Régimen disfraza con ofensas incumplimiento de acuerdos

Canciller Moncada lee otro comunicado visceral contra los representantes de la Alianza Cívica que mantienen firme su demanda de cumplimiento de acuerdos y su respaldo a Juan Sebastián Chamorro.  Esta vez el régimen los acusó de darse “el lujo de seguir exhibiendo insensibilidad, precariedad, miseria y mezquindad, mental y espiritual”. 

En otro comunicado repleto de ofensas contra los miembros de la Alianza Cívica, el canciller Denis Moncada informó su retorno a la mesa de negociaciones, pero no se refirió a los puntos que mantienen estancado el proceso que permitiría devolver la libertad a los presos políticos, entre otros aspectos sobre los que ya se han alcanzado acuerdos.  

La nota de los delegados de Daniel Ortega se centra en descalificar a los representantes de la organización cívica.  “Necesitamos interlocutores adultos, creíbles, sensatos, cuerdos y valientes. Porque la Paz no es bobería, ni charlatanería, la paz exige valentía y decisión”, dice insinuando por segundo día consecutivo el reemplazo de negociadores. 

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En particular, el régimen ha pedido la destitución de Juan Sebastián Chamorro, luego que este manifestara apoyo a la petición para que el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) retire el financiamiento a la policía orteguista para adquirir vehículos, por estar identificada como la principal fuerza represora empleada contra la ciudadanía, desde abril del año pasado. 

En su comunicado, señala a los negociadores de la Alianza Cívica de mantener un doble discurso y los vuelve a acusar de sembrar y causar “caos, desempleo, luto y dolor con sus acciones golpistas y terroristas”. 

En otro punto hablan de avances en la reunión sostenida ayer y califican de malcriados y vulgares a “ciertos personajes” integrantes de la Alianza Cívica.  

No obstante, en los 13 puntos del documento los representantes del orteguismo abundan en epítetos ofensivos: malcriados, infantiles, incongruentes, prepotentes, golpistas y terroristas, mentirosos, entre otros. 

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“Reiteramos que todo acuerdo o propuesta de acuerdo se cumple de conformidad con la Constitución y las Leyes de nuestra Nicaragua”, expresa el documento sin precisar una posición concreta. 

CAMPAÑA CONTRA CHAMORRO 

El jueves, el régimen de Daniel Ortega emprendió una campaña de desprestigio contra Chamorro que incluye una colecta de firmas en diferentes instituciones del Estado para que este sea retirado de las negociaciones. A Chamorro lo acusan de criminal, golpista, terrorista y traidor a la patria. 

Juan Sebastián Chamorro en su cuenta de twitter enfatizó que se mantiene en las negociaciones, lo cual es respaldado por los integrantes de la Alianza. 

En un comunicado la organización cívica denunció que el régimen en su rol autoritario a llegado al extremo de forzar a los empleados públicos a firmar la carta contra Chamorro. 

“El régimen, en su calidad autoritaria y represora, no tolera que existan derechos, voces ni acciones que estén fuera su dominio. Ha forzado a los empleados del Estado y a otros ciudadanos a demandar la destitución de Juan Sebastián, por ejercer su derecho ciudadano de opinar”, reafirmó. 

Violeta Granera, miembro de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), expresó su solidaridad con Chamorro, por “esa campaña infame del orteguismo”, y reiteró que los ataques contra la Alianza Cívica representan un reconocimiento de la lucha cívica. 

La Alianza Cívica denunció que la campaña desatada por el régimen orteguista contra Chamorro, “a través de insultos, amenazas y asedio tiene como objetivo justificar el incumplimiento de acuerdos por parte del Gobierno. Una vez más el régimen hace gala de la represión y el asedio a la libertad”. 

Asimismo, exhortó a Ortega y sus representantes en las negociaciones a buscar una salida a la crisis sociopolítica, por medio del cumplimiento de los acuerdos adquiridos en la mesa de negociación. 

Este jueves en conferencia de prensa el régimen orteguista comenzó a elevar el ya acostumbrado tono ofensivo de sus discursos contra los delegados de la Alianza Cívica calificándolos de torpes, infantiles, ridículos, miserables e incompetentes. Incluso, los acusó de hacer trampa, ofender e irrespetar a los testigos y garantes en la mesa de negociación.