Dictadura preocupada por matrícula, pero no en la calidad de educación a estudiantes
Los estudiantes de Nicaragua tienen un nivel educativo dos veces inferior a los de Costa Rica, Chile y Cuba, aún estando en el mismo grado, según resultados de pruebas hechas por la Unesco. Esta semana casi 1.8 millones de estudiantes regresaron a las aulas de clases.
- febrero 03, 2021
- 04:24 AM
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Aunque el régimen de Daniel Ortega divulgue que durante su Administración ha habido mejoras en la infraestructura de escuelas públicas en diferentes puntos de Nicaragua, lo cierto es que la calidad de la educación de estos centros escolares no es la mejor. De hecho, el conocimiento adquirido por los estudiantes del país en las aulas de clases está por debajo de la media del resto de países de América Latina, según las pruebas que Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) realizó en 2013 y que fueron presentadas en 2015.
“Nicaragua aparece casi a la cola de América Latina y de Centroamérica y es un país donde los estudiantes de tercero y de sexto grado obtuvieron los resultados más bajos y los avances más lentos en habilidades fundamentales como la lectura, la escritura, las matemáticas y las ciencias y mucho de lo que decían estos reportes de Unesco es que el gran problema es que nuestros estudiantes no están aprendiendo significativamente”, explicó Alex Bonilla, especialista en temas de Educación.
Los reportes de la Unesco arrojaban que entre las fallas identificadas se encuentran la falta de comprensión lectora y la poca variedad de textos escritos. Al respecto, Bonilla, recordó los resultados de un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el que determinó que los estudiantes no resolvían adecuadamente las pruebas de cálculo.
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“Frente a un discurso de más niños y niñas en la escuela, estamos viendo evidencias de organismos internacionales que demuestran que la calidad de la educación en Nicaragua cada vez es más baja”, expresó el investigador.
SECRETISMO
El presidente del Foro Educativo Eduquemos Ernesto Medina, observó que es difícil conocer a profundidad la calidad de la enseñanza que existe en las escuelas públicas del país debido al secretismo con el que el Gobierno maneja este tema.
“En Nicaragua no tenemos un sistema de medición de la calidad de la educación que nos permita saber cómo está este tema a profundidad y las estadísticas (del Gobierno) no son confiables para decirlo de la manera más clara posible y por eso tenemos que recurrir a información (regional) que creemos nos da una idea un poco más objetiva de la situación”, explicó Medina.
El experto en Educación reveló que, según los resultados de los estudios regionales comparativos, como el de la Unesco, por ejemplo, Nicaragua se encuentra “mal” y que entre 2006 y 2013, años que comprendieron las investigaciones, no hubo gran avance.
“Los niños nicaragüenses están en un nivel de diferencia que equivalía, de acuerdo con los que analizaron esta prueba, a dos años (menos) de educación, o sea que un niño de Nicaragua comparado con un niño de Cuba, Costa Rica o de Chile, tiene un nivel educativo dos veces inferior, estando en el mismo grado y eso nos dice que estamos mal”, reiteró.
CAMBIAR METODOLOGÍA
Tanto Bonilla como Medina, coinciden en que la enseñanza en Nicaragua está basada en el aprendizaje de memoria y no realmente en la comprensión que debe tener el estudiante, por ello sugieren en que debería haber un cambio en la metodología e incluso incluir temas tecnológicos.
“Necesitamos un proceso de educación más equitativo, que permita que todas y todos aprendan con calidad, cada uno atendiendo su realidad, su necesidad y sus intereses. Nuestro sistema educativo no puede seguir agudizando la pobreza, porque muchas veces eso es lo que hace cuando no distribuyen en calidad ni en cantidad el mismo material de estudio para todos los niños y las niñas”, comentó Bonilla.
Medina, por su parte, indicó que los estudiantes deben tener capacidad analítica, de pensamiento crítico y de resolver problemas, que es lo que pide el mundo de hoy, y no memorizar las materias porque al paso de unos seis años ya se habrá olvidado todo lo aprendido teóricamente en un inicio.
“El desarrollo tecnológico y el desarrollo científico son los que están determinando el nivel de competitividad de un país, o sea nuestros estudiantes no desarrollan durante su tránsito por la escuela esas habilidades”, afirmó.
La preparación académica de los maestros también es vital para una buena enseñanza a los estudiantes y en el caso de Nicaragua, los años de aprendizaje aún no son suficientes, expresó Alex Bonilla.
“Los maestros no pueden seguir formándose a nivel de técnico medio. Tenemos que formarlos a nivel de licenciaturas y para ello el sistema debe de fomentar la formación a través de institutos superiores o de facultades de educación en donde los maestros se formen… Todos los países de Centroamérica están formando a sus maestros de primaria a nivel de licenciatura y de secundaria a nivel de maestría, y aquí ese es un desafío que aún está en pañales y no parece ser una prioridad”, aseguró.
Además, señaló que Nicaragua es el país de América Latina donde los maestros tienen “solo 9 años de formación, cuando el promedio latinoamericano son 14 años de formación, entonces se necesita elevar la calidad de educación de los maestros con más años de estudio”.
POLITIZACIÓN
Para Medina, los resultados que están obteniendo en las pruebas regionales de educación se deben al manejo político e ideológico que se hace en los centros educativos públicos del país.
“Esto ocurre desde la concepción que tiene el Gobierno de que lo que hace es un favor, darle educación a los niños, y que todos deberíamos estar agradecidos de que un niño esté en la escuela y que lo demás no importan. Qué tipo de educación está recibiendo, si le va a servir para su desarrollo y labrarse un futuro mejor, eso ya es secundario. Lo importante es que hay cupos, que se cumplan las metas de matrículas, de promoción. Eso es lo que le preocupa al Gobierno”, expresó el especialista.
Otro de los aspectos que criticó Medina es que muchos directores de los colegios públicos sólo desempeñan el papel de inspectores y guardianes de la “pureza ideológica” de los maestros y que no cumplen la función de ayudar a los maestros a desarrollar habilidades para que ofrezcan una mejor enseñanza a sus alumnos.
La politización, según los especialistas, también se puede ver plasmada en las figuras partidarias que se muestran en los textos de estudio que utilizan los estudiantes de las escuelas públicas de Nicaragua.
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“El Ministerio de Educación no puede seguir siendo instrumentalizado por fines político-partidarios, tiene que convertirse en una institución con miras a la educación del siglo XXI… Si vos revisás los libros de texto, te das cuenta que ahí aparece mucha iconografía que hace alusión al partido de Gobierno y lo que podés apreciar es que hay un discurso político-partidario también dentro de estos libros. La misma simbología también que hay en las escuelas”, resaltó Bonilla.
PANDEMIA AGUDIZÓ FALLAS
Con la llegada de la pandemia del Covid-19 es difícil medir qué tanto aprendieron los estudiantes durante el año pasado, sin embargo los especialistas consultados por DESPACHO 505 coinciden en que los colegios en general y peor aún los públicos, no estaban preparados para brindar educación en línea.
“En algunos de los colegios se dijo que la educación iba a ser virtual y en la mayoría ni siquiera se tenía la metodología para educación virtual ni la tecnología estaba accesible a todos los niños, así que en gran medida todas estas cosas fueron un fraude para los estudiantes y a los padres de familia se les trató de dar un paliativo, aunque nunca se cumplió a cabalidad con el objetivo de mantener un nivel de aprendizaje adecuado, y ya ni se diga con los niños que los padres decidieron no enviarlos a la escuela para no exponerlos”, externó Medina.