Cardenal Brenes despide al papa Francisco en Roma: "Oré con el corazón contrito"
Ante el féretro del pontífice, Brenes oró en silencio y recordó con emoción el primer encuentro que tuvo con él hace once años, cuando fue creado cardenal.


- Managua, Nicaragua
- abril 26, 2025
- 08:41 AM
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El cardenal Leopoldo José Brenes, arzobispo de Managua, viajó a Roma para participar en las exequias del papa Francisco, quien falleció recientemente tras más de una década de pontificado. En un video publicado por la Arquidiócesis de Managua, Brenes compartió un emotivo testimonio sobre su visita a la Basílica de San Pedro, donde acudió a orar ante el féretro del pontífice.
"Hemos visitado el féretro del Santo Padre en la basílica vaticana, donde hemos orado y expresado nuestros sentimientos", relató el cardenal, visiblemente conmovido. Brenes recordó especialmente el primer encuentro que tuvo con Francisco, hace casi once años, cuando fue creado cardenal en 2014. "Siempre pienso en ese primer encuentro, en el cariño y ánimo que él me transmitía", dijo.
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El arzobispo confesó que estuvo "a punto de derramar lágrimas" durante la oración, pero sostuvo que prefirió mantenerse sereno. "Con el corazón contrito he orado y me he encomendado a él para poder seguir ejerciendo mi ministerio en el tiempo que Dios me lo permita", añadió.
Sentimientos encontrados
Durante su intervención, Brenes habló de los sentimientos encontrados que le invadieron al ver el cuerpo del papa Francisco: "Hoy tengo sentimientos entrecruzados, de haberlo visto con vida, un hombre dinámico, sonriente, un hombre que siempre me animaba a seguir y, sobre todo, de sentir el cariño que él le tenía a mi mamá".
Finalmente, pidió a los fieles unirse en oración para acompañarlo en su misión pastoral. "Oren por mí para seguir ejerciendo mi ministerio en esta amada Iglesia de la Arquidiócesis de Managua", solicitó.
El papa Francisco, primer pontífice latinoamericano y figura clave de la Iglesia Católica en el siglo XXI, deja un legado de cercanía con los pobres, impulso de reformas internas y una atención especial hacia los pueblos marginados, entre ellos las comunidades indígenas y afrodescendientes. Su muerte marca el cierre de una era en el Vaticano, que convocó a miles de fieles y líderes religiosos de todo el mundo para rendirle homenaje.