Tras una misa de cuerpo presente en Jinotega, el ataúd con el cuerpo del nicaragüense fallecido en España, recorrió las principales calles de la ciudad.
Eleazar Blandón descansa ya en paz en su natal Jinotega. A 27 días de su muerte por un golpe de calor que sufrió en el campo español, su familia por fin pudo llorarle a su cuerpo. Ayer, decenas de ciudadanos acompañaron a la familia Blandón al sepelio.
El caso de este nicaragüense de 42 años, sin padecimientos crónicos, que falleció por trabajar bajo temperaturas extremas generó reacciones entre las más altas estructuras del gobierno de Pedro Sánchez, al punto que el Ministerio de Exteriores maniobró por una pronta repatriación.
El entierro es el desenlace para una familia que anhelaba poderlo enterrar en la tierra que lo vio nacer. En España su hermana Ana ha decidido quedarse para exigir justicia. “Me quedé en España para que se investigue la muerte de Eleazar y haya justicia”, dijo la mujer.
Ayúdanos a romper la censura, necesitamos tu apoyo para seguir informando