Tres familias viven un duelo sin cierre: el mar guarda los cuerpos de sus seres queridos

Tres playas, tres historias de dolor y una misma espera interminable. En El Tránsito, playa Amarillo y San Diego, el mar se tragó a Jimmy Emanuel, Lester Javier y Armando David. Sus familias, aferradas al último hilo de esperanza, miran cada tarde el horizonte, suplicando que las olas los devuelvan para poder darles un adiós digno.

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La mamá de Jimmy Emanuel Olivas Ríos, un niño de apenas 10 años, observa al horizonte a esperas de ver el cuerpo e su hijo
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Despacho 505
  • Managua, Nicaragua
  • abril 26, 2025
  • 09:00 AM

Han pasado días y noches, pero el mar sigue en silencio. Las olas no han devuelto los cuerpos de Jimmy Emanuel, Lester Javier ni Armando David, tres personas que se ahogaron en diferentes playas de Nicaragua durante la Semana Santa. Sus familias viven una angustiosa espera, aferrados a la esperanza de recuperar a sus seres queridos para darles una despedida digna.

En el balneario El Tránsito, municipio de Nagarote, el 20 de abril desapareció Jimmy Emanuel Olivas Ríos, un niño de apenas 10 años. Se había metido al agua junto a su padre, Jimmy Olivas Cruz, de 37 años, para disfrutar el domingo. El cuerpo del padre fue encontrado al día siguiente, pero el del niño sigue desaparecido. Equipos de la Cruz Blanca, Bomberos Unidos, la Fuerza Naval y la Policía buscaron durante tres días de sol a sol, sin éxito. Ahora, cada tarde, su madre y otros familiares miran hacia el mar, rogando por una última oportunidad de encontrarlo.

Familiares organizan misas frente al mar

En la playa Amarillo, en el municipio de Tola, el drama es similar. Desde el jueves santo, Lester Javier Martínez, de 36 años, no ha vuelto. Se metió al mar junto a su novia, pero solo ella logró salir. Amigos, familiares, compañeros de trabajo y buzos de la zona han montado un campamento improvisado frente a la costa, donde no han cesado las labores de búsqueda.

El jueves, al cumplirse nueve días de su desaparición, los familiares organizaron una misa en la playa y dejaron flores en el mar, en un conmovedor gesto de despedida y esperanza. Las imágenes de las madres llorando frente al océano han conmovido profundamente en redes sociales.

En Villa El Carmen, playa San Diego, Heysel Campos vive noches interminables desde el 13 de abril, cuando su hijo Armando David Campos, de 16 años, fue tragado por el mar. Según testigos, una ola lo arrastró mientras estaba en compañía de su exnovia y su exsuegra. Heysel no encuentra consuelo ni respuestas claras. Hasta no encontrar el cuerpo de su hijo, no tendrá paz.

Tres tragedias que se repiten en distintas playas del país, unidas por el mismo dolor: el duelo que no se puede cerrar. El mar guarda en sus profundidades los cuerpos, mientras en la orilla, sus familias solo piden una cosa: que se los devuelva.

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