Monseñor Rolando Álvarez: Las noches se han convertido en sinónimo de "miedo y terror"
El líder religioso dijo que pareciera que el país sucumbe ante el odio, la violencia y la injusticia, "pero Nicaragua no está muerta, sino adormecida".
- junio 27, 2021
- 08:34 AM
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El obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, dijo este domingo que las noches se han convertido para los nicaragüenses en "sinónimo de miedo y para algunos de terror", ademas ha lamentado que se viva un ambiente de angustia y zozobra, por lo tanto pidió que Jesús libere al país de la “enfermedad de la rabia, de la furia, de la desesperanza, de la violencia y de la exclusiones”.
"Cuánto miedo en las noches, por las noches, cuando la oscuridad cae, cuando el atardecer viene, familias, personas, trabajadores, matrimonios, hijos con miedo, ya la noche ya se ha vuelto sinónimo de miedo y para algunos de terror", expresó el obispo.
Las palabras de Álvarez se da en medio de una ola de detenciones que ha dejado en 25 días, a al menos 21 personas detenidas entre ellas cinco aspirantes a la Presidencia, excancilleres, líderes políticos, disidentes sandinistas, periodista, banqueros y dos exfuncionarios de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCh). Algunas de esas detenciones se han hecho por la Policía Orteguista en altas horas de la noche.
"Cuántos nicaragüenses piensan que hemos entrado en un túnel sin retroceso, cuántos nicaragüenses piensan que hemos entrado en una noche de oscuridad de la que no hay luz, ni se vislumbra la luz, cuántos nicaragüenses y cuántas naciones, cuántos países de otros continentes podrían decir: ya no hay nada que hacer con ustedes, ya no hay nada que hacer por Nicaragua", se cuestionó el religioso.
El régimen de Daniel Ortega ha elevado la tensión con varios países de Europa y Estados Unidos, quienes han demandado la liberación de todos los presos políticos y que se respete los derechos políticos y civiles de todos los nicaragüenses.
El religioso durante su homilía en la Catedral de San Pedro Apóstol de la ciudad de Matagalpa, expuso que pareciera que el país sucumbe ante odio, la violencia y la injusticia, "pero no, Nicaragua no está muerta, sino adormecida".
"Escucha Nicaragua levantate, animate, camina y construye un nuevo futuro en paz, en justicia en fraternidad y en libertad", exhortó Álvarez.
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NO DEJARSE SEDUCIR POR LA VIOLENCIA
Además, llamó a la ciudadanía no dejarse "seducir" por la violencia y las "mil razones que aparentan justificarla se equivocan quienes dicen que pasando por ella, por esa violencia se logra la justicia y la paz, no es cierto". Indicó que la paz, justicia, el crecimiento humano se logra con amor, perdón, unidad y reconciliación.
El régimen de Ortega ha justificado la ola de detenciones bajo el argumento de que no se está juzgando a políticos, “no estamos juzgando candidatos, aquí se está juzgando a criminales que han atentado contra el país, contra la seguridad del país, contra la vida de los ciudadanos al intentar nuevamente organizar otro 18 de abril, otro golpe de Estado para provocar lo que ellos llaman el cambio de régimen, eso es lo que estamos persiguiendo, eso es lo que se está investigando y eso es lo que se castigará en su momento, tal y como lo mandan las leyes”.
Monseñor Álvarez indicó que la actual crisis sociopolítica que vive Nicaragua ha provocado desesperanza, tristeza, y migración de cienes de nicaragüenses que buscan mejorar sus condiciones de vida.
"Cuánto dolor, cuántas familias nuevamente desintegradas, cuántos padres, madres con sus niños, familias enteras que dejan su patria, sus tierras, sus cositas, todo por aventurarse a buscar algo que lamentable y dolorosamente su lindo país, no les pudo ofrecer", reflexionó el obispo.
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Por otro lado, recordó que Nicaragua es un país que ha sufrido por más de 200 años, guerras, violencia, corrupción, componendas que han enriquecido a unos pocos a costa de las inmensas mayorías que ha provocado dolor en la población trabajadora.
"Cuantos ciclos viciosos en el que únicamente durante algunas épocas han habido alternancias en el poder, pero al final de cuentas sin permitirle al pueblo ser el autentico soberano de su historia. Cuánto ha sufrido Nicaragua, esa lucha de exclusiones entre hermanos, cuantas veces se ha excluido a otros, cuando lo que realmente necesitamos es ser una sociedad incluyente donde como hemos dicho en otras ocasiones todos, sin exclusión alcancemos y nos sentemos en la mesa, viéndonos como hermanos y dejándole el lugar central de ella a los pobres", manifestó el religioso.