Familiares de nicas varados en Peñas Blancas se trasladan a la frontera
Familiares de nicaragüenses que se encuentran varados en la frontera, en el lado de Costa Rica, se trasladaron hasta Peñas Blancas para llevar suministros médicos, alimentos y plásticos negros para que se protejan de la lluvia y el sol.
- julio 26, 2020
- 01:21 PM
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Familiares de nicaragüenses que se encuentran varados en la frontera, en el lado de Costa Rica, se trasladaron hasta Peñas Blancas para llevar medicinas, alimentos y plásticos negros para que se protejan de la lluvia y el sol.
En la frontera de Peñas Blancas, en el lado que corresponde a Nicaragua, empieza otro drama. Familiares de los nicaragüenses varados en la frontera de Costa Rica han comenzado a llegar con víveres, medicinas y artículos de primera necesidad.
Una parte de los nicaragüenses varados en la frontera al lado de Costa Rica cumple ya siete días, porque las autoridades nicaragüenses no autorizan su ingreso por la falta de una prueba negativa de Covid-19.
Aunque las autoridades nacionales de Migración y Extranjería y la Policía, no permiten que los nicaragüenses ingresen al complejo aduanero, para que puedan trasladarse hasta la zona sur donde sus familiares se encuentran a la intemperie, ellos han logrado suministrarles, medicamentos, alimentos, ropa y plástico negro, a través de maleteros que entran y salen por este corredor internacional.
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Martha Sánchez de 42 años, habitante de Managua, es una de las que ha decidido trasladarse hasta el lado nicaragüense de la frontera de Peñas Blancas, para estar pendiente de su mamá y dos hermanos, que permanecen varados desde el mediodía del 21 de julio.
“Ellos al perder sus trabajos en Costa Rica, decidieron regresar al país, pero se quedaron varados en la frontera entre ambos países y han trascurrido cinco días y siguen a la intemperie junto a otras 300 personas a la espera de que las autoridades de Migración y Extranjería los dejen ingresar”, señaló Sánchez.
PREOCUPADOS POR LA PANDEMIA
Sánchez está preocupada por la salud de su mamá y sus hermanos y desde hace cuatro días se trasladó a la frontera en compañía de su esposa y otros dos familiares, para estar pendientes de ellos.
“De esta manera hemos logrado estar en contacto con ellos, a través de maleteros, y por medio de estas personas les hacemos llegar medicamentos, agua, comida y ropa, pero es triste lo que están viviendo, porque están bajo el soy y lluvia y mi hermano de 22 años hasta ya resultó con problemas de alergia”, explicó.
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Dijo que funcionarios de Migración les habían informado el pasado viernes al grupo de nicaragüenses que permanecen varados que si dejaban circular a los furgones los dejarían cruzar la frontera, sin embargo, no cumplieron con su palabra.
“Pero esto no sucedió. Luego les dijeron que permitirían el ingreso de mujeres y personas de la tercera edad, pero hasta el momento no hay nada en concreto”, comentó.
NICAS VARADOS EN CONDICIONES INHUMANAS
El matagalpino Ramón Aráuz Salgado, de 38 años, también se trasladó a Peñas Blancas con la esperanza de ayudar a su hermana Lisseth Aráuz Salgado, de 24, que a finales de junio se trasladó de manera ilegal, por San Carlos, a Costa Rica a buscar trabajo como ama de casa, pero debido a la pandemia no encontró empleo y desde el pasado 21 de julio permanece varada y a la intemperie en el borde fronterizo entre ambos países.
“Ella solo venía con 50 dólares y al quedar varada me llamó para que viniera auxiliarla y cuando me contacté con ella, a través de maleteros, me enteré que estaba deshidratada, debido a que está a la intemperie y carente de necesidades básicas”, explicó.
DUERMEN EN LA INTEMPERIE
Aseguró que él permanece en la frontera desde hace 5 días y que a su hermana le envía alimentos, agua y ropa, a través de personas que entran y salen por el complejo aduanero.
“Ellos por hacernos el favor cobran entre 20 y 50 (córdobas) y algunos hasta cien córdobas y además de llevar la ropa también la traen para ponerla a secar, a esta lado de la frontera, ya que cuando llueve se mojan y mi temor es que mi hermana se enferme, porque está en hacinamiento y sin las condiciones básicas, porque solo disponen de un servicio sanitario y hacen largas filas”, afirmó.
El matagalpino señaló que él y el resto de personas que se han trasladado hasta Peñas Blancas, para auxiliar a sus familiares, duermen en la nueva terminal de buses de la frontera y el tiángue, donde se protegen de la lluvia y el sol.
Entre los nicaragüenses que permanecen varados, se encuentra una caraceña de apellidos Hernández Vásquez, quien vía telefónica señaló que entre el grupo de personas hay quienes llevan ocho días y que el temor generalizado es contagiarse del coronavirus, porque están aglomerados, a la intemperie y sin condiciones básicas.