Análisis: Condena del Consejo de DD.HH. de la ONU aísla más a Daniel Ortega

La nueva resolución de condena a la represión en Nicaragua aprobada este martes por el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) es otro duro revés para Daniel Ortega. Que el documento “Promoción y protección de los derechos humanos en Nicaragua” haya sido aprobado con dos nuevos votos -Argentina y México- evidencia un mayor aislamiento internacional para el régimen Ortega-Murillo, coinciden analistas consultados por DESPACHO 505.

El exdiplomático Mauricio Díaz destacó que en ese foro, Nicaragua solo contó con el apoyo de Bolivia, Cuba, China, Filipinas, Rusia, Somalia y Venezuela, los que considera los países “más irresponsables del planeta”.  Al final la resolución fue aprobada con 20 votos a favor, ocho en contra y 18 abstenciones.

Mientas que el analista político Julio Icaza observa “interesante” que Argentina y México, “con un peso específico en la región, hayan votado a favor de la resolución”.

En la resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU insta a Ortega a iniciar emprender reformas electorales, permitir las manifestaciones públicas y liberar a los más de 120 presos políticos que se encuentran en las celdas del Sistema Penitenciario de Nicaragua.  

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Además, sugieren que adopte un plan de acción, con plazos definidos, para aplicar las recomendaciones formuladas por los mecanismos internacionales y regionales de derechos humanos, incluyendo las que se han plasmado en los informes de la Alta Comisionada en consulta con la sociedad civil y las víctimas

Díaz opina que, en lo general, la resolución demanda buscar una salida a la crisis que vive Nicaragua a través de unas elecciones justas, transparentes, libres y creíbles.

ORTEGA MUESTRA RESISTENCIA TENAZ

Una vez más, durante el foro el régimen de Ortega por medio de su representante Paul Oquist, sancionado por el gobierno de los Estados Unidos, calificó la resolución de "politizada y basada en grandes mentiras que reflejan las posiciones de golpistas".

Para Díaz, esta posición refleja la resistencia “tenaz, tozuda e irracional del régimen de Ortega – Murillo a avanzar en las propuestas que se han venido presentando y la constatación del alto comisionado de que el gobierno de Nicaragua no quiere hacer nada”. Agregó que Ortega está apostando al “barbarismo y no a la civilidad”.

Pero el analista espera que en esta oportunidad, cuando se tiene una hoja de ruta clara, como la proponen; “ojalá que antes de finales de mayo de este año, que ya estamos a las puertas, se creen a las condiciones para entrar a un proceso (electoral) que sea creíble”.  

Icaza coincide en que Ortega no ha dado muestras para encontrar una salida pacífica a la crisis. “Siguen apostando a la violencia y la guerra, a la destrucción del país con tal de retener el poder”, dice.

PRIMER PASO PARA EJERCER MÁS PRESIÓN

Por otro lado, el exdiplomático Julio Icaza considera que la resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU es “apenas un comienzo y un llamado a las democracias a denunciar al régimen autocrático de Ortega y Murillo”. Opina que la comunidad internacional debe ejercer mayor presión, sobre todo, para que Ortega acceda “a negociar las necesarias reformas electorales”.

Según Icaza, la resolución por si solo es importante, pero no suficiente. “Es importante por lo que dice y lo que pueda venir detrás”, comentó el analista.

Esta es la segunda resolución que emite el Consejo sobre Nicaragua desde el 2018, cuando estalló la Insurrección de Abril que fue exterminada mediante el uso de la fuerza letal, con la participación conjunta de la Policía, paramilitares y fuerzas de choque.

A este punto, el exdiplomático subraya la importancia de un pronunciamiento de la Organización de Estados Americanos (OEA), “ante la inamovilidad de la dictadura a siete meses" de las elecciones en Nicaragua. La Asamblea General de este organismo en octubre del año pasado emitió una resolución que mandata a Ortega implementar unas reformas electorales a más tardar en mayo de este año.

“Los Estados Unidos, un actor de mucho peso en la región, no termina de formular y traducir en iniciativas concretas su política hacia Nicaragua. Esperemos una mayor definición en las próximas semanas, con acciones que realmente hagan retroceder a la dictadura”, agregó.

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Mauricio Díaz muestra confianza en que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, junto con los países democráticos, presionarán más a Ortega luego de esta condena del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

“Probablemente haya un cambio en la correlación de fuerzas en el Consejo Permanente y eventualmente y en la Asamblea General de la OEA que permitiría llegar a medidas más duras como, por ejemplo, la suspensión del Estado de Nicaragua por incumplimiento de sus compromisos, ahora pareciera que eso le es irrelevante a este régimen, esa es la gran preocupación”, plantea Díaz.   

COMBO DE LEYES

A finales del año pasado Daniel Ortega por medio de la Asamblea Nacional, donde tiene el control mayoritario, aprobó un combo de leyes y reformas considaradas instrumentos represivos para anular a la oposición: Ley Especial de Ciberdelitos, Ley de Regulación de Agentes Extranjeros, Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, la Soberanía y Autodeterminación para la Paz, aprobación de la cadena perpetua, entre otras.

Ante este escenario, menciona Díaz, el FSLN se encuentra en campaña electoral utilizando recursos del Estado e irrespetando las leyes, y la oposición se mantiene limitada bajo la represión. El analista no omite el riesgo de que el proceso electoral sea organizado por los mismos magistrados del Consejo Supremo Electoral leales a Ortega, “¿vamos a ir con el mismo padrón electoral, no va a haber una auditoria previa? y no va a haber un diálogo”, cuestiona.

“Si el gobierno de Daniel Ortega continúa en esta deriva de fortalecimiento del autoritarismo, sin dar ninguna señal de buena voluntad, pues lo que vamos a ver venir, ahora que viene la Semana Santa, vamos a ver venir un aumento, una prolongación del calvario de los nicaragüenses”, pronostica.

RESPALDAN RESOLUCIÓN

Los organismos de derechos humanos nicaragüenses también se pronunciaron a favor de la resolución. Denis Darce, miembro de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), lo considera un llamado de atención para el Estado de Nicaragua y para la sociedad y, en especial para las víctimas y familiares, significa “un respaldo y un reconocimiento que la situación existe a pesar de la campaña del Gobierno de desacreditar las versiones que como defensores de los derechos humanos realizamos”.

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Mientras el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) expresó que el documento reafirma el compromiso “por parte de la comunidad internacional con las víctimas de la represión y mantiene un valioso precedente de acuerdo a las resoluciones aprobadas en marzo de 2019 y junio de 2020”.

La doctora Vilma Núñez, presidenta del organismo, denunció que en Nicaragua continua la “represión, pero ante ella, la lucha de la sociedad civil se mantiene hasta lograr justicia y una Nicaragua libre y en paz”.

Por su parte el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, expuso que la resolución refuerza las “denuncias sobre las violaciones a derechos humanos cometidas en Nicaragua desde hace tres años”.