Fiebre del oro amenaza la Indio Maíz, denuncia Fundación del Río

Tres empresas que se dedican al procesamiento y comercialización de oro en Nicaragua están siendo señaladas por la Fundación del Río de promover la explotación minera que de manera artesanal e ilegal avanza en el sureste de Nicaragua, y que ya alcanza la zona núcleo de la Reserva de Biosfera de Río San Juan.

Amaru Ruiz, ambientalista y presidente de Fundación del Río, denuncia que la fiebre del oro que ha surgido en el sureste del país se da a vista y paciencia de las autoridades. Dado que representa una seria amenaza para este valioso activo natural, entre finales de 2020 e inicios de 2021 este organismo ha dado seguimiento a la actividad logrando identificar que tres mineras constituyen el eslabón final de la cadena de procesamiento y comercialización del oro que mina la importante reserva: Topacio S.A, Calibre Mining Corp y el plantel Los Ángeles.

Fundación del Río reporta la existencia de más de 120 molinos de extracción en la zona. “Nosotros no teníamos información del paradero de los volúmenes del material que está siendo extraído y que no corresponden a los que se procesan en la minería artesanal, ya que generalmente es de pequeña escala, pero lo que veíamos era una escala mucho mayor y al darnos a la tarea de monitorear hacia dónde iba el material encontramos que las tres empresas estaban detrás de todo el proceso”, explicó.

En un comunicado emitido el 12 de mayo la organización ambiental señala a la minera Topacio S.A. de tener presencia “directa en la Reserva de Biosfera, ya que se ubican en una finca llamada La Fortaleza en la comunidad de Los Chiles, municipio de San Carlos”.

CARIBE RECHAZA ACUSACIÓN

Ruiz explicó a DESPACHO 505 que en el laboratorio la empresa verifica la calidad del oro, compra y procesa todo el material procedente de las explotaciones mineras localizadas en comunidades Palo de Arco y La Esperanza.

En el caso de Calibre Mining Corp y el plantel “Los Ángeles”, las otras dos empresas que según Fundación del Río están fomentando la explotación minera artesanal e ilegal en áreas protegidas del sureste de Nicaragua, están localizadas en Chontales, en los municipios de Santo Domingo y La Libertad.

A la denuncia de Fundación del Río, Calibre Mining reaccionó a través de un comunicado en el que asegura no ser parte de la cadena de explotación minera que opera en el área de la reserva natural.

“Calibre Mining Corp. aclara al público general nacional e internacional que ninguna de sus subsidiarias ha adquirido o comprado, ni procesado en sus plantas, mineral extraído de la Reserva de Biósfera de Río San Juan ni de la Reserva Biológica Indio Maíz, así como de ninguna otra zona de reserva natural en el país. Calibre reitera que únicamente procesa mineral extraído de manera formal de sus propias concesiones mineras. Ninguna concesión perteneciente a Calibre o sus subsidiarias se encuentra en la Reserva de Biosfera de Río San Juan, así como tampoco en la Reserva Biológica Indio Maíz”, expresaron.

EXPLOTACIÓN DENTRO DE LA RESERVA

La alerta nacional lanzada por Fundación del Río también se sustenta mediante un trabajo de investigación periodística realizado en conjunto con la plataforma digital Divergentes y que mediante un recorrido por la zona les permitió recabar evidencias de que en la Reserva Biológica Indio Maíz existen dos áreas que están siendo utilizadas para explotación minera artesanal. Una localizada en el cerro La Chiripa, del municipio El Castillo, y la otra en la cabecera del río Indio, en la zona sur de Bluefields, Caribe Sur, cerca de la ribera del río Indio, la zona limítrofe con el departamento de Río San Juan.

El principal que dirige Amaru Ruiz es al Ministerio de Energía y Minas ya que no cumple con su obligación de tutelar la actividad con el rigor establecido. Por ejemplo -cuestiona- que no se respete el mapa de áreas con restricción minera: “la Reserva de Biósfera de Río San Juan es una de las áreas restringidas, las instituciones han sido negligentes en la atención de la situación de la fiebre de oro que se desarrolla ilegalmente en esa zona”.

Recordó que el interés por la búsqueda y extracción de oro en el sureste de Nicaragua cobró fuerza a partir del 2016 cuando la explotación minera que se registró en el sector de Las Crucitas, Costa Rica, llegó hasta los municipios de El Castillo y San Carlos en el departamento de Río San Juan.

“Hacemos un llamado a las instituciones y a las alcaldías del sureste del país a que detengan los procesos de extracción de oro y obligar a que las empresas industriales no sigan fomentado y comprando material procedente de zonas restringidas”, dice el pedido púbico emitido por Fundación del Río, que es parte de los organismos no gubernamentales a los que el régimen de forma arbitraria canceló su personería jurídica y allanó sus instalaciones en 2018, en el contexto del estallido social iniciado en abril y que derivó en una crisis sociopolítica todavía no resuelta.

EL IMPACTO AMBIENTAL

Amaru Ruiz explica que el avance de la fiebre de oro representa una seria amenaza para la Reserva Indio Maíz por el impacto directo que esto tiene en el bosque y la descarga de contaminantes a las fuentes de agua naturales, como el cianuro y mercurio que se emplean en esta labor.

Denunció que la táctica ha sido dejar que mineros artesanales empiecen a destruir el territorio y posteriormente la actividad se formalice mediante solicitudes de concesiones.

“Estos procesos extractivos inmersos en la Reserva de Biosfera de Río San Juan se han convertido en un nuevo tensor para la Reserva Indio Maíz ya que el mercurio y el cianuro que se utiliza en los molinos artesanales para el procesamiento del oro, están contaminando las fuentes de agua y deterioro al área vegetativa producto de las excavaciones de túneles”, amplió.

El ambientalista recordó la obligación que tiene el Estado de Nicaragua de proteger el capital natural del país, siento Indio Maíz uno de los más importantes. En ese sentido recomendó tomar acciones encaminadas a respetar y detener cualquier proceso de extracción minera que esté operando actualmente y no permitir ninguna concesión minera.