¿Cuál ha sido el impacto de las sanciones al régimen? Analistas creen que son insuficientes y poco efectivas
Expertos internacionales consideran que, a pesar de las sanciones, la dictadura de Daniel Ortega continúa firme, por lo que hacen un llamado a la comunidad internacional a aplicar medidas más severas.
- septiembre 09, 2021
- 12:22 AM
- Despacho 505
- Copyright Despacho 505
Las sanciones a funcionarios cercanos a la dictadura de Daniel Ortea no han sido suficientes, coinciden analistas internacionales. Ortega responde a cada sanción con más represión: “Piensan que con sanciones van a doblegar a Nicaragua”, dijo en junio pasado. Aunque no han sido suficientes, las sanciones impuestas por Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, Suiza y Reino Unido sí han afectado al régimen, aunque se empeñe en decir que no.
Ortega está en “guerra” y desde hace años se ha “estado preparado para este momento”, afirma un analista en comunicación, quien por temor a represalias prefiere omitir su nombre. “Daniel es un hombre de guerra y en este momento siente que está librando una batalla que tiene que ganar”, agrega. Los expertos nacionales admiten que dichas medidas han afectado más la reputación del régimen a nivel internacional.
Para el analista en política internacional y catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Internacional la Florida (FIU), Eduardo Gamarra, la actitud desafiante de Ortega cada vez que sancionan a sus funcionarios o familiares no es ninguna sorpresa, al contrario, es una característica de los gobiernos populistas. Según Gamarra, Ortega ha observado cómo sus homólogos en Cuba y Venezuela han logrado sobrevivir por décadas bajo estos sistemas autocráticos. “Deduce que si ellos lo han logrado, él también lo va hacer”, señala.
IMPACTO DE LAS SANCIONES
En una entrevista reciente con este medio, Gamarra planteó que el problema es que el Gobierno de Estados Unidos no puede obligar a los demás países del mundo a aplicar sanciones universales a Nicaragua, si ocurriera lo contrario la historia en Nicaragua sería otra. “Estos regímenes están conscientes de ello. Saben que pueden continuar con las violaciones internas de derechos humanos, porque no hay un mecanismo a nivel internacional que pueda detenerlos”, explica.
Los expertos ven con preocupación que las dictaduras en Cuba, Venezuela y Nicaragua continúen, pese a la presión que ejerce principalmente Estados Unidos, algo que consideran como un problema serio para la región latinoamericana, así lo expone Cynthia Arnson, directora del Programa para América Latina del Wilson Center, en Washington.
El Wilson Center fue creado por el Congreso y se ha convertido en un foro político no partidista clave de Estados Unidos para abordar problemas globales a través de la investigación independiente y el diálogo abierto para informar ideas prácticas para la comunidad política.
MÁS NOTICIAS: Policía Orteguista minimiza masacre indígena a actos por rencillas y reconoce solo a nueve víctimas
“Si los abusos cometidos por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo quedan en la impunidad, le envían un mensaje erróneo a los regímenes autoritarios de la región, les dice que pueden actuar como quieran y no van a ver consecuencias por sus acciones”, advierte Arnson.
Una amenaza que cada vez se vuelve más latente en la región, de acuerdo con el reporte del Índice de Transformación Bertelsmann (BTI, por sus siglas en inglés) que en 2020 por sexto año consecutivo señala que las democracias en América Latina y el Caribe se deterioraron. El número de autocracias se consolidaron, alcanzando un máximo histórico de seis: Venezuela, Nicaragua, Cuba, Haití, Guatemala y Honduras.
Ese deterioro ha estado marcado por la ausencia de elecciones libres y transparentes, la obstaculización de la competencia política y en el caso de Nicaragua, la aprehensión de los principales adversarios políticos y el socavamiento intencional de órganos de supervisión destinados a rendir cuentas.
El retroceso democrático en América Latina ha activado las alarmas, por lo que la Unión Europea y Estados Unidos han aplicado sanciones a ciertos regímenes como es el caso de Nicaragua, con el objetivo de hacer que estos líderes restauren las democracias, sin embargo hasta el momento no han tenido el alcance esperado.
“El problemas de estas sanciones, es que son hechas a individuos, y por tanto no tienen mucho impacto ”, reconocen los analistas estadounidenses organismos estadounidenses.
“El Gobierno de los Estados Unidos no quiere que los nicaragüenses se vean afectados por las sanciones, por eso, solo hemos visto acciones concretas dirigidas a los más cercanos a la pareja presidencial. Desde Washington lo que se persigue es que a medida que se apliquen sanciones individuales a los allegados de Ortega, el régimen se vaya quedando aislado y se vea obligado a ceder”, asegura Arnson.
Sin embargo, Gamarra, no está seguro hasta qué punto estas medidas cumplirán con ese objetivo. “El pueblo cubano lleva 62 años con un gobierno comunista, Venezuela lleva más de 20 años, desde que Chávez tomó el poder en el 99. El régimen de Daniel Ortega, ha estado viendo lo que pasa en Cuba, Venezuela, y en los demás países con regímenes autoritarios, ellos saben que van a sobrevivir, porque piensan que pueden evadir las sanciones”.
SUSPENSIÓN DEL CAFTA, UNA MEDIDA DIFÍCIL DE TOMAR
La suspensión de Nicaragua del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos (DR- Cafta) es para estos expertos la única medida que podría impactar de manera directa en el debilitamiento del régimen Ortega- Murillo, pero eso tendría un alto costo para la población Nicaragua.
LEA MÁS INFORMACIÓN: Se agota el plazo para cambios en el Padrón Electoral para votar en noviembre
“Esa sería una sanción severa para el autócrata de Daniel Ortega y el único mecanismo de presión que podría utilizar la comunidad Internacional, porque ese tratado de libre comercio le permite a Nicaragua vender sus productos sin aranceles, pero no creo que se llegue a eso, por lo menos no a corto plazo”, analiza Gamarra.
El “inconveniente” de esta sanción es “ el impacto que la medida tendrá en la población”. “Hay plena consciencia entre los tomadores de decisiones en Estados Unidos sobre el impacto de esta sanción y lo que menos se quiere es perjudicar a la población del segundo país más pobre de las Américas”, agrega por su parte Arnson.
Aunque ambos analistas advierten que Estados Unidos por sí solo no puede hacer retroceder a Ortega, se necesita conciliar la medida con los demás países participantes de la región, por tanto en el corto plazo esa acción no es viable.
“Es difícil reconocerlo, pero el escenario más probable para Nicaragua, es que la democracia continúe deteriorándose y el régimen de Ortega continúe la represión para eliminar a la oposición en el país”, puntualiza Gamarra.