Katring fue arrojada con vida al sumidero, el caso sintetiza la saña de la violencia machista en Nicaragua

La acusación fiscal contra los asesinos de Katring Ninell López Martínez confirma lo que su mamá sospechó cuando la vio por última vez. La joven fue arrojada inconsciente al sumidero. Murió por asfixia.

Antes de conocer el relato de lo ocurrido en la madrugada del pasado 10 de enero en Jalapa, cuando la joven se quedó frente a la casa de su abuela en compañía del exreo Bryan Flores Chávez y Jairo Pérez Castillo; Eneyda Martínez Pichardo manifestó a DESPACHO 505 que había indicios de que fue arrojada al sumidero con vida: “Todo hace indicar que a mi única hija que traje al mundo me la lanzaron al sumidero estando aún con vida, ya que estaba con sus brazos abiertos como queriendo nadar o salir de ese infierno”.

El escrito que forma parte de la acusación que presentó la Fiscalía de la ciudad de Ocotal reconstruye los hechos y evidencia la saña y el menosprecio hacia la vida y cuerpo de la joven con que actuaron sus agresores. También sintetiza la gravedad de la violencia machista en Nicaragua, una realidad que a pesar de las incesantes alarmas que lanzan las defensoras no genera acciones contundentes por parte del Estado.

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INCREMENTO DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

Katring es la segunda víctima de la violencia machista en Nicaragua en lo que corre del mes de enero de 2021, el 1 de enero, en Managua, se registró el femicidio de una mujer de 35 años.

En 2020 el monitoreo de la organización Católicas por el Derecho a Decidir arrojó que al menos 71 mujeres nicaragüenses fueron víctimas de femicidio, el segundo año de la última década que alcanza esta cifra; no obstante los registros institucionales no coinciden, ya que para agosto reflejaban alrededor de 30 femicidios menos que los documentados por las defensoras.

"Las instituciones públicas, como la Policía, ignoran la situación, consideramos que la omisión ante un caso de violencia es un delito, estamos ante un Estado pasivo y una sociedad que ha normalizado cualquier situación de violencia”, expresó Alima Mora, de la Asociación para la Promoción de la Mujer de Waslala al referirse a la violencia que afecta a las mujeres, principalmente en las zonas recónditas.

KATRING CONOCÍA A SUS ASESINOS

Katring regresó de celebrar su cumpleaños 21 a bordo de una motocicleta junto Yeison Adonai García y su primo Luis Carlos Padilla Martínez. Se dirigían a la casa de su abuela, pero unos 30 metros antes detuvieron la marcha para compartir con un grupo de jóvenes entre los que se encontraban Bryan Flores Chávez, su hermano Manuel, Jairo Iván Pérez Castillo y otros dos varones. Yeison y Luis Carlos se retiraron al poco tiempo.

Katring conocía desde niña a Bryan. Por ese motivo tuvo la confianza de quedarse en su compañía y, más tarde, solicitarle entrar a su casa para usar el servicio sanitario. Él la siguió con la intensión de violarla.

La joven puso resistencia, pero el sujeto al no conseguir someterla la golpeó en la cabeza y quedó inconsciente. Era la 1:30 de la madrugada. Con la ayuda de Jairo Iván Pérez Castillo, de 20 años, planificaron arrojarla a un sumidero. “Fue así que de manera conjunta ambos acusados trasladaron a la víctima Katring Ninell López Martínez en estado inconsciente hacia el patio”, consta en el libelo acusatorio.

Con el fin de aumentar el sufrimiento de la muchacha y provocar que se hundiera le ataron al cuerpo dos patentes de vehículo y, luego, le dejaron caer una pesa artesanal de 38.1 libras.

Katring “falleció por asfixia”, señala la Fiscalía que acusa al exreo Bryan Flores Chávez como coautor del delito de asesinato agravado y por violación en grado de tentativa.

Jairo Iván Pérez Castillo también enfrenta cargos como coautor del delito de asesinato agravado y el próximo 2 de febrero ambos estarán en los tribunales donde la jueza Nancy Rossman Mendoza, titular del Juzgado de Distrito Penal Especializado en Adolescentes y Violencia de la ciudad de Ocotal, Nueva Segovia, determinará si serán remitidos a juicio oral y público.

Debido a la reforma a Ley 779, Ley Integral contra la Violencia hacia las Mujeres, el delito de femicidio es limitado al ámbito privado y, por tanto, solo es empleado cuando el victimario tiene un vínculo de pareja con la víctima. Incluso, en la reciente reforma hecha a esta norma para incorporar la pena de prisión perpetua mantiene esa delimitación que las defensoras de mujeres consideran oculta en las cifras la dimensión de la violencia de género en Nicaragua.

BRYAN, CRIMINAL REINCIDENTE

Es la segunda vez que la jueza Rossman Mendoza procesará a Bryan. Siendo adolescente, en el año 2017 ella misma lo condenó por violación agravada a dos años y medio de prisión, pero el reo no cumplió la sentencia gracias al "perdón presidencial", una figura que no existe y que es empleada por el oficialismo para justificar y promover ante la opinión pública la liberación masiva de reos. Además, consta en el expediente del caso una serie de órdenes de libertad que la misma autoridad había emitido a favor del convicto.

Desde el momento en que la familia de Katering reportó su desaparición Bryan intentó desvincularse sugiriendo que "seguramente se había ido con un hombre". No obstante una cámara de video localizada en el sector captó el momento en que la víctima ingresó a su casa y no se le vio salir.

Durante siete días la familia de Katring denunció su desaparición a través de redes sociales y medios de comunicación.