Eurodiputados a Ortega: Diálogo sí, pero con condiciones. “No podemos fiarnos”

El llamado a un diálogo bilateral con Estados Unidos y la Unión Europea hecho el pasado lunes por Daniel Ortega para demandar el cese de las sanciones contra su régimen ha sido recibido con desconfianza de parte de eurodiputados en el Parlamento Europeo, quienes dudan de las intenciones del dictador, por lo que instan a la Unión Europea a poner condiciones claras antes de entablar un proceso de negociación.  

Poniendo la pandemia del coronavirus como pretexto, Ortega dijo que las potencias del mundo “no pueden seguir actuando como han actuado en medio de esta pandemia, volando patadas y sanciones por todas partes. Son momentos donde tendrán que reflexionar”. 

“Que no se olviden los europeos, que no se olviden los Estados Unidos que en este planeta nadie sobra, por eso es importante encontrarse, dialogar. Este es un momento en que el planeta se encuentra en un gran y enorme riesgo, porque ya la cantidad de fallecidos por la pandemia ya van marcando número de millones. No es cierto que potencia alguna tenga la capacidad de resolver por sí sola este problema”, dijo el mandatario en un acto desde la Plaza de la Revolución de Managua. 

Consultados por DESPACHO 505, Bauzá y Rodríguez recuerdan que las sanciones impuestas por la Unión Europea no afectan a la población y han sido dirigidas a funcionarios específicos señalados de graves violaciones a los derechos humanos y actos de corrupción.  

“Respecto a la llamada de Ortega al diálogo creo que es un paso en la buena dirección porque demuestra que las sanciones le están doliendo, pero no podemos fiarnos de sus intenciones. Tenemos que ser muy exigentes y, sobre todo, prudentes. Debemos tener muy presente que el objetivo último de Daniel Ortega y de Rosario Murillo es mantener el poder, tanto para evitar responder por los crímenes que han cometido, como para preservar su estatus y el de su familia y allegados”, asegura el eurodiputado José Ramón Bauzá. 

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Bauzá, quien es miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, considera que la Unión Europea y los Estados Unidos “deben ser muy cautelosos porque Ortega no va a ceder fácilmente su poder”.  

“Un escenario que también me preocupa especialmente es que Bruselas y Washington se conformen con un gesto de Ortega a cambio del levantamiento de sanciones, como la retirada de leyes anti-oposición o la liberación de los presos político, y que no exijan lo realmente importante, que es una reforma electoral de calado que garantice unas elecciones libres y transparentes”, explica.  

LAS CONDICIONES PARA UN DIÁLOGO 

Por su parte, la eurodiputada Soraya Rodríguez sostiene que un diálogo no es una apelación en abstracto, sino que tiene una ruta, que en este caso particular con Ortega estaría marcada por las 14 recomendaciones de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y las resoluciones del Parlamento Europeo recientemente adoptadas. 

En las recomendaciones de la Alta Comisionada y las resoluciones del Parlamento Europeo se ha pedido al régimen de Daniel Ortega iniciar un proceso de diálogo con todos los sectores de la sociedad nicaragüense, liberar a los presos políticos, cesar la represión y emprender un proceso de reformas electorales. Hasta ahora el régimen no ha cumplido.   

“Hablamos con la sociedad civil y lo vemos claramente: la represión, el acoso a la disidencia y la limitación de espacios de libre expresión y reunión es cada vez más intenso. Debemos dialogar para apoyar que se acometan importantes reformas que son el marco indispensable para abordar las elecciones de noviembre en un entorno de garantías mínimas democráticas que incluyan la liberación de presos políticos, la observación internacional y la libre concurrencia, entre otros, como elementos fundamentales”, insiste Rodríguez, portavoz de la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo. 

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En cuanto a la reforma electoral Bauzá comenta que “mi temor es que sin una reforma electoral la táctica del orteguismo habrá dado sus frutos que es aumentar la represión en el tramo final hacia las elecciones para recuñar luego ante la presión internacional de Estados Unidos y Europa, pero al final Ortega logra su objetivo que es llegar a las próximas elecciones sin sanciones y con su estructura para el fraude intacta”. 

“Por tanto, ¿diálogo? Sí, siempre. ¿Levantamiento de las sanciones? Solo si hay reformas creíbles que garanticen unas elecciones libres, justas y transparentes”, afirma el eurodiputado.  

LAS SANCIONES DE LA UNIÓN EUROPEA 

En octubre de 2019 el Consejo Europeo, integrado por los jefes de Estado de los 27 estados miembros de la Unión Europea, sancionó a seis funcionarios del régimen de Daniel Ortega. Estas medidas fueron renovadas el 12 de octubre del año pasado para un periodo de un año. 

Los funcionarios sancionados son Francisco Díaz, director de la Policía Orteguista; Néstor Moncada Lau, asesor de Ortega en Seguridad Nacional; Sonia Castro, asesora en temas de Salud; Ramón Avellán, subdirector de la Policía Orteguista; Luis Pérez Olivas y Justo Pastor Urbina, ambos altos mandos policiales. 

Con estas medidas Europa intenta presionar al régimen a emprender un proceso de diálogo y reformas en Nicaragua que permitan una salida a la crisis sociopolítica iniciada en abril de 2018. 

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Con nuevos funcionarios en la mira, entre ellos Rosario Murillo, Ortega ahora busca negociar con la Unión Europea para el cese de estas medidas.  

La eurodiputada Soraya Rodríguez recuerda que las sanciones de la Unión Europea en Nicaragua están únicamente dirigidas a personas concretas vinculadas con violaciones de derechos humanos y se basan en prohibiciones de viaje a territorio europeo y en congelación de activos.  

Por lo tanto, agrega, no tienen un efecto perjudicial en el contexto de la pandemia sobre la población nicaragüense. Tienen efectos exclusivamente sobre las seis personas designadas. La venta, el suministro, la transferencia o la exportación de cualquier mercancía a Nicaragua no están restringidas por parte de la Unión Europea. 

“Todos sabemos que el problema no son las sanciones, ni son el núcleo a través del cual giran nuestras relaciones. Por tanto, si es honesta y sincera la apelación del presidente Ortega, si pretende establecer un diálogo con avances en torno a la ruta establecida con el respecto a los derechos humanos y las garantías democráticas en el centro. En ese caso, por supuesto la Unión Europea estará dispuesta a un diálogo abierto y constructivo basado en estos compromisos”, concluye.