Premian a trabajadores de salud leales a Ortega, mientras el sector denuncia negligencia y represión

La Asamblea Nacional premió a trabajadores de salud leales a Daniel Ortega por su aporte en la batalla contra el Covid-19. Un acto hipócrita y político, cuestionaron opositores.

La distinción, que merecen los profesionales que asumen la tarea de salvar vidas poniéndose en la primera línea de contagio, levanta críticas en el país, porque se otorgó a cuadros políticos, en medio de fuertes reclamos del gremio médico por la falta de medidas efectivas para contener la propagación del virus, así como por las acciones represivas contra el gremio: despidos y amenazas para silenciar a trabajadores del Ministerio de Salud (Minsa) que han demandado a la institución proveerles protección y priorizar la vida de los ciudadanos más vulnerables, según denunció en su momento el organismo Human Rights Watch (HRW).

La ministra de Salud Martha Reyes fue quien recibió la Medalla de Honor Asamblea Nacional en Oro, de manos de Gustavo Porras, presidente del Parlamento e integrante de la lista de funcionarios nicaragüenses sancionados por Estados Unidos.

Al acto asistieron un centenar de trabajadores del Minsa, entre directores de hospitales, médicos y enfermeros, que portaban banderas del FSLN y que fueron acomodados en el recinto legislativo sin cumplir reglas de distanciamiento social.

No faltó Sonia Castro, también sancionada por Estados Unidos por negar la atención a manifestantes opositores durante las protestas en abril de 2018, y a quien Daniel Ortega rescató integrándola a su cuadro de asesores con rango de ministros.

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DIPUTADOS OPOSITORES PROTESTAN CON RETIRO

La condecoración fue calificada como "un acto de hipocresía" por diputados de oposición y como forma de protesta se retiraron durante la sesión especial.

“La actividad era una falta de respeto a los médicos y trabajadores de la salud que han muerto; y a los que también han corrido de sus puestos por reclamar sus derechos mientras se exponían salvando vidas sin protección”, criticó la diputada Azucena Castillo en declaraciones a la Voz de América.

Según datos del Observatorio Ciudadano de Covid-19, al menos 70 trabajadores sanitarios han fallecido por complicaciones asociadas al coronavirus. Médicos, enfermeras y personal auxiliar se encuentran entre esas defunciones, de acuerdo con los datos que hasta julio han sido recabados por especialistas independientes.

Castillo expresó que “la bancada opositora no podía acompañar este tipo de sesión especial porque no estamos de acuerdo con el trato que se les ha dado a los médicos, enfermeras y los trabajadores por hacer uso de su derecho de expresión", refiriéndose a casi una veintena de despidos de trabajadores del Minsa.

HOMENAJE FUERA DE LUGAR

El doctor Alejandro Lagos, uno de los médicos que ha atendido de forma independiente a pacientes con coronavirus y que se contagió, considera el acto totalmente fuera de lugar, ya que el personal médico se ha visto impactado por falta de medidas. A mediados de marzo, cuando se registraron los primeros casos de Covid-19 en Nicaragua, los médicos denunciaron la prohibición del uso de mascarillas y otros implementos de protección en las unidades médicas, alegando que eran medidas alarmistas e innecesarias.

“Nadie está contento y nadie iría a celebrar nada. Peor, en un acto de concentración donde se entregan medallas a operadores políticos que han sido incondicionales al régimen de Daniel Ortega. No viene a representar a un personal de salud que ha sufrido trabajando en situaciones adversas y precarias de seguridad exponiendo sus vidas”, criticó el doctor Lagos.

AFECTACIONES AL PERSONAL NO EXISTEN PARA PORRAS

Gustavo Porras no hizo mención en su discurso que la pandemia también ha impactado al sector sanitario, causando muertes y contagios. Se limitó a resaltar supuestos logros que atribuyó al “comandante Daniel Ortega y a la compañera Rosario (Murillo)”.

Al finalizar el discurso Porras fue ovacionado por el resto de los legisladores sandinistas, que gritaron consignas a favor de Ortega.  “Viva nuestro comandante Daniel. Vivan nuestros médicos”, gritó el diputado oficialista Filiberto Rodríguez.

En las Instituciones públicas y hospitales tampoco se notaba un uso regular de mascarillas y en la misma Asamblea Nacional los legisladores oficialistas se resistían a utilizarlas y se burlaban del resto de diputados que lo hacían.

Semanas después, en el parlamento se reportó un brote de COVID-19 que afectó al menos a cinco legisladores, los cuales se ausentaron por varias semanas.

Con información de la Voz de América