Bajo vigilancia y prohibiciones, el pueblo católico de Nicaragua llena templos en Semana Santa
A pesar de las restricciones y violaciones a la libertad religiosa impuestas por el régimen, miles de fieles participaron masivamente en las actividades de Semana Santa, llenando templos con fe y oración.


- Managua, Nicaragua
- abril 19, 2025
- 01:05 PM
- Despacho 505
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A pesar de las amenazas, la vigilancia policial y la prohibición de las procesiones en las calles, miles de fieles católicos se congregaron masivamente en los predios de la Catedral Metropolitana de Managua y en parroquias de todo el país durante el Viernes Santo. Lo hicieron como acto de fe, pero también como una forma de resistencia silenciosa ante la represión religiosa que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha impuesto por tercer año consecutivo.
El viacrucis en la Catedral de Managua fue una de las expresiones más visibles. Desde tempranas horas del viernes 18 de abril, multitudes vestidas de blanco comenzaron a llegar para participar del tradicional rito católico, que este año volvió a realizarse “bajo encierro”, limitado a los terrenos de la catedral debido a la prohibición policial de recorrer las calles.
La presencia de agentes policiales dentro del recinto no pasó desapercibida. Lejos de ser símbolo de seguridad, la Policía en este contexto representa control, intimidación y vigilancia. Según denunciaron dijeron sacerdotes a DESPACHO 505, días antes de Semana Santa, oficiales visitaron templos de distintas zonas del país para advertir a los sacerdotes que, de salir en procesión, serían arrestados. Las oraciones por Nicaragua, los presos políticos, los migrantes o la falta de libertades también fueron prohibidas.
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A nivel nacional, este patrón se ha repetido. Desde el inicio de la Cuaresma, el régimen canceló más de 4,800 procesiones, obligando a las comunidades a replegarse en sus templos. A pesar de ello, los templos lucieron abarrotadas, dejando claro que la fe católica sigue viva y se fortalece incluso en tiempos de persecución.
“El pueblo ha respondido con su presencia, con su oración, con su silencio que grita justicia y libertad”, expresó un laico de Managua. Las imágenes hablan por sí solas: multitudes de pie, bajo el sol, con sombrillas, camisetas blancas, banderas y cantos.
Violaciones a la libertad religiosa
La persecución sistemática del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia Católica en Nicaragua tiene raíces profundas en la postura crítica de la Iglesia desde las protestas de abril de 2018.
Durante esas manifestaciones, la Iglesia se alineó con el pueblo, ofreciendo refugio en sus templos a los manifestantes y denunciando la represión estatal. Esta solidaridad fue vista como una amenaza por el régimen, que desde entonces ha intensificado ataques contra la Iglesia, incluyendo detenciones, destierros, confiscación de bienes y restricciones a la libertad religiosa.
Desde 2018, la Iglesia católica en Nicaragua ha sido objeto de una persecución sistemática: obispos desterrados, sacerdotes encarcelados, templos asediados, medios religiosos clausurados y ahora, el veto a manifestaciones públicas de fe.