Zona Hippos de Managua: epicentro nocturno de foco de violencia
La violencia y el descontrol se han apoderado de la Zona Hippos de Managua.Lo que solía ser un espacio para el esparcimiento juvenil, hoy está marcado por trifulcas, excesos y una preocupante ausencia policial.


- Managua, Nicaragua
- abril 16, 2025
- 11:56 AM
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Lo que alguna vez fue un punto de referencia para la vida nocturna capitalina, ahora se ha convertido en un punto rojo de la capital donde impera la inseguridad, la violencia y el desorde. La llamada Zona Hippos, ubicada en el sector de Reparto San Juan en Managua se ha transformado en escenario habitual de disturbios, principalmente los fines de semana.
Esta zona nocturna, que debe su nombre a uno de los bares más antiguos del área, se consolidó en los últimos años como un corredor de discotecas, bares, restaurantes y locales de entretenimiento frecuentados especialmente por jóvenes universitarios y personas de clase media. Su cercanía con universidades privadas, centros comerciales y residenciales la convirtieron en un polo de atracción nocturna. Sin embargo, esa imagen ha cambiado drásticamente.
En las últimas semanas, las redes sociales se han inundado de videos que documentan peleas y altercados entre grupos de jóvenes, muchas veces bajo estado de embriaguez. En las imágenes se observan golpes, agresiones con objetos contundentes, gritos y caos en plena vía pública, sin presencia policial.
Uno de los hechos más alarmantes ocurrió en febrero, cuando una pelea multitudinaria se desató a la salida de un bar. Un video muestra cómo un joven es pateado en el suelo por dos sujetos, mientras otro es atacado con un bate de madera. En medio del conflicto, algunos guardas de seguridad lograron auxiliar a los heridos, pero la violencia ya estaba desatada.
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En diciembre del año pasado también se viralizó un video donde el creador de contenido Danny Salazar protagoniza una pelea dentro de un bar de la zona, luego de una noche de copas. Estos incidentes, lejos de ser aislados, se repiten cada semana, según denuncias de vecinos y trabajadores.
En varios de estos videos también se observan mujeres participando activamente en las riñas, muchas veces enfrentándose entre sí a golpes, jalones de cabello y empujones. En algunos casos, las peleas femeninas ocurren incluso frente a los bares o en plena vía pública, sin que nadie intervenga. La participación de mujeres en estas trifulcas ha generado mayor preocupación entre la ciudadanía, que observa cómo la violencia se ha generalizado sin distinción de género.
“Esto ya se salió de control. Aquí quiebran botellas, dañan sillas, mesas, traen rencillas personales y las descargan en los bares”, expresó un mesero que pidió no ser identificado. La violencia, según testigos, ocurre tanto dentro de los establecimientos como en las calles, aceras y estacionamientos del área.
Ausencia policial
Los residentes también se muestran preocupados por el ruido excesivo y los constantes escándalos nocturnos. “Una vez denunciamos que había demasiado ruido por la música, cerraron un par de días, pero luego todo volvió a lo mismo. Ahora el problema son los pleitos. Esto parece zona de pandillas, porque siempre hay discusiones, gritos, heridos…”, relató un habitante de la zona.
A pesar de los reiterados hechos de violencia, en los videos que circulan en ls redes sociales no muestran presencia de la Policía durante las trifulcas. Únicamente se observa, según testigos, la presencia de agentes de tránsito que cercan la zona entre viernes y domingo, sin mayor intervención.
La falta de control policial y la permisividad de los establecimientos para vender alcohol hasta altas horas de la madrugada han convertido a la Zona Hippos en un foco de inseguridad. Habitantes y trabajadores exigen a las autoridades municipales y a la Policía una actuación más decidida para frenar el deterioro del área.
Mientras tanto, la Zona Hippos sigue siendo terreno de disputas, rencillas, desmanes y desvelo para quienes viven cerca. Lo que alguna vez fue sinónimo de esparcimiento ahora representa miedo, incertidumbre y una creciente preocupación ciudadana.