Policía Orteguista asedia la parroquia Divina Misericordia y CIDH demanda respetar libertades
La Policía Orteguista se tomó los alrededores de la parroquia Divina Misericordia, donde esta tarde se realizará una misa para recordar a las víctimas del brutal ataque contra la UNAN – Managua del 13 de julio del año pasado. Antimotines en la zona graban y amenazan a periodistas.
- julio 12, 2019
- 06:18 AM
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La Policía Orteguista se tomó los alrededores de la parroquia Divina Misericordia, donde esta tarde se realizará una misa para recordar a las víctimas del brutal ataque contra la UNAN – Managua del 13 de julio del año pasado. Antimotines en la zona graban y amenazan a periodistas.
En un acto de intimidación y amedrentamiento, la Policía Orteguista se tomó este viernes los alrededores de la parroquia Divina Misericordia, donde se realizará una misa para recordar a Gerald Vásquez y Francisco José Flores, víctimas del ataque que policías y paramilitares ejecutaron el 13 de julio del año pasado contra la UNAN – Managua y el templo católico.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) demandó el respeto a las libertades públicas, incluido el derecho a las manifestaciones sociales y la libertad religiosa.
“Los actos para amedrentar cualquier reunión que pudiera derivar en manifestaciones sociales, incluidas celebraciones religiosas, pueden afectar las libertades individuales. El Estado de Nicaragua tiene el deber de respetar el goce pleno de derechos”, recordó el organismo en su cuenta de Twitter.
Los periodistas que se acercan a la zona son filmados y amenazados por los antimotines, denunció Donaldo Hernández, corresponsal de la Voz de América.
"Policías nos amenazaron mientras grabábamos en la Iglesia Divina Misericordia. Gritaron que nos cuidáramos porque ya tenían la placa del vehículo. Los agentes nos fotografiaron con cámaras profesionales, también nos grabaron videos", detalló el periodista.
EL ATAQUE
El 7 de mayo de 2018 los estudiantes de la UNAN – Managua se tomaron el recinto para exigir la renuncia de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Estuvieron ahí dos meses y seis días hasta que el dictador los mandó a masacrar la tarde del 13 de julio.
El intenso ataque contra los universitarios que se encontraban dentro del recinto y contra los que estaban en las barricadas que habían instalado alrededor, duró más de 14 horas. El uso de armas de guerra contra estudiantes que se defendían con piedras y morteros hizo que los jóvenes se replegaran en la parroquia Divina Misericordia.
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La operación represiva del régimen dejó estudiantes detenidos, heridos y dos muertos: uno dentro de la parroquia y otro que cayó desangrado en una barricada.
Las víctimas: Francisco José Flores, un obrero que se había unido a la resistencia estudiantil y el universitario Gerald Vásquez, de 20 años, quien cursaba Técnica en construcción.
Foto de portada: Donaldo Hernández.