Una cuarta de aceite, una libra de arroz y otra de frijoles para 20 alumnos, la merienda escolar es cada día más "raquítica", denuncian padres
Mientras la propaganda oficial destaca el supuesto traslado de toneladas de alimentos a las escuelas de todo el país, padres de familia denuncian que ese beneficio es cada vez más limitado


- Managua, Nicaragua
- abril 24, 2025
- 09:26 AM
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Una de las últimas veces que a "Martha" le tocó preparar le Merienda Escolar en la escuelita pública a la que asiste su hija la profesora a cargo le entregó una cuarta de aceite, una libra de arroz y otra de frijoles para alimentar al grupo. "Da mucha pena recibir eso, porque ¿en qué lugar comen 20 personas, aunque sean niños, con una libra de arroz?", dice decepcionada.
Asegura que no se trata de un hecho aislado. En los últimos años ella ha sido testigo de la reducción progresiva de los alimentos destinados a la merienda escolar, un programa que retomó Daniel Ortega, cuando regresó el poder en 2007, y que promovió como parte de la estrategia para reducir la tasa de deserción escolar y aumentar la matrícula. Desde entonces, el programa se ha financiado con fondoe del Tesoro y cooperación internacional.
A pesar de los reportes oficiales sobre la distribución de alimentos a centros educativos públicos en todo el país, padres y madres de familia denuncian que la Merienda Escolar que llega a las escuelas es insuficiente y de mala calidad. Incluso hay quejas de que en ocasiones reciben alimentos descompuestos.
Estas deficiencias del programa estatal gerenciado por el Ministerio de Educación, no solo generan inconformidad entre los padres de familia sino también presión económica ya que son ellos quienes deben suplir lo que la institución ha dejado de proveer.
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Martha asegura que, en la práctica, son los padres quienes terminan aportando la mayor parte de los insumos para poder cumplir con la alimentación diaria. “Nosotros somos los que debemos poner las mejoras y, en muchos casos, toda la comida, porque a veces eso que nos dan viene hasta dañado. Si siguen de esa forma, mejor que nos digan que asumamos la merienda por completo, porque eso es lo que ya se está haciendo”, dijo con frustración.
La indignación también se ha hecho visible en redes sociales. Una mujer publicó un video en TikTok –el cual fue eliminado horas después– en el que mostraba los insumos que recibió en su comunidad para alimentar a un grupo de primaria con más de 30 estudiantes: una bolsita con arroz, otra con frijoles y una botella plástica reutilizada con un aceite de apariencia oscura. “Esto es un engaño, juegan con uno”, denunciaba.
Distribución oficial y cifras anunciadas
El 23 de abril el Ministerio de Educación (Mined) inició oficialmente la segunda entrega de alimentos del año bajo el Programa de la Merienda Escolar. Desde las bodegas ubicadas en la comarca Los Brasiles, en el municipio de Mateare, comenzó el supuesto traslado de toneladas de alimentos hacia escuelas del país.
La ministra de Educación, Mendy Arauz, informó que esta entrega cubriría 60 días del calendario escolar y detalló el lote:
- 44,000 quintales de arroz
- 44,000 quintales de cereal
- 31,800 quintales de frijoles
- Más de 39,000 quintales de maíz
- Más de 7,000 quintales de harina
- 161,672 galones de aceite
Según la funcionaria, la distribución iniciaría por las escuelas del Caribe Norte y Sur, y culminará el próximo 10 de mayo. Arauz aseguró que el programa tiene cobertura nacional y se realiza en coordinación con docentes, directores, madres y padres de familia.
Una realidad desconectada del discurso oficial
Sin embargo, lo que llega a muchas comunidades -aseguran los padres- dista mucho de las cifras presentadas. Padres de familia denuncian una falta de transparencia en la distribución, inconsistencias entre lo que se reporta y lo que se entrega efectivamente, y problemas logísticos que afectan sobre todo a zonas rurales y alejadas.
En algunas escuelas, el personal docente también se ve obligado a organizar a los padres para que complementen la merienda con ingredientes esenciales como azúcar, sal, tomates, cebollas, y hasta el gas para cocinar.
Madres y padres exigen mayor claridad sobre los mecanismos de distribución y llaman a que exista mayor transparencia, supervisión directa por parte de comités de padres, y publicación detallada de las cantidades entregadas por escuela y región.
Mientras tanto, en los barrios y comunidades, muchas familias continúan poniendo de su bolsillo lo que el Estado debería garantizar: al menos una comida digna al día para miles de estudiantes nicaragüenses.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU, que desde sus inicios financió la Merienda Escolar, destacó en su informe de 2023 la contribución del programa a la asistencia y la permanencia de los niños y niñas en la escuela, una "herramienta más eficaz para romper el círculo vicioso del hambre y la pobreza".
"Aporta al crecimiento y desarrollo de los estudiantes y al garantizar un plato de comida nutritiva y caliente al día a los miembros de la familia que asisten a la escuela, representa un alivio para los hogares más pobres", resaltó.