La oposición afronta, contrarreloj, el reto de la unidad
Los líderes de los diversos grupos opositores hacen sendos llamados a la unidad, pero no dan muestras de procurar un acercamiento para concretar un solo bloque electoral para las generales de noviembre próximo.
- febrero 15, 2021
- 02:22 AM
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El pasado 6 de febrero, tres aspirantes a candidatos a la Presidencia de Nicaragua respondieron con extensos discursos a una pregunta sobre la importancia de la unidad de la oposición y por qué no se ha concretado. Félix Maradiaga y Miguel Mora dejaron claro que están a la espera de que la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y Ciudadanos por la Libertad llamen a sus agrupaciones para conformar un bloque electoral de cara a las elecciones generales de noviembre próximo. Mientras tanto, Juan Sebastián Chamorro se fue por la tangente: “La unidad es fundamental, es una condición necesaria, sin unidad no va a ser posible el cambio democrático”.
El discurso de unidad de la oposición desde 2019 ha sido sólo eso, dice un analista político cercano a la Alianza Cívica, que ve en en esta agrupación intentos por no conseguir que las demás fuerzas se sumen en un solo bloque. “Aquí lo que hay son intereses de grupos, la oposición habla de unidad, pero en el fondo pareciera que no la quieren”, señala el experto. En febrero pasado, hubo un intento por consolidar la unidad en la Coalición Nacional, sin embargo, en septiembre la Alianza decidió salirse porque se estaban practicando viejas prácticas de la política criolla de Nicaragua. “Si quieren unidad por qué no se sientan”, señala el especialista.
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La oposición empezó el año empujando figuras para las candidaturas a la Presidencia de la República, en medio de un ambiente desconcertante porque participar o no depende de la voluntad de Daniel Ortega para impulsar reformas electorales que garanticen un proceso transparente y observado por la comunidad internacional. La más reciente encuesta de Cid-Gallup de enero de este año, reveló que el 62% de la población no tiene simpatía por ningún partido político. A diez meses de las elecciones, el Frente Sandinista de Liberación Nacional mantiene el apoyo de un 25% de los encuestados, mientras, que la Unidad Nacional Azul y Blanco un 4%; el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), 3% y el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), 2%.
La Alianza Cívica y el partido Ciudadanos por la Libertad anunciaron a inicios de este año que conformaron la Alianza Ciudadana, con la que pretenden ir a las urnas en noviembre. Días después, la Unidad Nacional Azul y Blanco y la Coalición Nacional expresaron sus intenciones de entablar comunicación para sumarse, pero hasta ahora no ha habido nada concreto. Fuera del discurso retórico, no hay hechos ni gestos, al menos por parte de la Alianza, que demuestren compromiso porque unir a todos los sectores sociales y políticos del país.
“La nación vive uno de los momentos más difíciles de la historia reciente. Como Unidad Nacional y Coalición Nacional, estamos listos para conversar sin ninguna condición en el momento que se nos llame. Es urgente y tenemos el reto de construir un país de paz”, dijo Félix Maradiaga, del Consejo Político de la UNAB, en el programa Nicaragua Debate, coproducido por DESPACHO 505 y otros tres medios de comunicación digital. Esa misma noche, descartaron participar en la contienda electoral si la oposición no logra la unidad.
“Nunca sería el candidato de una facción, porque creo fervientemente que la unidad es una responsabilidad histórica y no unirnos sería, incluso, un acto de traición a los que más sufren, a las víctimas, a las madres de presos políticos, a las madres de las personas que fueron asesinadas, a los desempleados, a los trabajadores del estado que están siendo expulsados de sus trabajos por no seguir los mandatos de la bandera rojinegra, sería un acto de desagravio los exiliados que están afuera”, señaló Maradiaga.
Miguel Mora dijo ese día que el primer paso es suscribir un acuerdo de unidad entre la Alianza Ciudadana y la Coalición Nacional, sin descalificaciones ni arrogancia. Lo dice porque la presidenta del CxL, Kitty Monterrey, desconoció el liderazgo de la Coalición Nacional y la UNAB, al asegurar que ambas organizaciones “no existen” y que están integradas por “grupos” que se podían plegar a la Alianza Ciudadana. “Nosotros pese a esas calificaciones hemos extendido la mano, estamos obviando todo tipo de insultos y descalificaciones”, apuntó Miguel Mora.
MADUREZ POLÍTICA
Ante ese panorama de unidad, el analista político Bosco Matamoros, considera que los sectores de la oposición en Nicaragua deben dar un salto de madurez y demostrar “que son adultos políticamente hablando”, y para demostrarlo están obligados a articular una coalición que tenga como base definir bajo qué criterios irán a las elecciones de noviembre próximo y los parámetros para elegir al candidato que le hará frente a al dictador Daniel Ortega.
El experto defiende la idea de que se debe de dejar de hablar de “unidad” de todos los sectores de la oposición, pues es casi “un concepto religioso”. A su juicio se debe hablar de unidad hasta que se logren reformas electorales: “La oposición de una manera orquestada deben presionar por unas reformas electorales, ya que el régimen de Ortega está escondido cómodamente dejando pasar el tiempo”.
Félix Maradiaga, precandidato a la presidencia por la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), reiteró DESPACHO 505 que “de parte mía no existe absolutamente ningún impedimento ni pre condición alguna”, para lograr la unidad de todos los sectores. “Como he venido insistiendo, estoy listo a conversar de inmediato con todos los colegas de las otras fuerzas de oposición. Repito, sin ninguna precondición”, manifestó.
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Al ser consultado porqué no logran unificarse, contestó que “esa pregunta la pueden responder mejor aquellos que no han aceptado sentarse”, en referencia a la Alianza Cívica y el partido Ciudadanos por la Libertad. “En un escenario de unidad de la oposición, ese régimen sería ampliamente desplazado por una alternativa política que sí genere empleos, oportunidades y derechos para toda la ciudadanía sin excepción”, comentó el político opositor.
Ante esa falta de compromiso de la oposición, Carlos Tünnermann, exministro de Educación, y Fabio Gadea Mantilla, excandidato presidencial de la República, presentaron la Comisión de Buena Voluntad para servir de enlace entre las organizaciones. La UNAB y la Coalición Nacional reaccionaron de inmediato, reuniéndose con los miembros, a excepción de la Alianza Cívica. “La Alianza está quedando como el malo de la película”, dice un analista cercano a esta facción de oposición.
En un comunicado reciente, la Comisión inform que se reunión con Cristiana Chamorro, Miguel Mora, Medardo Mairena, José Antonio Peraza y Juan Sebastián Chamorro, quienes mostraron disposición de consensuar y respaldar un mecanismo para la selección de la candidatura a la Presidencia por parte de las fuerzas opositoras; y de respaldar a la persona que haya sido seleccionada, a través de tal mecanismo, “como única candidata o candidato a la presidencia”.
El partido CxL sólo acepta conversar con pares, es decir con partidos políticos. En el caso de la Coalición, es con el Partido Restauración Democrática (PRD) del pastor Saturnino Cerrato, descartando a la UNAB. “La Alianza Cívica en su naturaleza, que es representar a los sectores organizados de la sociedad civil, deberá reunirse con aquellos que no son partidos políticos. En el caso nuestro (CxL), que sí somos partido político, estaremos atendiendo aquellos partidos que deseen sumarse a este esfuerzo de la Alianza Ciudadana”, dijo Kitty Monterrey a Radio Corporación, a inicios de febrero.
Pese a eso, según Monterrey, la Alianza Cívica estableció una Comisión de Diálogo Político para reunirse con los demás grupos de oposición. En el discurso, la Coalición Nacional y la Unidad Nacional se encuentran con los brazos abiertos, a la espera de que haya un acercamiento de la Alianza Cívica y CxL. Hasta ahora eso no ha ocurrido. “La oposición está dejando pasar las semanas y meses de nuevo, sabiendo que está contrarreloj, llegaremos a mayo sin reformas y sin unidad”, valora el analista.