresos también empujó a los dos jóvenes al sector de güirisería en la comunidad Kiwakumbai.

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DENUNCIAN COMPLICIDAD ESTATAL CON COLONOS INVASORES

Alicia Salgado y Wilmor Waldan, padres de Ody James, otra de las víctimas de la masacre, expusieron que dos menores quedaron en la orfandad. “Mi hijo no andaba robando, andaba trabajando, cuando fue asesinado por colonos y mayagnas”, expuso el padre.

Wilmor Waldan denunció que "el gobierno no ha hecho mucho, ha capturado a algunos mayagnas, sin embargo, ha escondido a los colonos responsables”.

La Policía presentó como responsables de la masacre a tres de 14 investigados, 11 sospechosos siguen prófugos.

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Los padres del joven también piden ayuda para viajar a la zona de difícil acceso para poder recuperar el cuerpo de su hijo y darle cristiana sepultura.

La falta de recursos y la inseguridad en la zona dificultan la logística para poder realizar el viaje.

Amaru Ruiz, presidente de la Fundación del Río, indicó que algunos de los cuerpos fueron enterrados en el cerro por el grado de descomposición y la saña con que actuaron los delincuentes. Tienen fotografías al menos de ocho cuerpos, sin embargo, hay otros que no fueron fotografiados. También está la posibilidad que algunos de los cuerpos quedaran en los túneles de donde extraían el oro.

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